Ir al contenido principal

Liverpool Express – L.E.X. (Warner Bros. Records – 1979)


-¿Qué haces King, cosas?
-Sí. 
-¿Cosas... blandengues? 
-Sí, amigos, cosas blandengues. 
 
Se viene introducción, atentos. No tengo móvil. Voy por el mundo con mapas y mi intuición, lo que me obliga a orientarme y a montarme los itinerarios en el cerebro. Eso quizás haga que pierda algo de tiempo por no saber que del punto A al B había un autobús, pero me permite descubrir caminando rincones que no hubiese conocido de otra manera. Pues a la hora de comprar discos al tuntún pasa lo mismo. A veces, como en el caso que hoy me ocupa, encuentro un vinilo en estado aceptable con una portada sugerente y una contraportada que invita a la confianza en la suerte... pero de una banda que no conozco en absoluto. De tener un móvil, hubiese buscado en internet qué tipo de grupo era, qué estilo de música cultivaba, si el álbum en cuestión era el mejor o el peor de su discografía... pero eso me hubiese evitado la excitación que durante el trayecto a casa me embargó, pensando en escucharlo rápidamente para saber si lo que había adquirido era una joyita o un truño. A modo de desenlace os diré que, en esta ocasión, la aventura de ser un troglodita tecnológico acabó bien. A ver, el disco no es un tesoro pero por los 3 euritos que me costó, como si lo fuera. Me estoy refiriendo –como habéis visto ya– a estos Liverpool Express que supongo que ninguno de vosotros conocía. Por eso, antes de entrar en harina, se impone presentar al grupo. 
 
Así pues, os traigo a una banda británica formada en 1975 de la que no había oído hablar en mi vida y que formaron en Liverpool unos fanáticos del fútbol llamados Billy Kinsley, Roger Scott Craig, Tony Coates y Derek Cashin. Hay que decir que Kinsley coincidió en The Cavern con los Beatles a principios de los 60 cuando militaba en las filas de The Merseybeats e incluso llegó a trabajar para McCartney y Harrison como músico de sesión en Apple Records. Con su primer disco consiguen cierta notoriedad en su país gracias a apariciones diversas en televisión –incluyendo Top of the pops– y a una gira teloneando a Rod Stewart. Además, obtienen un inesperado éxito en Sudamérica, por lo que se embarcan en una gira que inician en Río de Janeiro siendo recibidos como estrellas. 
 

Graban un segundo disco y en 1978 son requeridos por el mismísimo Príncipe Carlos para tocar en la Royal Gala Performance de ese año, lo que les permite conocer al actual monarca y sacarse unas fotos con él, algo que a la mayoría de los ingleses siempre les ha parecido muy cool. Y con Peter Kircher reemplazando a Cashin a la batería graban su tercer álbum, este L.E.X. que hoy os traigo. Grabado en los londinenses Olympic studios con Tommy Boyce y Richard Hartley a los controles, el line up lo componían los mencionados Peter Kircher, Billy Kinsley a las voces, bajo y guitarra acústica, Roger Scott Craig al piano, teclados y coros y Tony Coates a las guitarras y coros. A destacar la colaboración de John Barham –responsable de las orquestaciones en álbumes de George Harrison– como autor de los arreglos de cuerda en varios temas del disco. 
 
 
Y con portada de Ian Ramsden en la que aparece la modelo texana Jerry Hall, muy conocida entonces por haber aparecido en portadas de Vogue o Cosmopolitan y que acabaría convirtiéndose en la esposa de Mick Jagger, el track list del álbum fue: 
 
A 
I want nobody but you 
Take it easy with my heart 
When my boat comes in 
Last train home 
 
B 
Is your love in vain 
Sharing you 
Games people play 
Motel Maria 
What a fool I’ve been 
 
Comienza a girar el vinilo y suena I want nobody but you, un temita de soft rock, con armonías vocales, saxofón y arreglos de cuerda muy setenteros bastante resultón. Del mismo estilo –con un Kinsley que recuerda un poco a John Lennon– es la siguiente Take it easy with my heart, con una presencia marcada del bajo y bonitos arreglos de cuerda arropados por la guitarra de Coates y unos teclados que me traen recuerdos de The Doors. Entonces llega mi preferida, un estupendo hard pop rock titulado When my boat comes in, con coros y mucho ritmo. La cara concluye con una lenta y emotiva Last train home de producción cristalina. En resumen, los cuatro primeros temas que escucho en mi vida de una banda de la que desconocía su existencia y parece que he hecho un buen descubrimiento. Lo parece, he dicho. Sin embargo, dura poco la alegría en casa del jebi
 

La cara B se inicia con una versión de Is your love in vain de Bob Dylan, un tipo que no es que sea la alegría de la huerta precisamente, con que podéis imaginar el resultado. Por cierto, no tiene nada que ver pero la original tiene un inicio que me recuerda al de Eres tú de Juan Carlos Calderón que Mocedades interpretaron en el festival de Eurovisión de 1973. La que sigue es mucho peor para mi gusto, una empalagosa versión del Sharing you de Gerry Goffin y Carole King, un matrimonio de compositores que escribieron la cancioncilla para un tal Bobby Vee a principios de los 60. La de los de Liverpool es más lenta e intimista que la original, con unos arreglos de cuerda que provocan hiperglucemia. Y en este punto, la satisfacción que me había proporcionado la primera cara se va evaporando conforme avanza el álbum, más aún cuando escucho una Games people play que parece compuesta para tocar en un garito country para rednecks en las afueras de un pueblo de Arkansas un sábado por la noche. La cosa se arregla levemente –entendedme, dentro del sopor– con la tristona Motel Maria, que tiene la misma atmósfera pero con unos arreglos más currados. Eso sí, me veo en el mismo garito, con varias pintas de más, haciendo los coros con la banda rodeado de humo y una melancolía peligrosamente depresiva. Finalmente, la guinda del disco llega con What a fool I’ve been, rockerilla y con algo más de alegría que sus predecesoras, que resta algo de amargura a la escucha de esta segunda cara. 
 

Y eso es todo. Este sería el último disco en la banda en mucho tiempo, que poco después perdería a Peter Kircher –se marchó a tocar con los Status Quo siendo reemplazado en por un tal John Ryan, otro colega del partido de fútbol de los domingos– hasta que en 2003, con tan solo Kinsley y Craig de la formación original, grabarían un Once upon a time que no interesó a nadie. Aún así, pese a no gozar actualmente de demasiada fama internacional, el grupo tiene un lugar más que merecido en la historia de la música británica de finales de los setenta. Por cierto, sigue existiendo y dando conciertos en su ciudad natal para unos cuantos fans acérrimos. 
 






En fin, otro vinilo con el que llenar de música este blog, que recomiendo a aquellos que no disfrutan demasiado con la mayoría de mis propuestas más duras e interesantes. Va por vosotros (guiño). 
 
¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla

Comentarios

  1. Esto... "¿bonitos arreglos de cuerda arropados por la guitarra?". Joder, King, te ha poseído el ritmo rangatanga de Mr. Matute y te has rebozado dulcemente en él. No sé bien qué decir de este disco, que voy escuchando a medida que leo y escribo. A ratos me recuerdan a Lennon, a ratos a Cat Stevens, a ratos algún ramalazo Bolan y el resto de los ratos buff. Eso sí, la portada es chula a pesar de la flacucha. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí, todo lo que dices es como si hubieses entrado en mi cerebro. Como ya escribo, conforme avanza el disco, más blandengue es. Pese a todo, tiene su aquel. Y bueno, rebozarme dulcemente no, pero es cierto que la entrada está dedicada a Dani de todas todas. A ver qué opina él. Un abrazo y te espero en el nido del pajarito.

      Eliminar
  2. Joven padowan, tienes mucho que aprender de la calidad blandengue, al menos bajo mi punto de vista jeje. Hay regalos que son una venganza y parece que me estás picando para que vuelva por mis fueros ahahaha.
    A ver, suenan a mezcla de muchas cosas. No está mal como música de ascensor pero no entrarían en mi lista de favoritos. Eso sí, chula portada y gran entrada, como siempre.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En efecto, es lo más blandengue de lo blandengue. Pero me has llamado joven, eso que me llevo jajaja

      Eliminar
  3. Ni papa de estos tíos, pero por 3 lereles... AOR de calidad media. No es mi estio. Por cierto, yo prefiero también los mapas. Buen aporte amigo. P

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Van Halen - For unlawful carnal knowledge (Warner Bros., 1991)

  Como un cochino con un buen charco disfruto debatiendo sobre el bien y el mal de mis bandas favoritas, especialmente cuando en su historial ha habido un hecho diferenciador. ¡Y qué cambio más significativo en una banda de rock que su cantante! ¿David Lee Roth o Sammy Hagar? Al pobre Cherone ni mentarlo, que vaya marrón se comió. En este mismo blog podemos disfrutar de esta división: de los seis discos que editaron Van Halen con Roth a las voces, hay cuatro publicados por nuestro adorado King; con este de hoy, he traído yo dos de la época Hagar. Y no es Mr. Piltrafilla enemigo del pelirrojo, pues de los seis posts sobre su discografía en solitario escritos para nuestro blog, cinco son suyos (el otro, mío). Juzguen ustedes. Eso sí, no se nos puede negar nuestro afán por meter a los hermanos Van Halen y a sus voceras con calzador en esta vinilopedia. Por cerrar esta introducción. Aunque nunca levantaré el pendón de los Van Hagar en una batalla, pues algunos de los discos de Van Roth...

Steelover – Glove me (Pronit, 1984)

Ya estoy aquí de nuevo con otra de mis adquisiciones estivales, este Glove me de los belgas Steelover que me traje concretamente de Cracovia. Y como en el caso del vinilo que os comenté hace quince días, se trata de otra edición polaca licenciada por el sello Mausoleum de una banda belga. Ya es casualidad ¿no os parece?. La banda, formada a principios de los 80, estaba formada por tres amigos de Lieja, el bajista Nick Gardi y los guitarristas Mel Presti y Pat Fréson . Estos se hicieron con los servicios del batería Rudy Lenners , quien había formado parte de Scorpions llegando a grabar dos discos con ellos, y este propuso a Vince Cardillo como vocalista.    Producido por Lenners y el resto de la banda en los Shiva studios de Bruselas, este fue su primer álbum, que les otorgó cierta fama, sobre todo en Polonia. Sin embargo, el proyecto no cuajó y se separaron. Visto y no visto. Pero lo que me lla...

Killer – Shock waves (Klub Płytowy Razem, 1986)

Este es otro de los vinilos que me traje de Polonia, que no es polaco... pero casi. Me explico. Como veis, se trata de Shock waves , editado en 1984 y tercer elepé de la banda belga Killer a la que recuerdo conocer de nombre, pero en la que nunca profundicé. Formada en 1980 por el guitarrista y vocalista Shorty ( Paul Van Camp ) y su amigo el batería Fat Leo ( Leon Van Roosbroeck ), contó con la adición posterior del bajista y vocalista Spooky ( Ivo van Dooren ). Después de editar dos discos, Alfie Falckenbach –publicista de la banda– cumplió el sueño de crear su propio sello discográfico, Mausoleum , y por supuesto, Killer fueron uno de sus primeros fichajes.    Con un line up formado por los mencionados Shorty , Spooky y Double Bear ( Robert Cogen ) –que había substituido a Fat Leo tras su marcha después de editar el primer elepé de la banda–, los Killer entraron e...

Dominoe – Keep in touch (RCA, 1988)

  Algunas historias merecen ser contadas y esta que hoy voy a contaros de la banda germana Dominoe es una de ellas. Raro que conozcas o recuerdes a estos muchachos hoy en día, pero hace casi cuatro décadas tuvieron sus famosos segundos de fama, justo los que duraba un comercial para televisión en aquella época. Formados en la República Federal Alemana, alrededor de Múnich, editaron a finales de 1987 su primer sencillo de título Here I am . La cancioncilla fue elegida por la marca Renault para promocionar su nuevo Renault 5; ese tipo de melodías se colaban en todas las casas: franceses, suizos y alemanes escucharon la pegajosa canción mientras comían o cenaban. El single trepó hasta el cuarto puesto en las listas alemanas y suizas, donde se mantuvo varios meses. Actuaron en las televisiones, hicieron algunos bolos. Y todo con una sola canción en las tiendas. Aquí os dejo la versión larga del promocional, que no tiene desperdicio. Cuando el álbum salió poco después, tuvo un subidón ...

Helix- No Rest for the Wicked (EMI/Capitol 1983)

  El nombre de Helix lleva persiguiéndome desde la adolescencia más o menos. Ahí estaban en la Heavy Rock o en Metal Hammer , que no es que saliesen entrevistas suyas cada poco, pero sí que se anunciaban sus nuevos discos, y luego en la publicidad de aquellas revistas, venían tiendas de vinilos en los que también aparecían la banda original de Ontario.  Otra publicación, Popular 1 , les empezó a prestar atención cuando se vinieron como teloneros de Kiss en el " Lick it Up Tour ". La primera vez en el Estado Español de los norteamericanos fue despintados y con Helix, y hay que decir por las crónicas escritas entonces que causaron muy buena impresión gracias a sus potentes shows.  Pude verles por primera vez en " Disco Visto ", programa dedicado íntegramente a video clips que se emitió entre el 84 y el 85,  en un espacio dedicado al Heavy Metal pasaron " Rock You ", muy potente tanto visual como musical, era el tema que abría el visceral " Walkin The...

Mogul Thrash - Mogul Thrash (RCA, 1971)

  El grupo que hoy traigo por aquí es uno de esos al que se le encuadra gerealmente como dentro del género del Jazz Rock. Siempre he renegado algo de esta denominación “Jazz Rock” que se dio a los primeros grupos que comenzaron a mezclar rock con metales. Esta etiqueta empezó sobre todo con los “Blood, Sweat & Tears” o los “Chicago Transit Authority”. Aunque esto grupos si tenían influencias del Jazz, a mí personalmente me gusta mas llamarlos grupos de “Rock con metales“ (Brass Rock). Mi objetivo es diferenciarlos del “verdadero” Jazz Rock, es decir, el de los grupos de fusión como la Mahavishnu Orchestra, Weather Report, o el acercamiento al Jazz de guitarristas como Jeff Beck o Santana. No olvidemos que, antes incluso que los BS&T o los primeros Chicago, el grupo de Mike Bloomfield, The Electric Flag, ya había incorporado ese sonido de metales en el ámbito del blues rock. Así que, los que tengáis algo de reparo con el Jazz, que no os asuste esta denominación. Musicalmente...