Ir al contenido principal

T. Rex - "Electric Warrior" (1971)


Estoy seguro de que en pleno verano no os apetece ni lo más mínimo leer una vez más  las eternas disquisiciones sobre si fue primero la gallina (Marc Bolan) o el huevo (David Bowie) en esto del glam.
Realmente tampoco parece que a día  de hoy tenga  demasiada importancia, lo importante es la herencia que a modo de discos hemos recibido las posteriores generaciones tras el deceso del denominado glam-rock, (deceso sujeto a continuas resucitaciones).
Pero tampoco es cuestionable que Marc Bolan puso una piedra que actuó como cimiento antes de la llegada de otros históricos trabajos y formaciones que se adhirieron a aquello del glam, esta piedra es el álbum que hoy traemos aquí, el inmortal (aunque no tan beatífico como otros, incomprensiblemente): "Electric Warrior".



Ahora que lo pienso no me parece ni este género ni este Lp el más adecuado para un verano de altas temperaturas como éste, no considero que en estos surcos se pueda encontrar nada que resulte refrescante o relajante, todo lo contrario, si tendría que poner sobre la  mesa algún adjetivo que definiese el sonido y atmósfera de este disco, éste sería claustrofóbico, como permanecer en un espacio pequeño, rodeado de aparatos eléctricos despidiendo calor y un manto de sudoroso hechizo lumínico que penetra en cuerpo y alma; un aislamiento espacial (evidente influjo de la odisea llevada al cine por Kubrick un par de años antes), se impregna en textos y ruidos que aderezan las canciones, y en la base los principios básicos del rock y el rhythm & blues al servicio de unas melodías de corte pop y unos arreglos en muchos casos barrocos y densos, en definitiva un disco excitante como una luz roja sobre la cama de unos amantes veteranos.


A todo esto contribuyen decisivamente Tony Visconti, productor del trabajo y Roy Thomas Baker, ingeniero, además por supuesto de las sublimes composiciones del imborrable Marc Bolan.
Sin complejos define el sonido del disco el primer corte, el denso y oscuro "Mambo sun", una especie de funky eléctrico en el se ponen sobre la mesa las cartas con las que va a jugar la partida este guerrero eléctrico, los coros, las baterías y el sonido de las guitarras, todo viscoso y sugerente, rodeado de fantasía y el modo sensual de catar de Bolan, con este tema se puede explicar todo el trabajo.
Pero es que además de este excepcional inicio, los influjos galácticos nos llegan con la genial "Cosmic dancer", bonita melodía y tremendo trabajo de teclados, cuerdas y batería.
"Jeepster" viene pegada a un riff y un ritmo que es puro rhythm & blues pero ácido y con etiqueta propia. Vuelven sonidos cósmicos, coros de gracia, ritmo seco y guitarras infectadas y delirantes con "Monolith", gran melodía y otro tema perfecto.
Más bues, este menos disfrazado y sin apenas maquillaje para cerrar la primera cara con "Lean woman blues".





El comienzo de la segunda cara estalla con la inmortal "Get it on", con ese riff árido y esos vientos, los teclados de Rick Wakeman, con el susurro tóxico en la voz de Marc y el estribillo que se clava al cerebro, un clásico que marca el núcleo del glam.
Sigue la onda espacial en "Planet queen", y llegamos a la balada del disco, acústicas para variar, una melodía irresistible, una vocalidad etérea... "Girl" es una canción maravillosa.
Guitarras mas claras y abiertas en un tema de sencilla aceptación melódica, bailable y suntuosa: "The motivator", que conduce a otro tema sugerente y bonito que sería punto de encuentro de temas posteriores: "Life's gas" es otro tema de corte futurista inmenso.
Rabiosa, adictiva y casi punk "Rip off", el guerrero nos despide con ferocidad eléctrica y derroche de teclas, guitarras y amígdalas.






"Electric Warrior" es, bajo mi prisma, una obra maestra total, iniciática, un disco que se escucha y se siente en la piel, los poros no pueden permanecer ajenos a su deflagración sónica y la influencia que ejerció hizo que muchos vampirizasen partes de su contenido, pero esto ya hemos dicho que no nos apetecía debatirlo otra vez.

Comentarios

  1. Ahora mismito me pongo a escucharlo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No te arrepentiras.
      Salud

      Eliminar
    2. Me ha sonado bastante a Bowie en muchos momentos... pero más que un tema gallina/huevo, creo que la razón es la visión de Visconti, que influyó en ambos. Quién sabe.

      Eliminar
    3. No lo creo King, te digo porque si te retrotráes a anteriores trabajos de Bolan, cuando se llamaba Tyrannosaurus Rex o incluso al anterior a este "T.Rex" ya se evidencia este sonido y la tendencia futurista y fantastica que gustaba impregnar a su musica, Visconti llego luego porque su trabajo en Space Oditty lo hacía idóneo.
      Bowie fusila muchas cosas de Bolan, pero como digo es un debate eterno y que no tiene faciles conclusiones.
      Abrazo.

      Eliminar
  2. Que gran entrada, me gusta mucho el estilo de los T-Rex de Marc Bolan, son parte esencial para entender la evolución del rock en los años '70s. Yo tengo éste trabajo en CD pero me imagino que en vinilo debe tener un sonido realmente asesino. Coincido en que es una obra maestra. Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es un disco mítico y desde luego que gana en vinilo, yo lo compre en CD en su día y tambiíen, pero claro fue concebido para el formato de 33RPM.
      Gracias y un saludo.

      Eliminar
  3. Siempre he creído que este álbum en concreto (y Bolan en general) junto a los primeros años de Alice Cooper Band con su vodevil y su sonoridad alocada, fueron la semilla de Ziggy. Pero como bien dices, da igual, el caso es que Bolan junto a Visconti fabricó un álbum (casi) perfecto, en sus composiciones, en su sonoridad, en sus arreglos muchas veces excesivos, en su atmósfera prieta pero encantadora. Tremendo. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo tengo clarísimo que Bowie fusila a Bolan y un poco también a Alice, pero como digo es un debate eterno y suele ser farragoso.
      Y ojo que yo soy fan de Bowie, pero la verdad es evidente.
      Abrazo.

      Eliminar
  4. Conocía a t rex desde hace muchos años pero no fué hasta que leí este post quenme dio por escucharme el disco entero y buscar la discografía, me lleve una sorpresa cuando vi que Bolan ya habia hecho más trabajos antes de 1970 y vi su amplia discografía que ahora estoy escuchando. Muchas gracias!! Buen review, creo que a partir de ahora me dedicare a subir críricas más amplias y personales en vez de limitarme solo a describir las características de los discos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Boikot - Los ojos de la calle (Discos Barrabás, 1990)

  Hay música que corresponde a un momento concreto de nuestra vida y que, por edad usualmente, por cuestiones personales a veces, queda ahí anclada, como un bonito recuerdo. Música a la que no suelo volver casi nunca. Y ese caso lo representa perfectamente el debut de Boikot. En el devenir de la cultura rock madrileña se conformó, en la segunda mitad de los ochenta, un grupo de bandas jóvenes con unas sonoridades muy particulares, emparejadas con eso del rock urbano, pero tintado de una manera particular en la que escuchábamos las raíces de Leño o Burning junto con ramalazos unas veces punk, otras más metaleras, otras más seventies, incluso algo de blues. Ahí puedes meter a Esturión, Casablanca, Porretas o los mismos Boikot.  En medio de ese “fregao” musical cobró protagonismo Mariano García, polémico personaje, especialmente en sus últimos años. Generó negocio, oportunidades y ayudó a crear y mantener “la escena” madrileña a través de varias salas (Canciller, Barrabás), su labor promo

Creedence Clearwater Revival - "Green River" (1969)

  Las canciones, conscientes de su pegada y su carácter de inmediatez, se liberan de artificios y apéndices instrumentales.... Por Jorge García . Pocas bandas a lo largo de la historia han conseguido hacer tanto y tan bueno en menos tiempo que el que emplearon los cuatro componentes de la  Creedence Clearwater Revival . Aunque de los tres años que la formación empleó en grabar discos (con John Fogerty al frente), 1969 fue el que se llevó la palma con tres álbumes publicados en menos de doce meses. Y para más inri, podemos afirmar que al menos hasta el tercer catálogo publicado por el grupo, el nivel fue a más, alcanzando con su tercera entrega,  "Green River",  su mejor trabajo hasta aquél momento. Precisamente de esta tercera intentona discográfica vamos a hablar hoy. Un disco en el que el menor de los Fogerty alcanza un status como compositor y líder ciertamente demoledor, tomando el mando de la situación y construyendo un disco de apenas media hora de duración pero con tod

Paice Ashton Lord - Malice in Wonderland (Polydor, 1977)

Esto no estaba previsto. Este disco no estaba en la lista de títulos para reseñar en #FFVinilo. Pero es que el fin de semana pasado por fin pude hacerme con él, y tenía ganas de compartirlo. Los que leéis esto ya conocéis esa sensación de ir pasando discos y encontrar de repente esa portada que tienes en la cabeza desde hace tiempo. Qué sensación. Se que vosotros me entendéis, así que no encuentro mejor foro para compartir ese momento que este blog, lleno de melómanos “vinileros”. Lo curioso es que no solo encontré una, sino dos copias, una francesa (“gatefold”) y una inglesa (sencilla). Con buen criterio, me quedé con la inglesa. Y claro, eso se nota en el sonido. ¡Como suena esta maravilla! Si os gustan esas producciones típicas de los 70 con mucha profundidad y dinámica lo vais a disfrutar (nada que ver con las producciones actuales, cada vez más “planas”). A la producción, la leyenda, Martin Birch (Deep Purple, Whitesnake, Black Sabbath, Iron Maiden, …). ¿De dónde sale este grupo?

Triumph - Just a game (RCA, 1979)

  Mi adoración por este trío canadiense es relativamente reciente. De hecho, la adquisición de sus vinilos ha ido a la par con la evolución de este blog. Y hoy me apetecía compartir y reivindicar este tercer largo para completar el magnífico repaso que el compañero de barrio KingPiltrafilla ya ha hecho anteriormente. En mi opinión, Triumph atravesó tres etapas: la primera, la inicial, como casi todas las bandas, buscando el éxito, que consiguieron a partir de este Just a game (alcanzaron el platino en su país natal y el disco de oro en Estados Unidos) y certificaron con el siguiente Progression of power (1980); encadenaron varios excelentes discos hasta cerrar su segunda etapa con Thunder seven (1984); los últimos discos les llevaron a una deriva más AOR aún, y a la pérdida progresiva de ventas y fama que acabó con la formación tras Surveillance (1987). Escuchar estas tres obras seguidas es un manual de evolución del hard rock en los ochenta, por cierto. Hoy comparto Just a game ,

Loquillo y Trogloditas - Mientras Respiremos (Hispavox, 1993)

  Revisando los discos de los que he hablado en este blog me he dado cuenta de que aún no he reseñado ninguno de mi artista español favorito. Así que esta entrada va a servir para saldar esta deuda con una de las grandes leyendas en la historia del rock en España, y uno de los grupos que más alegrías musicales me ha dado a lo largo de mi vida: Loquillo y Trogloditas. Con una carrera de más de 40 años, puede que se antoje difícil la elección de un solo disco. En este mismo blog ya tenéis algunas reseñas de otros discos de Loquillo, pero, paradójicamente, tenía muy claro a qué disco dedicar mi primera entrada sobre “Loquillo y Trogloditas”. Al que considero el disco más importante de su carrera: “Mientras respiremos”. Es también probablemente mi disco favorito. Es difícil elegir entre su abundante discografía, tanto con Trogloditas, como en solitario, pero cada vez que hago mentalmente una lista de mis discos favoritos de Loquillo, éste nunca baja del pódium. Si, puedo afirmar sin mied