Antes de nada, os diré que me da en la nariz que la mayoría de los que nos arrastramos por este antro rockero ya tenemos una cierta edad, pero por si algún millennial descarriado decide caminar por el lado bueno de la música, dejadme que os distraiga con un breve preámbulo. A finales de los 70, los californianos Quiet Riot gozaban de cierta fama que sin embargo no les había hecho conseguir un contrato digno. De hecho, en cuanto pudieron firmar con un sello importante... este distribuyó sus álbumes en Japón unicamente. Era la época en la que el mítico Randy Rhoads formaba parte del grupo, del que saltó para unirse a Ozzy Osbourne tanto para alcanzar mayor proyección como para perder de vista a sus compañeros Kevin DuBrow y Kelly Garni, eternamente peleados. De esa época son los temas incluidos en el recopilatorio The Randy Rhoads years del que podéis leer mis impresiones aquí.
Total, que ese fue el fin de la banda tal y como era conocida hasta el momento. Pero poco después, DuBrow decide renacer de las cenizas reclutando a Carlos Cavazo a las guitarras, Frankie Banali a la batería y Rudy Sarzo –que ya había pasado una temporada en la banda pese a no haber grabado con ellos– tras salir de la banda de Ozzy, donde había conseguido una plaza gracias a Randy. Esa fue la formación que grabó el imprescindible multiplatino Metal health. Le siguió Condition critical, un verdadero fracaso que ni se acercó a las ventas y calidad de su predecesor y que en mi opinión –pese a contener algunos temas salvables– era una copia menor del anterior, lanzado con la indisimulada intención de calcar su éxito. Hasta grabaron una nueva versión de Slade.
Entre eso y las continuas salidas de tono del bocazas de DuBrow, Sarzo decide dejar el grupo y no es hasta dos años después que Quiet Riot sacan nuevo disco, el QR III que hoy os traigo y que –tanto en sonido como imagen– es un perfecto reflejo del hard rock de pelos cardados, vestimentas llamativas y coros que se llevaba en la época y que marcó a todas las bandas del momento, desde Judas Priest a Whitesnake, pasando por Mötley Crüe, Y&T o el mismo Ozzy.
Así, nuevamente producido por Spencer Proffer en The Pasha Music House con la formación habitual pero con Chuck Wright al bajo y la adición de John Purdell a los teclados y sintetizadores, Quiet Riot pusieron en las tiendas un nuevo álbum con portada de Hugh Syme, otro de los habituales de la época.
El track list fue el siguiente:
A
Main attraction
The wild and the young
Twilight hotel
Down and dirty
Rise or fall
B
Put up or shut up
Still of the night
Bass case
The pump
Slave to love
Helping hands
El inicio del disco con Main attraction no podría ser más rompedor con el estilo de la banda, con un sintetizador que dilapida la reputación conseguida con el megaventas Metal health. Pese a ello, cuando entra la voz de DuBrow y los matadores coros del estribillo, se reconoce perfectamente el sonido Quiet Riot. Pero ni el aceptable trabajo de guitarra es capaz de apartar ese mohín que se nos queda mientras esos sintetizadores extraños siguen sonando. Sin reponernos de la sorpresa comienza The wild and the young, con un riff que nunca ha dejado de recordarme al de I know there's something going on de Russ Ballard popularizado pocos años antes por Anni-Frid Lyngstad, una de las cantantes de ABBA. Aquí también sorprende el protagonismo de los teclados de John Purdell y una producción que en aquel momento resultó muy extraña. Sin embargo, la voz de Kevin, los coros marca de la casa y la guitarra de Carlos seguían ahí para no apartarnos de la idea de que estábamos ante un álbum de los Riot. Con Twilight hotel, Spencer Proffer no nos lo pone fácil para abandonar la estupefacción y ataca con un AOR de lo más melódico. Llegados a este punto debo deciros que QR III es otro de esos ejemplos típicos de un trabajo que en su momento supuso una completa decepción para muchos de nosotros pero que ahora, pasado el tiempo, me resulta de lo más notable. Quizás los jóvenes metalheads éramos un monumento a la intransigencia y el talibanismo o a lo mejor es que no estábamos preparados para cambios estilísticos tan radicales. Pero instrumentalmente la banda se encontraba en un momento perfecto e incluso Wright conseguía que no echásemos de menos a Sarzo. Down and dirty es también extraño en su producción, pero al menos es más fiestero y menos melódico que sus predecesoras. Lo mismo pasa con Rise or fall, la más rockera de la cara A aunque sin olvidar los sintetizadores.
La segunda cara se inicia con Put up or shut up, más cercana al sonido Saxon del momento que a ese intento de convertirse en una banda comercial de hard melódico. Casi no se oyen teclados y desde Kevin hasta Frankie Banali, todos nos regalan una buena interpretación. Es el primer trallazo de hard rock potente desde el inicio del disco. Still of the night es la baladita del disco, otro tema en el que Carlos Cavazo demuestra que sin ser un guitar hero, es un músico más que solvente. Bass case es un solo de bajo prescindible que en directo tendría su razón de ser pero que en un disco no instrumental no deja de ser una intro de –en este caso– The pump, un tema anodino en mi opinión. Más interesante, aunque de nuevo en los terrenos del hard melódico, es la siguiente Slave to love. Se trata de una canción pegadiza cuya única pega –que más de treinta años después ya ha perdido toda su importancia– es que, una vez más, no casa con el sonido habitual de la banda. Y así, con una kissera Helping hands, finaliza este experimento comercial –que no sin calidad– titulado QR III.
Y es que pese a no tener el nivel de Metal health –en realidad, era imposible repetir su éxito–, ubicado en su época no resulta tan malo, al menos para tener un cantante continuamente borracho, puesto de coca y cabreado con la industria musical, la prensa y un productor que tenía claro que nunca más trabajaría con él. Quizás es la nostalgia, pero ya os he comentado que creo que ha sido injustamente infravalorado e incluso os diría que al no ser una copia tan descarada del Metal health como fue Condition critical, me resulta aún más meritorio que este último. En fin, sea como sea, es otro álbum ochentero de una de las bandas con las que crecí y eso, a estas alturas, ya lo justifica casi todo.
Pues volvemos a tener por aquí una banda segundona de los ochenta con un disco mediocre, en mi opinión, si bien comparto contigo que los años nos hacen valorar más algunos discos que nos chirriaban en la época. Y al contrario, quizá dar otros por sobrevalorados. Quizá si hubieran tenido más suerte en sus primeros años habrían dado ese pasito adelante que les faltó a partir de Metal health. Abrazo ochentero, je, je.
Banda segundona y disco mediocre jajajajaja... te has cargado mi ilusión nostálgica ochentera en cuatro palabras jajajajaja. Dale una escucha con cariño y verás que no está tan mal. Te lo dice el abuelo King.
Ja, ja, vale, disculpa. Haré como me dices. No recuerdo que sea malo, solo flojo. Pero por lo que comentas tú del sonido y la falta de punch. Hace años que no lo reviso. Me pondré el corazón ochentero, baby.
Estoy con Rockologia en lo de que es un disco flojito, no tanto en lo de banda segundona: Los discos con Rhoads y el Metal Health pueden ser considerados clásicos de este rollo, fueron relativamente importantes en su momento.
Correcto. Aunque es cierto que, pese al pelotazo millonario que supuso el Metal health, los Riot siempre estuvieron como a un peldaño del estrellato y las grandes giras. Yo también reivindico la etapa con Rhoads, aunque el sonido es evidentemente setentero. Salud!
Graciaa a Quiet Riot El Metal Le abrio las puertas a muchss bandas y la gente es estados unidos y inglaterra estaban hartos del punk y derivados.aunke me gustan los ramones es lo uniko reskatable del punk.Pero el Disko de Quiet Riot 3 Es Flojo pero mui bueno el salvaje y el joven es un trallazo kon mucho punch y los teclados de john purdell son geniales.banda segundona?no lo kreo el Riot tiene su merito y punto.no me digan ke motley crue era la gran kosa despues de shout at the devil sakaron pura mierda.soi fan de Quiet Riot desde los 12 años es mi banda favorita se todo sobre ellos ahora tengo 38 años pero amo al Riot y todo lo ke sea metal.Saludos a dueño del blog escelente blog.ffvinilo mi nombre es:rikardo israel cortes burgos....y saludos a todos los metalheads(una pena ke kevin ya no este en este mundo,pero nos dejo su musika y su voz(por cierto condition critical para mi opinion es mejor album ke el metal health.el solo de condition critical es increible y un gran guitar hero carlos cavazos.
Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.
Cuando una banda de rock alcanza el éxito tiende a repetir la fórmula o a dejarse domar por los sonidos que le imponga la discográfica. En el caso de Roberto Iniesta, el Robe, alma, cerebro, venas y corazón de Extremoduro, el éxito le pilló preparado. "La masa es imbécil. Si sales en la tele puedes hacer un libro, un disco o lo que se te ponga en la punta del nabo. A mí eso no me interesa ni vender más discos ni que me conozca más gente. Como estoy ahora estoy bien, pudiendo organizar una gira y no tener que decir «no puedo dejar de tocar en noviembre porque no tengo un puto gil», así me vale". Y continuó haciendo lo que le dio la gana después del éxito de Agila (1996): editaron el directo Iros todos a tomar por culo (1998) y el controvertido Canciones prohibidas (1999), donde daban rienda suelta a su creatividad, con éxito y críticas reguleras. Y se tomaron un descanso. "Creo que cuando siguen haciendo cosas buenas y nuevas los grupos funcionan, aunque estén dos o...
Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que este sábado tengo una Cita con mi chica para irnos de concierto a ver y escuchar al señor José Ramón Márquez , os traigo uno de los directos más importantes del rock español. Muchos denostan y menosprecian la figura e impronta de Ramoncín en nuestro rock patrio por su época de adalid de los derechos de autor a la cabeza de la infame SGAE, por su etapa de tertuliano y protagonista del papel cuché e, incluso, por su largo periplo como presentador de un concurso de televisión (mis amigas se pegaban por ir de público para verlo, todo hay que decirlo). Bien, pues no saben separar el polvo de la paja. Yo paso de todo aquello, y me quedo con la música que es lo que todos aquí amamos. Me voy a quitar desde el principio la parte técnica e histórica. Grabado en el 90 durante unos recitales en los que no presentaba ningún disco nuevo lo que le quitaba un poco de presión. Luego nos enteramos de que eran una despedida: en aquel m...
Ya lo he escrito en este blog: a veces no escucho música, escucho recuerdos. Las canciones se pegan a los momentos en los que vivimos y al volver a ellas es inevitable revisar las imágenes y las emociones que las acompañaron. En otras ocasiones, uno se siente hasta protagonista, como si el músico las hubiera compuesto para nosotros, pensando en "eso" que nos sucede. Y en otras, literalmente, sin tocar ningún instrumento, somos esa canción. Esto último sucede con este Medina Azahara en directo : yo estuve en ese concierto, por lo que, de algún modo, cuando escucho el disco, ahí al fondo, está mi voz. Fan de "los Medina" ni fui ni me considero, pero un concierto de ruido al lado de casa había que disfrutarlo. El álbum se grabó un 30 de junio de 1990 en el anfiteatro Egáleo de Leganés, Madrid, escenario al aire libre mítico aquellos años; allí vi también a Panzer, Burning, Sangre Azul y alguno más. Por cierto, a la banda la presentó aquella noche José Carlos Molina (...
Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero ...
Y tras el hiato estival y la visita de Hetfield & co . de hace quince días, hoy toca reseña de la serie “ Los singles de mami ” en la que, como ya sabéis los habituales, aúno mi amor a la música en formato vinílico con el recuerdo a mi madre –fallecida hace poco más de un año– y a su gusto por la música pop de su juventud. Los protagonistas de hoy son Los Relámpagos , un grupo de rock instrumental que –como muchas bandas e intérpretes en aquella época– surgieron a raíz de un concurso musical en el que coincidieron José Luis Armenteros (guitarra), Pablo Herrero (órgano), Ricardo López Fuster (batería) y los hermanos Ignacio y Juan José Sánchez-Campins (guitarra y bajo, respectivamente). Los cinco darían forma a Dick y los relámpagos , que no tardaron en perder de su nombre a Dick , fuese quien fuese el tipo. En 1962 comienzan a tocar en un club a cambio de vales de consumición y propinas y dedican los domin...
Pues volvemos a tener por aquí una banda segundona de los ochenta con un disco mediocre, en mi opinión, si bien comparto contigo que los años nos hacen valorar más algunos discos que nos chirriaban en la época. Y al contrario, quizá dar otros por sobrevalorados. Quizá si hubieran tenido más suerte en sus primeros años habrían dado ese pasito adelante que les faltó a partir de Metal health. Abrazo ochentero, je, je.
ResponderEliminarBanda segundona y disco mediocre jajajajaja... te has cargado mi ilusión nostálgica ochentera en cuatro palabras jajajajaja. Dale una escucha con cariño y verás que no está tan mal. Te lo dice el abuelo King.
EliminarJa, ja, vale, disculpa. Haré como me dices. No recuerdo que sea malo, solo flojo. Pero por lo que comentas tú del sonido y la falta de punch. Hace años que no lo reviso. Me pondré el corazón ochentero, baby.
EliminarEstoy con Rockologia en lo de que es un disco flojito, no tanto en lo de banda segundona: Los discos con Rhoads y el Metal Health pueden ser considerados clásicos de este rollo, fueron relativamente importantes en su momento.
ResponderEliminarAbrazo a ambos
Correcto. Aunque es cierto que, pese al pelotazo millonario que supuso el Metal health, los Riot siempre estuvieron como a un peldaño del estrellato y las grandes giras. Yo también reivindico la etapa con Rhoads, aunque el sonido es evidentemente setentero. Salud!
EliminarAMO el rollo sintex AOR que llevan en este album.
ResponderEliminarGraciaa a Quiet Riot El Metal Le abrio las puertas a muchss bandas y la gente es estados unidos y inglaterra estaban hartos del punk y derivados.aunke me gustan los ramones es lo uniko reskatable del punk.Pero el Disko de Quiet Riot 3 Es Flojo pero mui bueno el salvaje y el joven es un trallazo kon mucho punch y los teclados de john purdell son geniales.banda segundona?no lo kreo el Riot tiene su merito y punto.no me digan ke motley crue era la gran kosa despues de shout at the devil sakaron pura mierda.soi fan de Quiet Riot desde los 12 años es mi banda favorita se todo sobre ellos ahora tengo 38 años pero amo al Riot y todo lo ke sea metal.Saludos a dueño del blog escelente blog.ffvinilo mi nombre es:rikardo israel cortes burgos....y saludos a todos los metalheads(una pena ke kevin ya no este en este mundo,pero nos dejo su musika y su voz(por cierto condition critical para mi opinion es mejor album ke el metal health.el solo de condition critical es increible y un gran guitar hero carlos cavazos.
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