Cuando miro a Aldo Nova posando en la portada de Twitch solo puedo sonreír. Me produce una sensación similar a revisitar un capítulo de Corrupción en Miami. Un poco de vergüenza ajena y de cariño infantil a esa capacidad de elevar lo hortera al máximo nivel. Combinar la elegancia de un traje ceñido, la peluquería más chic y una guitarra eléctrica con ese aire de romántico al atardecer solo pudo suceder en los ochenta. Si le añades el logo high-class redondeas un producto anclado en el tiempo. Lo tomas o lo dejas. Como ciertas leguminosas.
Este tercer disco de Aldo Nova fue un descalabro comercial y artístico. Aunque depende de cómo se cuente la historia. Nova, en el fondo, es un one-hit wonder. Su primer single, Fantasy, alcanzó el puesto 23 en la lista de éxitos de 1982 en Estados Unidos empujando al álbum debut del artista canadiense hasta el top ten: disco de oro en unos pocos meses, platino después. Cantante y músico polifacético, Aldo tocó la mayoría de los instrumentos en casi todos sus discos, compuso sus propias canciones y se encargó de los asuntos técnicos. El segundo disco (Subject, 1983) disfrutó de la inercia del éxito y también recibió un disco de oro. Llegó 1985 y para la tercera obra de su contrato con Portrait le sugirieron colaborar con otros compositores y retomar a un productor “de confianza” que ya estuvo por detrás del éxito de su debut, Lennie Petze. El asunto no acabó bien. Claro, si hubieran despachado un par de millones de discos por aquí y otro par por allá, todos se habrían abrazado sonrientes. Pero el fracaso es hijo de nadie.
Nuestro héroe, con sus dos cojones canadienses, decidió que no iba a grabar más música con la compañía que le pagaba y se volvió a su Ontario natal a vivir de hacer jingles y cabeceras radiofónicas hasta que en 1991 caducaron sus obligaciones con Portrait y pudo firmar un nuevo contrato con Jambo, la compañía de su colega Jon Bon Jovi. Por si tienes interés, el disco que compusieron, produjeron y editaron juntos (Blood on the bricks, 1991) fue otro fracaso. Los dos roqueros se habían conocido casualmente en los estudios The Power Station cuando Jon trabajaba de asistente en ellos y Aldo mezclaba el que sería su single de éxito, Fantasy. Se cayeron bien y cuando Jon grababa su primer tema, Runaway, le pidió al colega que tocara las guitarras (de hecho, llegó a participar en el disco debut de Bon Jovi). Años después fue Aldo quien le pidió ayuda a Jon tras el éxito de Slippery when wet (86) y New Jersey (88).
Después, el único momento en que volvió a disfrutar Aldo de crédito comercial fue componiendo y produciendo singles para Celine Dion. La relación entre estos dos músicos dispares tiene un inicio curioso. Aldo compuso y produjo la canción Just have a heart para Angela Clemmons en 1987. Dion la grabó en francés ese mismo año. con el título Partout je te vois (porque la diva cantaba en francés antes de hacerse hiperfamosa anglófona). Para su primer álbum en inglés recuperó la versión de este tema. A partir de ahí, nuestro muchacho fue habitual compositor y co-productor de singles para la canadiense.
Volviendo al vinilo de hoy, Twitch se grabó en la primavera de 1985 en los estudios Kingdom Sound y The Hit Factory de Nueva York con Petze y Nova en los controles técnicos. El propio Nova mete guitarras, sintetizadores y programa las baterías, además de cantar. Añadió una lista significativa de colaboradores, entre otros Neil Jason al bajo (John Lennon, Mick Jagger), Anton Fig (Joe Bonamassa, Bob Dylan, Billy Squier) y Allan Schwartzberg a las baterías (Mountain, Peter Gabriel, Pat Travers) o Fiona y Michael Bolton en los coros. Como curiosidad, Jason y Schwartzberg eran habituales de los estudios The Hit Factory y participan juntos, entre otros, en el disco KISS:Gene Simmons de 1978.
¿Y a qué suena Twitch? Suena a la imagen de la que ya hemos hablado al principio: es un trasnochado ejemplo del sonido pop-gramado de mitad de los ochenta. Un poco hortera. Un poco brillante. Lo amas o lo odias.
Tonite (lift me up), a pesar de las baterías programadas, el eterno eco y el abuso de los efectos, es una buena canción, con un riff sencillo y pegadizo, una evolución melódica y un estribillo muy agradables. Contrasta un corto solo de guitarra técnico y veloz. Con un buen vídeo y adecuada promoción hubiera podido funcionar como single multiventas. Porque Aldo sabía estructurar y arreglar bien una canción. Y Rumors of you lo refrenda. Comienzo lento sobre teclados y la línea vocal nos va llevando de la mano a un estribillo popero doliente, con sus coros y su apoyo femenino a cargo de Angela Clemmons. Una balada casi perfecta. "While I'm picking up my heart/ seems you habe find somebody new". La vaselina sonora continúa en Surrender your heart, pegajosa balada de mecheros al viento, algo menos elaborada que la anterior. A estas alturas del álbum ya ha versado Nova sobre los tres pilares de la canción comercial de mitad de los ochenta: "corazón roto", "please, enamorémonos" y "esta noche vamos a follar fijo". If looks could kill, más roquera ella, con una intro de guitarra y un buen solo, habla de (más o menos) engancharse a primera vista (vamos, lo de pillar en la disco una noche de sábado con desconocidos). Parece más un tema para voz femenina. Acabamos la cara a tope con Heartless, la más guitarhero y sin duda la mejor de esta colección. Ritmo, riff, solos y estribillo, todo bien.
Ni el corte anterior ni este que abre la cara B los compone Aldo. En este caso, Long hot summer es un medio tiempo rollo película de acción de estribillo mayestático y corto recorrido. El hard soft rock vuelve a nuestras orejas en Fallen angel. Como guitarrista Aldo Nova siempre parece contenerse, dejar pinceladas de su precisión, su velocidad, su melosidad, para ceder el protagonismo a los colchones de sintes y al ritmo programado. Pero cuando asoma el tipo la clava bien adentro. Y en esta ocasión sus intervenciones a las seis cuerdas resultan lo más destacable del tema. Stay nos devuelve a la canción de amor típica de este soft rock que protagoniza el álbum, de estupendo crescendo en esta ocasión que destaca por la entrega del Nova cantante y otro gran estribillo. Aldo nos sorprende con un talkbox en Lay your love on me adelantando un hard rock de ritmo cortante y pegadizo, con (quizá) el mejor guitarreo del disco. Si este hubiera sido el tono general creo que habría alcanzado un mejor resultado. Cierra Twitch juntando una colección de sonidos modernitos, un instrumental que cuadraría más como intro que como outro. Prescindible.
No me resisto a compartir una última coincidencia. Mark Radice aporta una canción a esta obra (Long hot summer). Le habéis oído en infinidad de ocasiones. Grabó su primer single con siete años gracias al oficio de su padre, ingeniero de sonido y técnico de estudio de gente como Jimi Hendrix, Vanilla Fudge o Velvet Underground entre otros. El primer álbum lo editó con apenas 11 y en los setenta, siendo adolescente, formó parte del equipo compositivo de EMI firmando con casi cualquier artista del sello (Michael Bolton, Barbra Streisand, Donovan, Helix, Cheap Trick, Gene Simmons, Jennifer Rush) hasta que descubrió su verdadera vocación: The Muppets (Los Teleñecos por aquí). Tras conocer al genial Jim Henson (el papá y la mamá tras los muñecos), se encargó de más de 50 canciones y sintonías para televisión y cine a lo largo de una década. Y después se pasó a Sesame Street (Barrio Sésamo por aquí) donde soltó unas 160 canciones y sintonías. De hecho, tiene tres nominaciones a los Emmy por su trabajo en Sesame Street. Curioso artista.
Volviendo a lo nuestro, la edición que comparto hoy es original de época, edición holandesa, con su encarte y sus horterismo divino. Las fotografías las tomó Robert Cohen en el St. James's Club de Antigua (Antigua y Barbuda). De la peluquería y el maquillaje se encargó Louis Stamm y el diseño general lo firma Mark Larson. Por si te interesa.
Recibe un saludo ochentero one-hit wonder a tope y disfruta del fin de semana.
Vaya, hoy estamos diabéticos ¿eh, Manu? La verdad es que el primer tema está bien, es un estupendo exponente de hard pop rock melódico. Lo malo llega después, cuando pasa a un AOR demasiado edulcorado para mi gusto y con unos arreglos demasiado ochenteros en la acepción más negativa que puedas imaginar. No lo arregla ni el penúltimo tema de la cara. Pese a todo, debo admitir que esa Heartless me ha hecho tilín. Y la cara B, exceptuando esa mezcla de Bon Jovi y Def Leppard que es Lay your love on me, no compensa. En fin, un álbum que no ha envejecido bien en mi opinión de un buen músico (para qué negarlo) del que, sin embargo, creo que nadie recordaría entre los hardrockers si no fuese por sus conexiones con Bon Jovi. Voy a por el de Saxon, que también sucumbieron a las modas –la discográfica, más que ellos– pero con más honestidad y decencia. Un abrazo y feliz semana. KING
ResponderEliminarPues si son demasiado ochenteros para ti, ja, ja. Ya lo digo en el post: lo tomas o lo dejas, precisamente porque imagen y sonido son "made in eighties" total. No creo que sea un mal disco, pero tampoco está entre mis escuchas habituales. El tipo ganó más dinero y prestigio trabajando con Celine Dion, de eso no cabe duda, más allá de su one-hit-wonder. El pelo cardado nunca estará tan de moda como en aquella década. Un abrazo.
EliminarEs verdad que la portada recuerda sin ninguna duda a "Corrupción en Miami". Y el sonido es el que es. Cada época tiene su sonido, y en este caso, llevaron todos los clichés de los 80 al máximo nivel. No creo que lo vaya a meter este disco en mi lista de reproducción, pero siempre es interesante conocer las historias detrás de los discos y las carreras de algunos músicos. Así que reconozco que me ha gustado mas el contenido del post que el del propio disco. En cualquier caso, muy buena y currada entrada como siempre. Saludos.
ResponderEliminarGracias por la parte que me toca. Disfruto investigando y compartiendo sobre discos que me gustan o artistas con buenas historias detrás. Y, en especial, adoro encontrar conexiones con otros artistas o aventuras tan curiosas como el compositor de Los Teleñecos y Barrio Sésamo. En fin, que no quede por mi parte interés y ganas por hacer de este blog el más-mejor de la Vinilopedia Universal. Un saludo.
EliminarEsta semana nos ha dado por traer fracasos comerciales a los dos sin haberlo hablado, ¡estamos sincronizados! A Aldo Nova le di bastante cancha con su primer disco, pero poco más, por lo que éste disco estaba fuera de mi radar. Aquí hay más miel que en un tarro de Winnie the Pooh (estas son mis referencias ahora con un bebé de 10 meses en casa). Oye, pues a mí el disco me ha gustado, me gusta ese sonido ochentero trasnochado con olor a naftalina bien cantado. Aunque "Long Hot Summer" casi me da hiperglucemia. Coincido en tus comentarios sobre Aldo Nova como guitarrista, se contiene porque es eficiente y da a cada canción lo que necesita, como debe de ser, no como otros... no diré nombres... Venga si, diré uno: Vinnie Vincent. Jejejejee.
ResponderEliminarMuy buena entrada (como siempre), con mucha información relevante.
PD: Genial la historia sobre Mark Radice, interesante tipo!
Te cojo la referencia 😉 Gracias por la parte que me toca. Y sí, hemos coincidido en fracasos sin paliativos. Un abrazo.
EliminarA mí me parece un buen disco,es de esos discos que tiene una elegancia que hoy los grupos no pueden acercarse aunque se practiquen todos los días.Buen hacer,muy buen músico y las canciones no o están nada mal.No todo va a ser Metallica a rodas horas.
ResponderEliminarEn eso tienes razón 😉
Eliminar