Ir al contenido principal

Dio - Killing the dragon (Spitfire, 2002/BMG 2019)



Un disco de heavy con todo lo que tiene que haber: enormes guitarras, una base rítmica potente, un cantante en forma con algunos momentos brillantes y letras sugerentes. Pero ocurre que cuando uno alcanza la gloria se le juzga respecto a eso. Y vaya gloria consiguió el imprescindible Ronnie James Dio: a finales de los setenta con Rainbow, después entrando en los ochenta con Black Sabbath y ya avanzando la década con su propio nombre, Dio. Y si no escalas otra vez el Everest, el Mont Blanc o el Aconcagua parecen una broma, que para eso no vengas, chaval. Y este Killing the dragon está por encima de muchos discos de heavy de la época y me atrevería a decir que se acerca a los clásicos de este hombre con mucha dignidad.



Pongámonos en situación. Los noventa fueron años duros para el heavy clásico. Las bandas se disolvieron, perdieron miembros, intentaron adaptarse a un mercado donde sus capacidades y sus logros carecían de valor. Ronnie intentó adaptarse a esos sonidos y, tras unos años, quiso volver a su sonido clásico, a renacer de nuevo. Lo intentó con Craig Goldie a la guitarra en Magica (2000) y volvió a la carga reclutando a Doug Aldrich tras el abandono de Goldie (que ya había comenzado a componer y figura en los créditos). Entraron a grabar este álbum junto a ellos Jimmy Bain al bajo y los teclados, labor que compartió con Scott Warren, y el batería Simon Wright. Equipazo. Se encargó de la producción el propio Dio, grabando en los estudios Total Access (California, USA).

Los temas son brillantes, tanto en el sonido final y la mezcla como en las propias composiciones. Las letras vuelven a las historias clásicas. Entre mis preferidas, la propia Killing the dragon (excelente solo), Scream (quizá la mejor letra y el mejor estribillo), Better in the dark, Rock & roll (a pesar de su letra simplista, funciona), Push, Throw away children (coro infantil incluido) y Before the fall. Doug hizo un personal trabajo que recuerda por momentos a Vivian Campbell, dejando este álbum en un nivel alto, y colaborando en la composición de Along came the spider, riff bestial. Un guitarrista infravalorado siempre.



De la impactante ilustración y el artwork general se encargó Marc Sasso, autor de portadas y posters de gente como Judas Priest, Adrenaline Mob, Halford o Slayer.

La edición que traigo es la reciente de BMG, con una portada tridimensional. Es una pena que no se aprecie en la fotografía. Gatefold, créditos y fotos. Muy bien acabado. Y el vinilo suena a gloria.

Un abrazo heavy para este fin de semana de (aún) confinamiento.









Comentarios

  1. ¡Discazo! No puedo añadir nada más. ¡Abrazos confinados!

    ResponderEliminar
  2. Empecé a escuchar este LP gracias a Spotify, que después de escuchar el Holy Diver me "sugirió" la canción Scream, de este disco. Lo escuché y me encantó, este hombre es una de las grandes voces del heavy. Estoy de acuerdo con lo que comentas, no me parece que esté muy lejos del Rising de Rainbow o el Heaven and Hell de Sabbath (40 palos le caen hoy a ese disco). Abrazos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No soy imparcial ni objetivo con este tipo. Casi todo lo que ha hecho me gusta. Y creo que su carrera en el siglo XXI fue muy buena también. Abrazo de vuelta.

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.

Ramoncín - Al límite vivo y salvaje (1990, BMG)

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que este sábado tengo una Cita con mi chica para irnos de concierto a ver y escuchar al señor José Ramón Márquez , os traigo uno de los directos más importantes del rock español. Muchos denostan y menosprecian la figura e impronta de Ramoncín en nuestro rock patrio por su época de adalid de los derechos de autor a la cabeza de la infame SGAE, por su etapa de tertuliano y protagonista del papel cuché e, incluso, por su largo periplo como presentador de un concurso de televisión (mis amigas se pegaban por ir de público para verlo, todo hay que decirlo). Bien, pues no saben separar el polvo de la paja. Yo paso de todo aquello, y me quedo con la música que es lo que todos aquí amamos. Me voy a quitar desde el principio la parte técnica e histórica. Grabado en el 90 durante unos recitales en los que no presentaba ningún disco nuevo lo que le quitaba un poco de presión. Luego nos enteramos de que eran una despedida: en aquel m...

Extremoduro - Yo, minoría absoluta (DRO, 2002/2014)

  Cuando una banda de rock alcanza el éxito tiende a repetir la fórmula o a dejarse domar por los sonidos que le imponga la discográfica. En el caso de Roberto Iniesta, el Robe, alma, cerebro, venas y corazón de Extremoduro, el éxito le pilló preparado. "La masa es imbécil. Si sales en la tele puedes hacer un libro, un disco o lo que se te ponga en la punta del nabo. A mí eso no me interesa ni vender más discos ni que me conozca más gente. Como estoy ahora estoy bien, pudiendo organizar una gira y no tener que decir «no puedo dejar de tocar en noviembre porque no tengo un puto gil», así me vale". Y continuó haciendo lo que le dio la gana después del éxito de Agila (1996): editaron el directo Iros todos a tomar por culo (1998) y el controvertido Canciones prohibidas (1999), donde daban rienda suelta a su creatividad, con éxito y críticas reguleras.  Y se tomaron un descanso. "Creo que cuando siguen haciendo cosas buenas y nuevas los grupos funcionan, aunque estén dos o...

Ilegales - Agotados de esperar el fin (Epic, 1984)

  Este es uno de los discos de mi vida. De esos que tienes tan metidos dentro de ti que no necesitas escucharlos con frecuencia. De hecho, hace muchos años que no lo escuchaba, y al volver a hacerlo para escribir esta reseña me ha provocado las mismas sensaciones que recordaba. Como suele pasar en estos discos, me sabía de memoria el orden de las canciones y hasta el tiempo que dura el espacio entre canción y canción. Esta nueva escucha me ha servido también para reafirmar mi opinión de que este es uno de los mejores discos españoles de la historia. Así de claro. Esta cinta (ya que primero fue una cinta grabada, antes de hacerme con el vinilo), fue una de esas que desgasté en mi radio cassette en mi época preadolescente. Ni siquiera tenía caratula, ni los títulos de las canciones, pero fue una de mis cintas favoritas durante esa época. Siempre me chocó el sonido tan especial del disco. Una “reverb” exagerada en la voz, el sonido de la batería super seco, casi cercano al de una ...

Los Ronaldos - Saca la lengua (1988, EMI)

      ¿Qué mejor excusa para escribir la entrada de hoy que Coque Malla da esta noche un concierto en el Wizink Center de Madrid celebrando el 40 aniversario de su carrera musical en el que sus ex compañeros de Los Ronaldos le acompañarán en el repertorio que rememore de aquella época? Pues es una fantástica excusa, pero yo tengo otra casi mejor para hablar de este disco: y es que el rock nos gusta y nos divierte. Nada mejor para escuchar rock and roll, yeah. Cuando empecé a escuchar música estaba influenciado por mi hermano mayor, que era un fanático del heavy metal anglófono y mi hermano Carlos, mucho más popero pero también con la mayoría de discos en inglés. Y por ello, yo no escuchaba música en español. Me sacaban 9 y 7 años por lo que iban mucho más avanzados y les seguía. Un ejemplo, en mis adoradas VHS’s con videoclips, apenas hay temas en español: directamente no se grababa si lo entendíamos. El caso es que todo empezó a cambiar allí por finales del 88 y ...