A finales de los 60 el polifacético John Mayall estaba en plena eclosión creativa, dispuesto a liderar el trono del blues británico a toda costa. Y vaya si lo consiguió. Tras la publicación de su anterior trabajo junto a Eric Clapton (una obra capital del género) John Mayall no sólo no tardó ni un año en publicar este A Hard Road, sino que fue el primero de los tres discos que publicaría ese 1967.
No era tarea fácil calzarse las botas del que estaba considerado el mejor guitarrista de su generación. Pero Mayall, ávido cazatalentos, puso su ojo sobre Peter Green y acertó de nuevo.
Greeny |
Green se explaya a gusto durante todo el disco, compartiendo protagonismo junto a la armónica y los teclados de Mayall. Destaca sobremanera en dos prodigios instrumentales: The Stumble y, sobretodo, The Supernatural (uno de los puntos álgidos del disco). El tema fue compuesto por Green expresamente para el álbum y contiene las notas sostenidas más famosas del blues blanco. Estas notas sostenidas y melancólicas, junto a su peculiar técnica de vibrato y su fraseo de cadencia pausada y lleno de feeling, otorgaron a Green un sonido particular, desvaneciendo toda crítica de aquellos que pudiesen tacharle de imitar a Clapton. No en vano el mismísimo B.B.King, que grabó junto a Green, declaró que "Peter tiene el tono más dulce que jamás he oído, es el único hombre que me llegó a hacer sudar". Palabras mayores del rey del blues.
Además Green también canta los temas You Don't Love Me y The Same Way de manera más que notable.
Los Bluesbrakers fueron una verdadera cantera de músicos de la que salieron un buen puñado de grupos. Para este disco la nueva formación volvía a ser tan potente como efímera. Aynsley Dunbar fue la nueva incorporación, junto a Green, a la batería. Tras su paso por los Bluesbreakers Aynsley colaboraría con un amplio elenco de músicos y grupos tales como Frank Zappa, David Bowie, Lou Reed ,Whitesnake o UFO. Mayall siempre tuvo buen olfato para elegir a sus músicos. Aynsley, junto al bajista John McVie (quien formaría años después Fleetwood Mac junto a Green) forman una gran base rítmica idónea para dar rienda suelta a las improvisaciones de Mayall y Green. Para algunos temas Mayall contó con una sección de viento que le da un aire muy Soul a temas como Leaping Christien, Looking Back, Another Kind Of Love y Someday After A While.
En Hit The Highway el endiablado teclado de Mayall sirve de base para las geniales improvisaciones de Green. Un dúo realmente infalible, también a las voces. Es innegable que la breve unión entre Mayall y Green dio como resultado un material altamente brillante.
Mayall miraba al blues americano en busca de inspiración, llevando la revisión del género que hacían gente como los Yardbirds, Animals o los primeros Rolling Stones a un nivel superior. Dust My Blues, el gran clásico de Elmore James en la que Mayall también toca la guitarra, suena tan polvoriento como su título y es un claro ejemplo de esa buena asimilación de las diferentes influencias. Una nueva forma sincera de interpretar el viejo blues que sentó catedra.
Mayall, como buen ilustrador que es, también se ocupó del dibujo de la portada de un disco que rezuma autenticidad por todos lados y donde cada nota tiene su razón de ser. El veneno del blues había picado definitivamente a Mayall y estaba dispuesto a vivirlo al máximo. Como él mismo dice en las líneas originales que escribió para el disco "You know I was born for trouble and it's a hard road 'till I die".
Men encanta!!!!! muchas gracias, buen aporte!!
ResponderEliminarQué decir más. Un álbum genial de un artista, por entonces, en su cumbre creadora. Vinilazo de blues blanco total. Un abrazo.
ResponderEliminarNo sabía que Mayal también le diera a la ilustración. Sin el blues el r&r no sería nada. Saludos.
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