Qué difícil empezar a escribir esta reseña. Qué difícil me es ser objetiva con ella... Podría empezar contando que es la única mujer que ha sido inducida dos veces en el Rock ‘N’ Roll Hall of Fame, por formar parte de Fleetwood Mac y por su carrera en solitario (con permiso de Carole King, que también ostentará ese honor, cuando sea inducida este año por segunda vez). Podría hablar de su trayectoria como compositora de algunas de las canciones más hermosas de la historia de la música (“Dreams”, “Landslide”, “Rhiannon”, “Gypsy”...). Podría hablar sobre su carisma, su voz especial, y su presencia, o su influencia sobre muchos artistas que se confiesan seguidores incondicionales de esta hada, o bruja, o como queramos llamarla.
Y aún así, me quedaría muy corta, porque Stevie es especial. Es magia, pura magia sobre el escenario. Cuando ella llega, con sus escasos 1,55 metros lo llena todo y ya no hace falta nada ni nadie más en él. A pesar de que siempre ha estado muy bien rodeada y acompañada.
Sus comienzos y su carrera
Stephanie Lynn Nicks, apodada 'Stevie' porque ella misma cuando era pequeña pronunciaba su nombre como "tee-dee", nace en Arizona en 1948, y empieza a escribir canciones muy pronto. Conoció a Lindsay Buckingham a los 18, estado ambos en la escuela secundaria y formaron parte de un grupo llamado The Fritz Rabyne Memorial Band, o Fritz, que teloneó a Janis Joplin, Jimi Hendrix o Jefferson Airplane. Hacían versiones, no tocaban su propia música, pero ella empezó a escribir sus grandes canciones ya en aquella época, guardándolas en un cajón.
Lindsay (tercero por la izquierda) y Stevie formando parte de Fritz |
En 1973 Lindsay y ella, ya fuera de Fritz, lanzan “Buckingham Nicks”, un disco que en aquel momento pasó sin pena ni gloria, a pesar de su atrevida portada, en la que ambos aparecen desnudos de cintura para arriba (aunque no se les ve nada, pero ya sabemos cómo se las gastan los americanos). Encima, la pobre Stevie se gastó más de 100 dólares de la época (una pasta) en una blusa blanca para la sesión de fotos de la portada y cuando llegó a ella, el fotógrafo y Lindsay le dijeron que se la quitara. Aún no se lo ha perdonado.
La polémica portada de "Buckingham Nicks" |
Años después ese disco se ha convertido en objeto de culto pero, como decía, en aquel momento pasó totalmente desapercibido. Sin embargo, Mick Fleetwood andaba buscando sustituto para Bob Welch —el guitarrista al que había despedido después de enterarse que se había liado con su mujer, Jenny Boyd (la hermana de Pattie-'Layla' Clapton y ex Harrison)— y escuchó a Stevie y a Lindsay tocar “Frozen Love”, uno de los temas de su disco, le gustó el estilo del guitarrista y le ofreció la vacante en Fleetwood Mac. Lindsay le dijo que vale, pero que solo si Stevie entraba con él en el grupo. El bueno de Mick, que otra cosa no, pero buen ojo tiene un rato, aceptó y qué más se puede decir… el resto es historia. Compuso “Rhiannon” y “Landslide” para el “disco blanco” de los Mac; “Dreams”, “I Don’t Know To Know” y “Gold Dust Woman” para el mítico “Rumours”; “Sara”, “Storms” y “Sisters Of The Moon”, entre otras, para el doble “Tusk”; “Gypsy” para el “Mirage”; y “Seven Wonders” para el “Tango In The Night”.
El talento de Stevie ha sido reconocido y apreciado, y es una de las mujeres que puede presumir de ello, más allá de su físico. Su voz nasal y característica y su enorme carisma, aparte de sus poéticas composiciones contribuyeron a que así fuera. Su influencia en otros artistas ha resultado definitiva, como Sheryl Crow, Belinda Carlisle, Adele, Taylor Switft, Courney Love o Beyoncé y otras, como Lana del Rey, cuya voz es de textura y tono similar. En definitiva, tenemos delante a alguien que se merece estar en el lugar que está, y es que esta mujer es de extremos: o se la adora o causa indiferencia, pero a quien le gusta Stevie (como es mi caso, no lo escondo xD) la idolatra y a quien le es indiferente suele respetarla bastante.
“Bella Donna”
Stevie empezó a trabajar en el disco entre sesión y sesión de grabación del “Tusk” de Fleetwood Mac, el disco posterior a su bombazo, “Rumours”. Ella misma confesó en diversas entrevistas que estaba “agotada”. Grabó varias demos de canciones que iban a ser para ese disco, pero al haber dos compositores más en la banda, y a pesar de que fue un disco doble, se descartó mucho material, que ella guardó y rescató para incluir en su primer trabajo en solitario, el disco que hoy tenemos entre manos.
Tras el final de la gira de “Tusk”, el 1 de septiembre de 1980, comenzó a trabajar con los músicos que la acompañarían, entre otros, Tom Petty, Mike Campbell, Don Felder, Stan Lynch y Don Henley, bajo la dirección del productor Jimmy Lovine, con quien, por cierto, tuvo un romance (también con Henley, batería y cantante de los Eagles). Finalmente, el disco se lanzó el 27 de julio de 1981.
Las circunstancias en las que se gestan los discos son importantes, evidentemente, pero esta vez a Stevie le sucedió una desgracia una vez lanzado que le impidió disfrutar de su éxito: el día que “Bella Donna” alcanzó el número uno en el Billboard 200, le dijeron que su mejor amiga, Robin Anderson, tenía leucemia. Estaba embarazada en ese momento y solo le quedaban tres meses de vida. Dio a luz un niño, y designó a Stevie como su madrina. "Nunca pude disfrutar de “Bella Donna” en absoluto porque mi amiga se estaba muriendo. Algo se fue ese día, algo dejó". Tras la muerte de Robin en 1982, a Stevie se le ocurrió la ‘genial’ idea de casarse con el viudo –y él la aceptó– de Robin, Kim Anderson, creyendo que ella querría que cuidara del bebé. "Todos estábamos en un dolor tan loco, completamente trastornados", dijo en una entrevista para el “Telegraph” en 2007. Lógicamente, aquello fue un desastre y se divorciaron tres meses después. Pero ha sido una buena madrina para el chaval, Matthew, al que pagó los estudios, algo que en Estados Unidos no es cosa poco importante…
Stevie y su mejor amiga, Robin Anderson |
Todo el material descartado para usar con Fleetwood Mac lo usó Stevie para armar lo que sería su primer trabajo en solitario.
La cara A arranca con “Bella Donna”, la canción que da título al álbum, que empieza lenta y va cogiendo fuerza y ritmo según avanza y una letra muy bonita (“And you say... I never thought it could/Bella donna/Come in out of the darkness...”). El segundo corte es “Kind Of Woman”, un duelo entre Stevie y la guitarra, que al igual que la anterior empieza lenta y va creciendo en intensidad. La letra habla sobre “ese tipo de mujeres” que atormentan.
La tercera fue el primer sencillo del álbum, una de las canciones más conocidas de Nicks en solitario, que hizo a dueto con Tom Petty, “Stop Draggin’ My Heart Around”, escrita por él y Mike Campbell, de los Heartbreakers, con un estribillo pegadizo al que acompañan la guitarra de Petty y los coros.
“Think About It”, con un bonito piano y “After The Glitter Fades”, con una preciosa letra (…) For me, it's the only life that I've ever known/And love is only one, fine star away/Even though the living is sometimes laced with lies/It's alright, feeling remains even after the glitter fades(…); Para mí, es la única vida que conozco/Y el amor es sólo una hermosa estrella muy lejana/Y aunque la vida está muchas veces impregnada con mentiras/No pasa nada, los sentimientos/permanecen mucho después de que el brillo desaparezca).
Fue el último sencillo lanzado del disco, y es el broche de oro para cerrar la cara A y dar paso a la B con el temazo, el tercer single del disco y su canción más popular en solitario, “Edge Of Seventeen”. Si no cantas el estribillo y te pones a bailar con ella, es que estás muerto. Me encanta. “How Still My Love”, en la que Stevie se hace ciertas reflexiones de madrugada sobre si está o no con la persona adecuada.
“Leather And Lace”, el segundo sencillo lanzado, fue escrita para el disco del mismo título de Waylon Jennings y Jessi Colter , pero la canción no fue incluida finalmente en el álbum. La versión de Nicks fue un dueto con el cantante de los Eagles, Don Henley, y estuvo en los puestos más altos de las listas de ventas de Estados Unidos durante semanas a principios de 1982.
“Outside The Rain” es una reflexión sobre el amor, con versos tan certeros –y acertados– como “Love is a word that some entertain/If you find it/You have won the game; El amor es una palabra que a algunos entretiene/Si lo encuentras/Has ganado el juego).
“The Highwayman” (“El bandolero”) tiene una letra que juega con las metáforas de manera magistral, como casi todas las de Stevie, y que cierra el album.
La portada
Con diseño de portada y fotografía de Herbert W. Worthington III –el artífice de la de “Rumours”, a la que hace numerosos guiños– Stevie aparece sobre fondo negro-azulado vestida con una especie de túnica blanca de gasa, unas botas del mismo color y tacón altísimo –que acostumbró a llevar por culpa de Mick Fleetwood y su 1,95 de altura– Sostiene en la mano una paloma blanca, haciendo referencia a la “white winged dove” (paloma de alas blancas) de “Edge of Seventeen” y detrás de ella hay una pandereta de madera donde se apoyan tres rosas blancas, y delante de ella una esfera de cristal grande, muy parecida a la de la portada de “Rumours”. El nombre del disco va en una tipografía tipo gótica y el de la artista en una que recuerda a los libros de fantasia. En la contraportada se ve un plano medio de Stevie con la pandereta y las rosas en la mano, con el rostro iluminado y el resto de la foto en tonos negro-azulados, como en la portada. En la esquina superior izquierda hay unas palabras de la letra de la canción que da título al album: “Come in out of the darkness” (Sal de la oscuridad). En la parte inferior izquierda hay una dedicatoria “Una vez más esta música está dedicada a mi abuelo y a todos sus hijos” Mi copia española de 1981 no tiene la funda interior, que sí tenía las letras, lástima que le falten.
Portada y contraportada de "Bella Donna" |
Vinilo |
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La semana que viene, el día 26, esta géminis portentosa cumplirá 73 primaveras. Ella es un alma libre que sigue escribiendo, componiendo y estando de actualidad, por sus apariciones en los medios, en las redes sociales; porque una de sus canciones se convierta en la más reproducida de Spotify porque a un tipo se le ocurriera subirse a un patinete y hacer 'playback' en Tik-Tok o por no callarse con el gobierno de Trump y su gestión de la pandemia. Sería un sueño que resolviera sus movidas con Lindsay Buckingham y Fleetwood Mac pudiera volver a contar con él como guitarrista, pero no sé yo. Su historia de desamor y desencuentros ha sido larguísima, aunque los fans no perdemos la esperanza. Mick Fleetwood está mediando para que suceda, y lo que ese hombre no consiga es que no puede ser.
Confiamos en ti, Mick. Entretanto, que tu talento siga fluyendo, ‘Welsh witch’. Siempre nos sorprendes, y para bien.
Buen fin de semana a tod@s.
Igual que en la entrada de la semana pasada sobre esta diva, no tengo el gusto de que me guste tanto como a ti. Ni la mitad, vaya. Eso sí. Le reconozco su valía, como compositora e intérprete, por supuesto. Una mujer única que solía hacer lo que le venía en gana, más o menos. Un post glorioso; me encantan las historias de pasión y odio por los artistas o los vinilos que traemos. Siempre le dan un toque especial. A escuchar este disco de nuevo. Abrazo.
ResponderEliminarUna de las razones por las que me gusta esta mujer es precisamente porque siempre ha hecho lo que ha querido y ha sido un espíritu libre. A mí me gusta mucho saber de la historia de los discos que escucho, siempre se pueden entender mucho mejor así, aparte de lo que te sugiera musicalmente hablando. ¡Un abrazo!
EliminarTremenda entrada, que aunque sea una obviedad no está de más recalcarlo. Este disco me encanta, de hecho cuanto más escucho de Stevie Nicks más me gusta, aunque entiendo que para ella el disfrute fuese mucho menor teniendo en cuenta la muerte de su amiga, vaya putada. Sobre lo que dices de Mick, ojalá lo consiga. Sería un concierto top. ¡Abrazo!
ResponderEliminarMick es un crack, ya lo sabemos. Yo confío en él ;) Este disco es de mis favoritos de Stevie en solitario, desde luego es una putada que te pase algo así justo cuando te decides a lanzarte en solitario. Pero nos quedó un disco maravilloso, seguro que con los años lo habrá sentido de otra manera. ¡Un abrazo grande, Alberto!
EliminarCurradísima entrada. En mi caso, con cinco renglones ya me hubieses convencido para escucharlo jaja. Me gusta esta mujer pero reconozco que tengo un problema porque en solitario nunca me gustará tanto como dentro de los Fleetwood y tiendo a comparar, jodiendo a veces el disfrute de sus trabajos, fíjate que tontería.
ResponderEliminarJajaja, me hubiera ahorrado escribir el resto si lo llego a saber… xDD. Es cierto que con Fleetwood Mac suena distinta, porque los demás miembros de la banda le dan su toque propio a las composiciones de Stevie, es lo que tiene estar en un grupo. Es imposible no pensar en sus grandes canciones con FM, pero ella sola hace canciones que son verdaderas poesías, y muy bien hechas.
EliminarLa entrada, estupenda como no podía ser de otra manera. En cuanto al álbum, la voz de Stevie es siempre un chute de belleza y sensualidad. Sin embargo, en mi opinión este disco no llega a la calidad del que le siguió. La verdad es que sólo me gustan -y de qué manera- Edge of seventeen y Outside the rain. Esas dos se llevan la palma, aunque el tema título es también más que escuchable.
ResponderEliminarMuchas gracias, me alegro de que te haya gustado. Yo de este álbum me quedo más con las letras que con la música en muchos casos, y mi favorita es "Edge of Seventeen" también, aunque "After the Glitter Fades" y "Kind of Woman" me levantan la piel y me la ponen de gallina especialmente, y la que hace con Petty también me gusta, pero menos que estas. A mí me gusta mucho este disco y me produce curiosidad saber cómo hubieran sonado estos temas de haber acabado en el "Tusk" u otros discos de FM 🤔.
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