Amigos, viendo que no se ha publicado aún ninguna entrada de estos canadienses, os traigo hoy a los Helix, banda formada a mediados de los 70 en Ontario que llegó al gran público a principios de los 80 tras fichar por Capitol records. La verdad es que nunca he sido un seguidor de la banda –siendo sinceros, convendréis conmigo en que nunca ha jugado en primera división– pero temazos como Heavy metal love, Rock you o Deep cuts the knife los he tenido grabados a fuego en el cerebro desde el momento en que los escuché por primera vez. Precisamente este último pertenece al vinilo del que este viernes os hablo y es el single “culpable” de convertir el álbum en un superventas y permitirles hacer giras por Canadá, Estados Unidos y Europa.
Grabado en los Phase one recording studios con producción de Tom Treumuth por el line up habitual con Brian Vollmer a las voces, Paul Hackman y Brent Doerner a las guitarras, Daryl Gray al bajo –con la colaboración de Ken Sinnaeve en diversos temas– y Greg Hinz a la batería, la cubierta mostraba una fotografía de la banda de Deborah Samuel y tenía el siguiente track list:
A
The kids are all shakin’
Deep cuts the knife
Ride the rocket
Long way to heaven
House on fire
B
Christine
Without you (Jasmine’s song)
School of hard knocks
Don’t touch the merchandise
Bangin’ off-a-the bricks
Inaugura el vinilo The kids are all shakin’, un hard rock ochentero con gran nivel que sirve de muestra del sonido del álbum. Deep cuts the knife es uno de los temazos que me hizo conocer a esta banda y provocó que con los años –no lo hice en su momento– acabase haciéndome con el disco. Aún guardo en una vieja cinta VHS el clip de la canción grabado de algún programa de televisión de la época tipo Tocata. Ride the rocket es otro tema hardrockero que sigue los cánones de la época y que tiene un estribillo diseñado para corear con el grupo en alguno de sus conciertos, simple pero efectivo y con un buen solo de Hackman y Doerner, que cumplen aceptablemente con su instrumento sin ser unos guitar heroes. Llega la canción que da título al disco y que mantiene la tónica general de la obra, moviéndose en el campo del hard rock con coros y buenas guitarras, atractivo, radiable y poco complicado, no tan pulido como podrían ser unos Def Leppard pero con clara vocación de llegar a las masas. House on fire se inicia con una intro de guitarra que no permite adivinar el ritmo enérgico que tomará el tema cuando la banda en pleno entre en acción. Es uno de mis favoritos del disco pese a su simpleza.
Y es que en este álbum típicamente ochentero en el que se advierten ramalazos estilísticos de numerosas bandas de la época –Christine, con la que se inicia la cara B, es otro buen ejemplo de ello– no se debe esperar otra cosa que canciones con poca complicación, diseñadas para mover la cabeza, tararear y bailotear por el comedor haciendo air guitar. Con Without you (Jasmine’s song) la banda no se aparta un pelo de la senda marcada y nos ofrece un medio tiempo a lo Dokken bastante efectivo. En cuanto a las canciones restantes School of hard knocks, Don’t touch the merchandise y Bangin’ off-a-the bricks lo cierto es que aportan bien poco en cuanto a sonido –la última quizás es la más lograda de las tres– y no dejan de ser muestras de hard rock estandarizado, un poco como los Helix mismos, instrumentalmente más que aceptables y divertidas pero sin esa chispa que les haga diferentes. Pese a todo, un álbum estupendo para entrar en contacto con la banda.
¡Feliz viernes y felices fiestas!
@KingPiltrafilla
A mí Helix me entraron con su No rest for the wicked y por ahí anduve escuchando algunos discos ochenteros, aunque coincido en que nunca tuvieron ese toque de primera línea. Aun así, unos segundones con temas excelentes repartidos por su discografía. Bueno traerlos por aquí, desde luego. Abrazo y felices días.
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