Ir al contenido principal

Sammy Hagar – VOA (Geffen-1984)


Amigos, vaya por delante que soy de los que opinan que Van Halen sin David Lee Roth no eran Van Halen, pero eso no significa que no respete y admire a este californiano que exuda ROCK con mayúsculas por todos sus poros. Así pues, obviando su paso por la banda de Edward y Alex y sus múltiples proyectos posteriores, me centro en la primera fase de su carrera para hablaros del gran Sammy Hagar. Y habiendo comentado ya aquí su primer éxito como vocalista de Montrose y de su colaboración con Neal Schon en HSAS, hoy os traigo uno de los álbumes de su prolífica singladura en solitario desde mediados de los 70 a mediados de los 80, en concreto el último que grabó antes de entrar en la banda de los hermanos Van Halen. Me estoy refiriendo a VOA –iniciales de la compañía de radiodifusión creada por el gobierno norteamericano Voice Of America–, que contenía uno de los éxitos más conocidos del guitarrista y cantante, I can’t drive 55


Producido por Ted Templeman –que también se encargó de la percusión– entre los Fantasy recording studios y los Sunset sound studios, contó con la participación de Gary Phil a la guitarra rítmica, Bill Church al bajo, David Lauser a la batería y Jesse Harms a los teclados. La portada fue obra de Raul Vega sobre diseño de Vigon/Seireeni y el track list consistió en los siguientes temas: 

A 
I can’t drive 55 
Swept away 
Rock is in my blood 
Two sides of love 

B 
Dick in the dirt 
VOA 
Don’t make me wait 
Burnin’ down the city 


El álbum comienza con la archiconocida I can’t drive 55, hard rock de inconfundible riff, acertados teclados de apoyo y un estupendo bajo de Bill Church. Sin duda, un temazo en el que Sammy está fantástico a las voces y con su guitarra, que abre el apetito y las ganas de seguir devorando el disco. Swept away es otro fantástico tema, con inicio guitarrero y un desarrollo que alterna pasajes que me recuerdan a The Police –e incluso a Yes– con otros típicamente hardrockeros. Es otro temazo de calidad en el que los teclados de Harms también tienen gran protagonismo. Rock is in my blood es muy guitarrera, pero musicalmente se acerca al hard melódico. Es otra bonita canción de este fabuloso álbum cuya cara A finaliza con Two sides of love, un hard rock con bonitos coros y profusión de teclados, un poco meliflua para mi gusto. 


Nos plantamos en la cara B con Dick in the dirt, un hard rock clásico con un buen solo de guitarra que precede al incombustible VOA, tema que da título al disco y que –al igual que me pasa con Shine a little love de la E.L.O. por ejemplo– me obliga a moverme sin control poseído por el espíritu de la música. Te-ma-zo. Después de una canción así es difícil mantener el nivel, por lo que en lugar de seguir con otro tema lleno de energía, Hagar nos obsequia inteligentemente con Don't make me wait, un medio tiempo en el que se luce con la voz y las seis cuerdas. Y el punto final lo pone la fantástica Burnin’ down the city, hard melódico con potentes guitarras y unos teclados siempre presentes que arropan ese torrente de voz que el bueno de Hagar tenía por entonces. 


En resumen, una joyita de disco que al fin forma parte de mi colección de vinilos y que hoy he querido compartir con vosotros. 

¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla


Comentarios

  1. Por aquí traje yo el primero que hizo ya en Van Halen, con un cambio significativo en el sonido. Desde luego Hagar es uno de esos tipos a los que no se hace justicia nunca: gran cantante, buen compositor, con una colección de canciones muy digna. Y, además, uno de los mejores vocalistas de Van Halen, ja, ja. Adoro su etapa VH también, no le tengo ningún gato, aunque para mi hay un grupo con David y un grupo con Sammy. En fin, que es grato tener a este rubio hipermetalizado por este blog. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Exacto, están Van Halen y Van Hagar jejejeje. Lo dicho, que es un gran vocalista y una figura imprescindible del hard de los 80. Abrazos y feliz semana.

      Eliminar
  2. Joer, una de las mejores voces Rock de los 80 y ese sonido tan hard rock de esa época que me gusta muchísmo. Yo le descubrí con las Van Halen y he escuchado algunos temas suyos como solista. Este disco nunca le he escuchado entero....en ello estoy ya. Muy potente!!!

    ResponderEliminar
  3. Peazo disco. Lo tenía mi hermano y nunca lo escuché. Me está gustando muchísimo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Judas Priest – Killing machine (CBS, 1978)

Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero

Cactus - One way...or another (ATCO, 1971)

  El grupo que traigo hoy es uno de esos que, a pesar de su calidad, no logró el éxito comercial que merecieron durante su existencia, y creo que hoy en día tampoco han adquirido el nivel de reconocimiento que merecen. Aunque hace años el amigo  Rockología  ya se encargó de avisaros con la reseña de su tercer disco (“ Restrictions ”), yo no me canso de hablar de este a grupo a todos los aficionados al hard rock setentero, o al rock guitarrero en general. Ya sé que esto se dice de muchos grupos, pero es que éste era un supergrupo. Esta palabra, que generalmente se utiliza muy a la ligera, aquí cobra todo su sentido, y, si no, fijaos qué plantel. Camine Appice à la bateria. Tim Bogert al bajo, Rusty Day a la voz y la armónica, y Jim McCarty a la guitarra. Carmine Appice es uno de los mejores y más influyentes bateristas de la historia del rock. Fue el primero en comenzar a tocar la batería con una contundencia inusual. Según el propio Appice, se vio obligado a hacerlo porque debía ha

Bourbon - Bourbon (Born too late, 2024)

  Hay bandas, o discos a veces, que se cuelan entre mis orejas por bellas casualidades. Y Bourbon se coló por la casualidad de leer y fiarme de la opinión y el gusto del compañero de barrio Carlos Tizón , famoso en el mundo entero como Motel Bourbon (qué casualidad, se apellida igual que la banda, ¿serán parientes?). Allá por el cercano 2010 escribía en su blog sobre unos chavales de Sanlúcar de Barrameda a quienes había visto en directo recomendando su primera grabación, un EP titulado Dónde te escondes, hermano . Contenía tres canciones que sonaban de aquella manera, pero donde había algo diferente, ese gancho necesario para darle otra vez al play.  Ahí podría haber quedado la cosa, pero, de nuevo en su blog, me enteré de la edición de su ”primer largo”, Fango (2013) y este no se me escapó. Aún hoy me parece una joya y por entonces escribí “parece mentira que estos cuatro tipos estén paseando su arte por Cádiz. ¿No tendrán algún pariente en Jacksonville o el mismo Delta del Missis

President - Have a nice trip (1993 - Barrabás)

Si alguien me hubiera preguntado, oye Paco ¿dime tres ciudades de España en la que no haya bandas de heavy/thrash metal? Una de ellas, no por nada en especial, por desconocimiento total de la escena metálica salmantina, o por ser una ciudad universitaria, de pequeño tamaño y poco industrial, seguramente hubiera sido Salamanca. Pues, me hubiera equivocado.

KISS-ASYLUM (1985-Mercury)

  A mediados de los 80, seguramente que de KISS lo único que quedaba era el nombre. Ace Frehley y Peter Criss no estaban físicamente y Gene Simmons aunque seguía figurando casi que tampoco, vivía más interesado en una carrera cinematográfica que no despegaba o produciendo a bandas del nuevo Glam Metal USA como Keel o Black N Blue.  Si me apuras, The Paul Stanley Band no hubiese sido un mal nombre, ya que el antaño "Chico de las Estrellas" era el único que realmente tiraba del carro en aquellos años. Gracias a él y a Vinnie Vincent disfrutamos de los primeros Kiss "desmaquillados" merced al aplastante por momentos "Lick It Up". Cuando Cusano fue expulsado por sus excentricidades la banda grabó el irregular "Animalize", que bueno, tampoco estaba tan mal y hasta nos brindó con un VHS de la época bastante subido de tono.  Y luego llegó "Asylum" con un nuevo guitarrista llamado Bruce Kulick y otra oportunidad para seguir en la reciente rueda