Ir al contenido principal

Black - Wonderful life (1987, A&M Records)

 


 

El 26 de enero es un mal día para tener un apodo en el que aparezca la palabra Black. El 26 de enero de 2020 falleció Kobe Bryant, “The Black Mamba”, en un accidente aéreo. Cuatro años antes, el 26 de enero de 2016, Colin Vearncombe, simplemente “Black”, perdió la batalla contra la muerte tras dos semanas en las que se le mantuvo en coma inducido como consecuencia de las graves heridas que sufrió en un accidente de tráfico en las inmediaciones del aeropuerto internacional de Cork, cerca del pueblo irlandés de Shull, donde residía con su mujer. Por tanto, esta semana se cumplen uno y cinco años de las tragedias, respectivamente. Y como homenaje, os traigo el LP de debut de Black, Wonderful Life, del año 1987. Y sí, para los que os lo estáis preguntando: mi colección discográfica de los 80 es bastante blandengue y popera. Y lo que os queda.

Colin nació en Liverpool y formó su grupo a principio de los años 80, sacando dos singles con la independiente Rox Records y otros dos con WEA. En aquellos tiempos, el grupo lo formaban   Dane Goulding en el bajo, Greg Leyland en la batería, Dave “Dix” Dickie, en los teclados y el propio Colin, voz y guitarra, que se puso de nombre artístico Black, pues pensaba que su apellido no lo iba a recordar ni el Tato. Y el grupo también se llamó Black.  No tuvieron éxito y WEA rescindió el contrato con ellos. Según contó Colin, a aquel despido le siguieron un par de accidentes de coche, una grave enfermedad de su madre, la disolución de su primer matrimonio y, para rematar, se quedó sin casa. Todo ello le llevó a escribir, en plan sarcástico, una cancioncilla titulada “Wonderful life”. Y la publicaron en 1986 en Ugly Man Records. Tras escuchar el single, A&M Records decidió ficharlo con el encargo de un larga duración. Colin y Dave Dix completaron la formación con Roy Corkill en el bajo, Jimmy Hughes a la batería y Martin Green a los saxos. El núcleo de Black, Colin y Dave, publicó otro trabajo más: Comedy en el 88 (de relativo éxito, sobre todo en España). En ese momento, separaron sus caminos y Colin se quedó con el nombre de Black, publicando en A&M un disco homónimo en el 91 de excelsa calidad y, a partir de entonces, varios bajo la etiqueta de su propia disquera, Nero Schwarz Records (negro en italiano y alemán). El primero de ellos, Are we having fun yet?, fue un fracaso comercial en comparación a los anteriores. Pero, qué queréis que os diga, siento debilidad por los discos “malditos” de la discografía de muchos artistas. Y este es uno de esos casos. Sin embargo, el batacazo a nivel personal tuvo que ser enorme, pues Colin, abandonó el apodo artístico de Black y editó varios trabajos bajo su propio nombre hasta que el 2005 retomó su seudónimo publicando Between two churches, con gran éxito de crítica, aunque poca repercusión. Y siguió haciendo buenos discos hasta su muerte en 2016.



Bien, volvamos al Wonderful Life. El diseño es total en blanco y negro y Colin como protagonista en las fotografías de Perry Ogden, por lo que la mayoría de la gente creímos en su momento que no era un grupo sino un artista. Está producido por Dave Dix. Y en su versión en CD tiene cinco cortes más. El primer single fue “Everything’s coming up roses”, que pasó sin pena ni gloria por las listas. El segundo, “Sweetest smile”, una delicosa canción que hizo que me comprase el disco, tuvo bastante más repercusión y sonó en todas las emisoras.



Eso hizo que los ejecutivos de A&M decidieran volver a lanzar el single por el que contrataron a Black: “Wonderful life”. Y aquí sí dio el pelotazo, ayudado por ser la canción escogida para varios anuncios. Disparó las ventas del trabajo y puso a Black en el mapa al menos tres años y tres discos, que vendieron unos tres millones de unidades. En nuestro país colaboró incluso en el doble LP de Duncan Dhu, Autobiografía. Luego, el olvido, más o menos, como ya os he contado.


Los otros singles extraidos del LP son "I'm not afraid" y "Paradise", aunque yo destacaría el tema "Sometimes for the asking".






Esta es la canción donde hace los coros a los Duncan Dhu:

En esta incluso canta una estrofa entera en nuestro idioma:




 

Injustamente, aparece en las típicas listas de “one-hit wonder”, de lo que se mofa el propio Black en el disco Between two churches, haciendo una deliciosa “Are you having a wonderful life?”. Quizás su estilo entre Bryan Ferry y Morrisey le dejó en tierra de nadie. Sé que se me tirarán al cuello, pero ojalá Morrisey hubiese sido tan buen artista como Colin: escuchad “More than the sun” uno de sus primeros singles, y que os dejaré por ahí abajo, es muy bueno. También os dejo "Swingtime", mi preferida de su disco Are we having fun yet?





Por último, del tema “Wonderful life” hay varias versiones conocidas, de Katie Melua, Kim Wilde y Tony Hadley (cantante de Spandau Ballet), por ejemplo. En plan, metalero, los bosnios Heaven Rain hicieron una versión.


Pero la que ha dado más juego en versiones metaleras, es “Everything’s coming up roses”:la de los húngaros Nevergreen y, sobre todo, la de Evan K, el guitarrista de los alemanes Mystic Prophecy.






Comentarios

  1. En fin... ya sabes que tengo por costumbre escuchar todos y cada uno de los vinilos reseñados aquí, tanto por respeto a los colaboradores como por un -creo que sano- afán descubridor.

    Sin embargo, a veces se me hace difícil. Mucho más cuando se nos amenza con frases como "Y sí, para los que os lo estáis preguntando: mi colección discográfica de los 80 es bastante blandengue y popera. Y lo que os queda".
    Y no creas, agradezco tus colaboraciones y respeto tus gustos (a veces incluso coincidimos, ¡milagro!). Pero... a veces uff!!

    Total, que aquí estamos, un viernes más, escuchando a un tipo del que creo que sólo conozco esa Wonderful life. No creo que me llame la atención más allá de hoy, pero venga, que no se diga. Saludos y buen fin de semana.

    PLAY.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues me está gustando, ¡qué coño!

      Eliminar
    2. Sorprendido me hallo. O quizás no tanto: tu oído musical es multidisciplinar

      Eliminar
    3. Black es de esos artistas que una tema les hace tocar el cielo pero que también condiciona a todo el mundo su escucha. Ya dije que es mejor artista que Morrisey, a mi modo de ver. Aún así, hay que escucharlo en el momento adecuado. A otras horas del día, te podría parecer aburrido. Personalmente, me gusta mucho cuando el pop tiene pinceladas de jazz y soul, como es el caso. Me alegro que te haya sorprendido gratamente aunque no pase a formar parte de tu playlist habitual. Nunca te acostarás sin saber algo nuevo, y menos por aqui. Un saludo y feliz finde.

      Eliminar
  2. Qué alegría recordar a Black!!! Siempre me han gustado "Wonderful life" y "Everything...", para mi no ha sido nunca valorado lo suficiente, supongo que como dices, por ser demasiado parecido a Morrissey o Bryan Ferry.
    Me ha encantado la reseña!!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, desconocido!!! Estoy contigo, infravalorado. Hace años me dio por escuchar sus trabajos en la década del 2000 y me parecieron muy muy aceptables.

      Eliminar
  3. A mí también me gustan los discos malditos de mis artistas favoritos. Yo lo llamo "basurilla". Y me encanta la basurilla. Se nota que este tipo te gusta, vaya, y haces bien en reivindicarlo por aquí, que faltaba, como tantos otros que, poco a poco, irán apareciendo hasta completar la vinilopedia más completa y personal del Universo conocido. A pinchar un rato a este negro. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Bueno, en una recopilación de los 80 nunca faltaría el Wonderful Life. Pero más allá de ese tema hay vida suficiente. Más que basurilla, muchas veces son discos incomprendidos...

    ResponderEliminar
  5. Solamente conozco la canción famosilla, veremos el resto. Me he reído mucho con lo de "mi colección de los 80 es bastante blandengue, y lo que os queda". Grandioso, claro que sí. Tengo que retomar mis entradas blandengues yo también, que te estoy dejando abandonado entre tanto heavy que abunda por aquí. Lo que no creo, te lo adelanto desde ya, es que me guste más que Morrisey, pero quién sabe... abrazos Dani!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A ver qué te parece. A mi Morrisey es que me parece un poco bluff, pero entiendo que te guste más que este Black...a pesar de estar sobrevalorado jaja. En serio, a ver si disfrutas. Un abrazo.

      Eliminar
  6. Este disco me encanta, en su día lo escuché enterito y lo recuerdo perfectamente, hasta esos videoclips donde el pobre Black salía de negro y con cara de funeral (me he quedado de piedra al enterarme de su muerte, ¡joder!) pero su voz me encantaba. A mí también me conquistó “Sweetest smile”, pero esto es un revival de mi adolescencia que me ha hecho sonreír mucho. El día que empiece a sacar mis joyas ochenteras, “sus vais” a enterar, jajaja xD. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay, la adolescencia!!! A mi me gustaba mucho su voz, muy de terciopelo pero potente cuando quería. Y tiene composiciones muy buenas. Tenía muy trabajados 3 de sus 4 primeros discos. Y cuando me dio por investigar sus trabajos del nuevo siglo, me sorprendió.

      Eliminar
  7. Este disco me encanta, en su día lo escuché enterito y lo recuerdo perfectamente, hasta esos videoclips donde el pobre Black salía de negro y con cara de funeral (me he quedado de piedra al enterarme de su muerte, ¡joder!) pero su voz me encantaba. A mí también me conquistó “Sweetest smile”, pero esto es un revival de mi adolescencia que me ha hecho sonreír mucho. El día que empiece a sacar mis joyas ochenteras, “sus vais” a enterar, jajaja xD. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay, la adolescencia!!! A mi me gustaba mucho su voz, muy de terciopelo pero potente cuando quería. Y tiene composiciones muy buenas. Tenía muy trabajados 3 de sus 4 primeros discos. Y cuando me dio por investigar sus trabajos del nuevo siglo, me sorprendió.

      Eliminar
  8. Qué maravilla por favor. Y qué recuerdos. Grandísima entrada!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Fantástico artista, sí señor. Gracias por lo que me toca.

      Eliminar
  9. Otro de lsoq ue solo conozco el tema clásico. Estoy descubiendo lamentablemente que no he sacado nada de partido a todo lo que sabes y/o tienes.
    Ainsssss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cada uno a lo suyo, jajaja. Qué lejos quedan esas épocas en las que nos intercambiábamos los discos.

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Paice Ashton Lord - Malice in Wonderland (Polydor, 1977)

Esto no estaba previsto. Este disco no estaba en la lista de títulos para reseñar en #FFVinilo. Pero es que el fin de semana pasado por fin pude hacerme con él, y tenía ganas de compartirlo. Los que leéis esto ya conocéis esa sensación de ir pasando discos y encontrar de repente esa portada que tienes en la cabeza desde hace tiempo. Qué sensación. Se que vosotros me entendéis, así que no encuentro mejor foro para compartir ese momento que este blog, lleno de melómanos “vinileros”. Lo curioso es que no solo encontré una, sino dos copias, una francesa (“gatefold”) y una inglesa (sencilla). Con buen criterio, me quedé con la inglesa. Y claro, eso se nota en el sonido. ¡Como suena esta maravilla! Si os gustan esas producciones típicas de los 70 con mucha profundidad y dinámica lo vais a disfrutar (nada que ver con las producciones actuales, cada vez más “planas”). A la producción, la leyenda, Martin Birch (Deep Purple, Whitesnake, Black Sabbath, Iron Maiden, …). ¿De dónde sale este grupo?

Scorpions – Love at first sting (Harvest-EMI, 1984)

Y si hace unas semanas os hablé aquí del inmenso 1984 de Van Halen , hoy toca comentar el no menos imprescindible Love at first sting de los alemanes Scorpions , otro que este año también celebra su 40º aniversario. La banda venía de una gira internacional presentando Blackout , el pedazo de disco que finalmente los había puesto en el mapa –yo mismo los descubrí gracias a él, os lo conté aquí – y tenían la misión de superarse, algo nada fácil no sólo en el aspecto creativo. Una de las razones era la mala relación entre el bajista Francis Buchholz y Dieter Dierks , dueño de su compañía de discos y productor del grupo desde 1975. Por eso, cuando la banda –que empezaba a tener dinerito del bueno– pidió grabar el nuevo álbum en un estudio que no fuese el del productor, Dierks se los llevó a los Polar studios de Estocolmo –exacto, los de Björn y Benny de ABBA – pero dejó en Hannover al bajista, contratando como músico d

Firehouse - Firehouse (CBS, 1990)

El pasado 5 de abril falleció el cantante de Firehouse, Carl Jeffrey Snare, por un fallo cardíaco en un proceso cancerígeno que le había llevado unos días antes a pasar por un quirófano. Además de ser un seguidor fiel de la banda, les he visto dos veces en directo; una de ellas la recuerdo con especial felicidad por lo que disfruté (tocaron junto a unos fantásticos TNT).  Casualmente, la semana pasada en este blog hablaba, en los comentarios de un post, del legado de algunos músicos más o menos desconocidos por el "gran público" comparándolo con otros del mismo o menor valor idolatrados, quienes reciben homenajes y se les dedican calles. Con esa reflexión me quedé enganchado. Al repasar la discografía de Firehouse, me di cuenta de algo obvio: existen músicos que han dejado un legado en nosotros. Da igual lo importante que sean más allá de nuestras orejas. Nos pertenecen. Y C. J. Snare es, para mí, uno de esos músicos. Desde este debut que hoy comparto su voz me ha acompañ

Boikot - Los ojos de la calle (Discos Barrabás, 1990)

  Hay música que corresponde a un momento concreto de nuestra vida y que, por edad usualmente, por cuestiones personales a veces, queda ahí anclada, como un bonito recuerdo. Música a la que no suelo volver casi nunca. Y ese caso lo representa perfectamente el debut de Boikot. En el devenir de la cultura rock madrileña se conformó, en la segunda mitad de los ochenta, un grupo de bandas jóvenes con unas sonoridades muy particulares, emparejadas con eso del rock urbano, pero tintado de una manera particular en la que escuchábamos las raíces de Leño o Burning junto con ramalazos unas veces punk, otras más metaleras, otras más seventies, incluso algo de blues. Ahí puedes meter a Esturión, Casablanca, Porretas o los mismos Boikot.  En medio de ese “fregao” musical cobró protagonismo Mariano García, polémico personaje, especialmente en sus últimos años. Generó negocio, oportunidades y ayudó a crear y mantener “la escena” madrileña a través de varias salas (Canciller, Barrabás), su labor promo

CJ Ramone "Last Chance To dance" (2014)

En 1989 poco después de la publicación de   Brain Drain ,  Ramones  se encontraban en un momento de crisis interna. El bajista y principal compositor del grupo, el carismático  Dee Dee Ramone , abandonaba el combo definitivamente. Para cubrir su plaza  Johnny  reclutó al joven  Chris Ward , rebautizado para la ocasión como  CJ Ramone . Al principio, como es normal, costó que los fans del grupo lo aceptasen pero a lo largo de los siguientes siete años  CJ  llegó a tener un fuerte rol dentro del grupo, llegando a grabar hasta cuatro temas en  Adiós Amigos  (1995), el disco póstumo de  Ramones.