Ir al contenido principal

Dark Funeral - Angelus exuro pro eternus (Regain Records-2009)


Como ya sabéis, acostumbro a comprar vinilos como souvenir de mis viajes. Salvo excepciones, la mayoría son de segunda mano y los grupos no tienen nada que ver con los países visitados. Sin embargo, esta vez iba a pasar unos días en Oslo y Estocolmo por lo que mi intención era hacerme con discos de black metal escandinavo. Así que me he traído tres nuevos vinilos para la colección de los que, evidentemente, pienso hablaros en este espacio a sabiendas de que su escucha interesará a bien pocos de los habituales lectores del blog. Voy a comenzar con los suecos Dark Funeral, banda que se formó en Estocolmo por los guitarristas Lord Ahriman y Blackmoon, o lo que es lo mismo, Mikael Svanberg y David Parland, y de quienes me había gustado mucho su Where shadows forever reign. Este 2022 han sacado We are the apocalypse pero no estaba en la tienda así que me pillé esta reedición –también de este año– de Osmose Productions de su Angelus exuro pro eternus por unos atractivos 18 euros al cambio. 
 

Y como nunca han aparecido por aquí, toca hacer una breve reseña de presentación. Los antes mencionados graban su larga duración de debut junto a Themgoroth al bajo y voces y un tal Equimanthron –qué nombrecitos, madre mía– a la batería, con Peter Tagtgren de Hypocrisy a la producción. Para el siguiente álbum entra como nuevo vocalista y bajista Emperor Magus Caligula –o sea, Magnus Broberg, el primer cantante de Hypocrisy–, Typhos a la guitarra en substitución de Blackmoon y Alzazmon a la batería. Es decir, segundo elepé y solo un miembro original. Para el siguiente álbum encontramos un nuevo cambio de formación, con Dominion a la guitarra y Matte Modin a la batería. Y en su cuarto larga duración volvemos a encontrarnos con cambios al entrar Chaq Mol –oficialmente Bo Anders Nymark– a la guitarra y quedar el bajo en manos del músico de sesión Gustaf Hielm
 

Así llegamos al disco que hoy os presento, este Angelus exuro pro eternus que supone el regreso de Tagtgren a los mandos después de que Daniel Bergstrand produjese su anterior Attera totus sanctus y que, para variar, vuelve a tener nueva formación. Así pues, el line up que grabó esta obra estaba compuesto por Lord Ahriman, Emperor Magus Caligula y Chaq Mol con la adición de B-Force y Dominator –es decir Bennie Fors y Nils Fjellstrom– al bajo y batería, respectivamente. 
 

Total, que grabado, producido y mezclado por el todopoderoso Tagtgren en su estudio The Abyss y con portada de Daniel Valeriani, el track list fue: 
 
A 
The end of human race 
The birth of the vampiir 
Stigmata 
My funeral 
Angelus exuro pro eternus 
 
B 
Demons of five 
Declaration of hate 
In my dreams 
My latex queen 
 

Esta animalada se inicia con The end of human race, rápida, con un doble bombo aplastante y un riff a tope blackmetalero que recuerda a los Cradle of filth más extremos. Le sigue The birth of the vampiir, más rápida aún que su predecesora pero igual de afilada y machacante. Con Stigmata, los Dark Funeral bajan levemente la velocidad, con una afinación un pelín más grave que recuerda a los Rotting Christ. My funeral, de la que se filmó un controvertido videoclip, es otro temazo y otro ejemplo de sonido aterrador, riffs lacerados y una batería desbocada. Y es precisamente el tema título Angelus exuro pro eternus el que me resulta algo repetitivo, tanto en su desarrollo sin los diversos cambios de ritmo que si se dan en sus predecesoras, como en su sonido general. 
 

La cara B comienza con Demons of five, que sigue la tónica de lo anterior en esta apisonadora sónica, aunque en esta ocasión se dan varios cambios de ritmo así como algunos arreglos de guitarra que dan color a esos riffs tan típicos del género. Otro gran tema. Le sigue Declaration of hate, otra cabalgada de doble bombo inhumana a cargo de Dominator. Más de lo mismo, unas voces infernales, riffs que taladran la corteza cerebral... en fin, el infierno en el giradiscos. Uno llega a In my dreams tan metido ya en el averno y la oscuridad que el maremágnum sónico de la producción de Tagtgren no nos impide advertir melodías y capas internas de la cebolla en este tema que, pese a no parecerlo en una escucha superficial, en realidad se aleja de lo escuchado hasta ahora con un resultado muy positivo. Y esta salvajada finaliza con My latex queen, que sigue la senda de todo lo escuchado hasta el momento, con una parte final aterradora en la que la banda echa el freno para dejarnos con ganas de volver a poner la aguja al principio del disco y escudriñar detalles que se nos hayan pasado por alto. 
 





Y eso es todo por hoy. Al no ser un seguidor habitual de la banda, ignoro si es una de sus mejores obras o no, pero a mi –tras degustarlo con atención– me parece altamente disfrutable y recomendable. Eso sí, como he dicho al principio, no está hecho para todos los oídos por lo que no espero que lo escuchéis muchos de vosotros. 
 
¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla

Comentarios

  1. Bienvenido al blog. Una temporada más dando la turra con nuestras maníacas apetencias vinílicas. No somos por aquí de este género, y me incluyo. Los más heavies del lugar nos han ido abandonando o han desaparecido casi del todo. Pero le daré una escucha. Con el género me ocurre lo siguiente: soy de discos. Algunos me encantan y otros, no sé porqué, no soy capaz de terminarlos. Igual tengo que insistir más, qué se yo. Bonita edición, por cierto. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo sabía, pero he venido de Noruega blackmetalero total, o al menos, muy interesado y enamorado de varias bandas. Es verdad que una primera escucha para oídos poco entrenados puede resultar exasperante, pero la variedad de riffs, atmósferas y matices que muchas de esas bandas infieren a sus temas es de verdad muy recomendable. Intenta escucharlos con cariño y poco a poco, sin meterte en vena de golpe el álbum y a ver si te pasa como a mi y comienzas a amar este estilo. Ya ves, te hablo como cuando recomendábamos a la peña comenzar por las baladas de Scorpions y seguir con cosas menos blandas. En fin, mis dos siguientes entradas también serán de esta tónica así que tienes tiempo para irte acostumbrando a la oscuridad y la muerte. Un abrazo.

      Eliminar
  2. Pues el guturalismo no es para mí. He aguantado hasta la tercera pero el ritmo endiablado del doble (a mí me parece hasta triple) bombo y la voz de ultratumba han dinamitado mi esfuerzo. La edición muy bonita, parece que todos estos grupos de black metal satánico cuidan un huevo sus ediciones y que la venta de sus almas al diablo les da la pasta necesaria para ello. Lioso los nombrecillos que se ponen los músicos y curioso el baile de integrantes. En fin, que me alegro que hayas encontrado en ese viaje música que te mueva por dentro. Un abrazo, tío. Tiempo al tiempo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Dani. Respecto al álbum, bueno, ya me hacía una idea de que a ninguno de vosotros os iba a resultar de fácil digestión. Aún has aguantado tres (espero que Stigmata the haya gustado) que ya es muchísimo para tus gustos. Saludos.

      Eliminar
    2. Soy menos de mente abierta que tú, fíjate. Tú escuchas mis mierdas...

      Eliminar
    3. Jajajaja... eso es porque soy un pelín obsesivo en algunas rutinas. Como amante de la música en general y por respeto a todos los que publicamos, decidí que escucharía todo lo que apareciese por aquí, FUESE LO QUE FUESE. Y en eso estoy. Además, uno nuca sabe qué melodías preciosas puede encontrar entre la basura. Venga, relájate, túmbate, cierra la luz, ponte los auriculares y sumérgete en el black metal. Y si no es con este disco, quizás sea con el de la siguiente entrega. Feliz domingo.

      Eliminar
  3. Escuchado King. Un discazo que hace estallar el cerebro y eso, muy de vez en cuando, viene bien. Lo escucho después de Magnum y tengo preparado para después uno de mis disco favoritos de siempre el "Under The Sign Of The Black Mark" de Bathory. Gran viaje, gran disco y gran entrada amigo. Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vaya sorpresón que hayas sido capaz de escucharlo y lo aprecies. No te hacía yo muy fan de estos sonidos. En total van a ser tres entradas dedicadas a este género, cada una con un grupo de estilos variados dentro del mismo saco. Espero que te gusten un poquito. Abrazo de vuelta.

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Rainbow – Down to earth (Polydor-1979)

Sin vinilos raros o exóticos para comentaros esta semana, echo mano de mi fondo de armario vinílico y como en mi anterior visita, dedico la reseña de hoy a otra de esas obras incontestables de finales del siglo XX de las que nadie quiere hablar porque todo cuanto pueda decirse, sobra o es redundante. Pero para eso estoy yo, para redundar en lo obvio. Y para dar a la reseña un enfoque diferente, más que del álbum –que también–, os hablaré de su vocalista. Total, que después de saber de él en Alcatrazz [ aquí ] o MSG [ aquí ], hoy os traigo de nuevo al incombustible Graham Bonnet para presentaros otro enorme disco en el que participó aportando su personalísimo estilo. Poneos cómodos.    Érase que se era el británico Graham Bonnet , un adolescente nacido en una localidad costera del condado de Lincolnshire que se ganaba unas libras cantando jingles para la radio. Su primo Trevor había emigrado con sus padres a Australi...

Helloween - Pink bubbles go ape (1991, EMI)

  Aprovecho la reciente visita a nuestro país de la banda multigermánica Helloween para compartir aquí contigo, lector con orejas inquietas, otro de esos discos que me gusta catalogar con la etiqueta de “síndrome del disco de después”: aquella obra musical editada tras un pelotazo, éxito o gloria en forma de DISCARRAL y que palidece a su sombra independientemente de su calidad o éxito. Discos que han sido “un fracaso” porque vendieron la mitad que su predecesor o porque, simplemente, no respondió a las expectativas. En este contexto, queda claro que casi cualquier cosa que nuestros protagonistas hubieran editado después de “Keeper of the seven keys II” (más aún si lo consideramos un solo disco con su primera parte) iba a ser valorado con el rasero de una(s) obra(s) catalogadas aún hoy como Obras Maestras del Discarralismo (OMD para los entendidos). Si añadimos que las acciones (o inacciones) de algunos de los protagonistas de la banda y alrededores contribuyeron a dificultar la pr...

Megadeth – Peace sells... but who’s buying? (Capitol records-1986) [Resubido]

Hay álbumes que se resisten a aparecer por estos pagos porque son obras tan incontestables y sobre las que se ha dicho y escrito tanto que parece que sobra regresar a ellas. Pero hoy me siento en la necesidad de que eso no me afecte y he venido a expresar obviedades. Creo que no miento si os digo que descubrí a los Megadeth con el So far, so good... so what! [ aquí ] y es un disco que adoro, como otros de la banda. Sin embargo, creo que es en este Peace sells... but who’s buying? en el que se sientan las bases de la carrera de Dave Mustaine y sus Megadeth . Y sí, desde un punto de vista comercial o de calidad compositiva o de sonido, quizás otros álbumes están por encima... pero la importancia de esta obra es capital (sí, yo también utilizo mucho los tres puntos), desde su icónica portada hasta su última nota. Por eso, aunque Omar Sandoval ya comentó [ aquí ] hace más de una década este disco desde una apro...

City Boy - The day the earth caught fire (Atlantic, 1979)

  Si puedes imaginar una reunión entre Jeff Lynne y Freddie Mercury un sábado a medio día con unos cócteles y un piano delante de ellos, puedes hacerte una idea de lo que vas a escuchar en este The day the earth caught fire . Ah, y se pasó por allí uno de los hermanos Gibb (no recuerdo cual, creo que el bajito) en algún momento para retocar algunas armonías y, tal vez, Jim Steinman metió algunas letras a la hora de la cena. Esta mezcolanza la consiguieron seis tipos, seis: Lol Mason a la voz principal, labor que comparte con Steve Broughton, también guitarrista, Mike Slamer, guitarrista principal, y Roy Ward, baterista a la sazón; “solo” hacen coros Chris Dunn, bajista, y Max Thomas, aporreando todo lo que tenga teclas. Hasta cuatro cantantes principales van intercambiando sus roles y todos los miembros, en mayor o menor medida, participando en las composiciones. Una obra muy coral esta. Aquí tienes a los muchachos. Formados como una banda de folk rock a principios de los setenta...

Asteroid B-612 - "Roads, Stars" (2025)

…guitarras distorsionadas, más sutiles y cromáticas creando un paisaje más amable que el poderoso y furibundo bramido de antaño… Por  Jorge García . Cuatro discos como cuatro soles en la década de los noventa, cuatro toques de queda indispensables para aquellos que gustan del rock de fuerte pegada con ascendentes de Detroit y de su Australia natal. Un cuarto de siglo de silencio discográfico, y ahora podemos  decir con pruebas físicas y sonoras en la mano, que  Asteroid B-612   ha vuelto.   Para este retorno, que según palabras de la propia banda  ha nacido del simple deseo de subirse a un escenario con viejos amigos , publican un nuevo álbum titulado  "Roads, Stars"  que ha sido grabado en Australia y España durante el año 2024 y que ha mezclado  Pepe Gomar  y  Mike Mariconda . Por supesto  Johnny Spittless  en la guitarra y el vocalista  Grant McIver  continuan capitaneando la nave junto al batería  Ben Fo...

Mötley Crüe - Too Fast For Love (Leathur Records,1981)

  Mötley Crüe en los días en los que grabaron " Too Fast For Love " vivían como auténticos vagabundos, de casa en casa de quien tuviese las pocas luces de dejarles entrar, lugares abandonados, furgonetas cutres y un sinfín de cuchitriles a cual peor donde los cuatro solían dejarse caer totalmente colgados de caballo.  No era algo exclusivo de ellos, así coexistían muchas de las bandas de la ciudad de los Angeles justo cuando entraron a grabar su debut en Octubre de 1981. La cosa fue muy rápido, en cinco días ventilaron las canciones en una vieja consola API de 24 pistas con Michael Wagener de ingeniero de sonido, el alemán venía directamente de terminar con Accept su tercer disco en estudio " Breaker" .  La grabación se la costeo el propio manager de la banda, y les costó unos cinco mil dólares. Vince, Nikki, Mick y Tommy no tenían casi ni para comprar hamburguesas, pero se las arreglaron para prensar inicialmente 900 copias de Too Fast For Love y venderlas con ...