Pocas cosas me pueden relajar más que escuchar a Ian Anderson entonar a capela ese inmortal "Let me bring you songs from the wood, to make yo feel better..."con el que inicia su obra maestra de una triología que empezaba aquí y terminaría tras "Heavy Horses" y "Stormwatch" en 1979, donde el trovador escocés daría prioridad a la música tradicional, folklórica y pastoral británica, sin abandonar claro está, la tradición rockera a su peculiar manera desde que Jethro Tull arrancase en 1968 con "This Was".
Como ya había ocurrido con trabajos anteriores de los Tull, Anderson llevará su plan adelante en los "Morgan Studios" combinados con "La Maison Rouge Movile" (un camión articulado de doce metros con sala de control y descanso, varias decenas de metros de cable, grabadora de 24 pistas y monitores) y en distintas localizaciones del sur de Surrey entre las que estaba una propiedad suya y los "Ridge Farm Studios".
Seis de las canciones del disco, las más pastorales fueron grabadas allí, entre ellas la inicial y fantasiosa "Songs From The Wood". Las otras canciones fueron la juglaresca "Cup Of Wonder", el Heavy Rock medieval "Hunting Girl", el folk pagano de "Ring Out, Soltice Bell", la palaciega "Velvet Green" y la mágica "Jack In The Green".
Las canciones son exageradamente ricas en adornos producidos por los sintetizadores de un innovador David Palmer, al que acompaña casi siempre John Evan con el resto de teclados. Martin Barre pese a ser un disco en el que las guitarras acústicas y mandolinas tienen una presencia significativa sigue tejiendo su tela de araña en riffs destacando en "Pibroch (Cap In Hand"), canción que rememora el Prog Rock aunque sea de forma bucólica.
La base rítmica sigue siendo importante en la música de Jethro Tull; John Glascock a las cuatro cuerdas y Barriemore Barlowe a la batería están excelsos tanto en los acelerones de los momentos más acalorados del disco ("The Whistler") como en los reposados (la tremenda "Fire At Midnight").
El tema título, casi podríamos decir que es una canción espiritual, incluso fantasmal. Ver a Ian Anderson en la portada del disco de cuclillas, con esa mirada de frío, tiene uno la impresión de estar en medio de la campiña inglesa rodeado por toda su fauna, incluso las criaturas de Tolkien parecen estar allí presentes para escucharle cantar "Songs From The Wood".
"Jack In The Green" me parece la canción que mejor capta todo el rollo campestre, pastoral y bucólico que el de Dunfermline buscó para el disco. Y lo digo porque Anderson como si fuese el hombre orquesta llevó en solitario la grabación y ejecución del tema en una sola toma salvo la flauta. Para ello se sirvió de una guitarra acústica, un bajo colgado del cuello con una correa larga para poder tocarlo sentado, un bombo y una pandereta sujeta con cinta a una de sus piernas.
Con una flauta melosa abre "Cup Of Wonder", tocada a media velocidad con el órgano de John Evans tan presente como las acústicas; las voces que parecen proceder del mismo bosque, participando John Glascock como apoyo vocal y en la que Barriemore Barlowe tiene espacio para introducir sonidos de marimba e incluso campanas.
"Hunting Girl" une unos riffs de guitarra y bajo heavies al comienzo de la canción, agresiva con Barlowe contundente a las baquetas, todo ello dentro de un ambiente muy medieval. El folklore pagano que planea a lo largo del álbum se convierte en un gigante titulado "Ring Out, Solstice Bell", canción que da sosiego al receptor y que cierra de manera sobresaliente el primer acto del disco.
"Velvet Green" con la que da comienzo la segunda cara es como plantarse en medio de un castillo escocés del Siglo XVI, uno vislumbra las viejas armaduras, los escudos familiares y los bailes cortesanos mientras Jethro Tull interpretan en medio de un salón con las brasas del fuego de la chimenea apagándose poco a poco.
"The Whistler" es otro tema fantasmagórico que evoca a pócimas, recetas prohibidas y druidas haciendo de las suyas. Anderson utilizó una flauta irlandesa destacando los arreglos de sintetizadores realizados por David Palmer y el sinfín de guitarras acústicas y mandolinas.
Otro de los momentos rockeros del álbum llega con "Pibroch (Cap In A Hand)" en los que se dejan sentir los riffs duros de Martin Barre encorsetados en un bucólico Prog Rock. El rollo pastoral vuelve en la despedida con "Fire At Midnight", breve, no exenta de magia y con un trabajo exquisito de Martin Barre.
"Songs From The Wood" fue publicado en Febrero de 1977, la gira abarcó más de 140 conciertos, y de uno de ellos saldría el portentoso directo "Bursting Out". Steve Harris o Steve Wilson son algunos de los fans declarados del disco; el líder de Porcupine Tree perpetuó hace unos años una brutal reedición expandida del disco, con un sonido adimensional que obviamente contó con las bendiciones del creador de tan magna obra: Ian Scott Anderson.
FELICES FIESTAS A TODOS!!!!!
Comentarios
Publicar un comentario