Ir al contenido principal

Disillusion – Loudness (1984)


Si no hace mucho os hablé de los Earthshaker, ese grupo japonés que descubrí gracias a Music For Nations, hoy os quiero dar a conocer Disillusion, el primer álbum que me compré de Loudness, otra banda nipona que también pude disfrutar gracias al mencionado sello discográfico británico. Los Loudness se habían formado en 1981 en Japón por el guitarrista Akira Takasaki y el batería –tristemente desaparecido a causa de un cáncer- Munetaka Higuchi. En 1983, mientras los citados Earthshaker se encerraban en un estudio de San Francisco apadrinados por Masa Itoh y Adrian Smith, Takasaki y sus compañeros se embarcaban en una gira por los Estados Unidos que tuvo una extensión hacia Europa que les brindó la oportunidad de grabar en SARM Studio de Londres el que sería su cuarto álbum, Disillusion, con producción de la propia banda y Julian Mendelsohn de ingeniero de sonido. 


Con un line-up que incluía –además de los mencionados Higuchi y Takasaki- al bajista Masayoshi Yamashita y al vocalista Minoru Niihara –que había formado parte de Earthshaker en sus inicios a finales de los 70-, Loudness lanzó este Disillusion a primeros de 1984 en Japón por Columbia, en Gran Bretaña por Music For Nations –que es la copia que tengo yo, identificada por el número de serie MFN22 con portada de Sohtaro Shiraisi- y en el resto de Europa por Roadrunner Records. El éxito fue tal, que en verano del mismo año se editó Disillusion (English Version) con nueva portada y el añadido de un tema instrumental. Debo deciros que a mi me gusta mucho más su Lightning Strikes del 86 –álbum con el que alcanzaron el estrellato a nivel internacional-, pero con este Disillusion es con el que les descubrí por lo que le tengo especial cariño. Además, puede decirse que en este álbum guardan aún la esencia del sonido nipón inicial, algo que en posteriores obras fue occidentalizándose hasta llegar a un –fallido en mi opinión- grado sumo de americanización con la inclusión como vocalista de Mike Vescera en el 88. 

El track list era el siguiente: 

A 
Crazy doctor 
Esper 
Butterfly 
Revelation 

B 
Exploder 
Dream fantasy 
Milky way 
Satisfaction guaranteed 
Ares lament 

De todos los temas, destacaría Dream fantasy, Esper, Satisfaction guaranteed, Crazy doctor, Ares lament y por supuesto la instrumental Exploder, una de las que convertiría en héroe de la guitarra a Akira Takasaki al que algunos llamaron el Eddie Van Halen nipón. 

Os acompaño los clips de las mencionadas Crazy doctor, Dream fantasy, Ares lament y Exploder





Feliz viernes. 

@KingPiltrafilla

Comentarios

  1. No deja de sorprenderno KingPiltrafilla una vez mas.

    Quien dirira que esto es una banda nipona.
    Está claro que no existen fronteras en esto del metal.
    y para que le llamasen el Eddie Van Halen nipon no trendria que ser manco.

    ResponderEliminar
  2. Le recomiendo que busque su discografía. De momento, el último clip es de la instrumental Exploder. Escuche y opine si Akira era manco. Saludos.

    ResponderEliminar
  3. El ilustrador de la portada se llama Sohtaro Shiraishi. Saludos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Pantera - Vulgar display of power (ATCO, 1992)

  Darrell Lance Abbot, alias Dimebag, antes Diamond, y Vincent Paul Abbott, conocido como Vinnie Paul, son famosos en el mundo de la música por formar parte de Pantera . A los catorce años Vinnie comenzó a tocar la batería; su hermano, dos años menor, intentó emularle, pero el bueno de Vinnie no le dejaba tocar su instrumento, así que Darrell se agenció una guitarra. Se pintaba como Ace Frehley y hacía poses delante del espejo. Unos meses más tarde, los dos tocaron su primera canción juntos: Smoke on the water. Y desde entonces permanecieron unidos en lo personal y en lo musical. A principios de los ochenta formaron Pantera (Vinnie, 17 años, Dimebag, 15). Su padre, Jerry Abbot, músico country y compositor, quien tenía un estudio, les produjo sus primeros cuatro discos y les hizo de manager hasta que firmaron con Atco Records. En esos años, grabaron tres discos de glam metal (algo más metal que glam): Metal magic (83), Projects in the jungle (84) y I am the night (85) con el cantante

Lex Lüger - Creepshow (The Fish Factory, 2024)

       El vampiro ha vuelto. Lex Lüger está de regreso y vuelve con su flamante nuevo disco,“Creepshow”.   Para este disco, Lex Lüger se inspira en las dos primeras películas de “ Creepshow” , que visual y conceptualmente eran un homenaje a los cómics de terror de los años 50. Películas que son auténticos clásicos del cine fantástico y de terror y cintas VHS que no podían faltar en aquellos maravillosos videoclubs de los 80. La idea de Lex Lüger es crear una banda sonora de las películas, donde cada canción narra y da vida a cada uno de los capítulos. Lex vuelve a encargarse de la voz, las guitarras, las programaciones y las letras, pero esta vez no viene solo. Le acompaña Bloody Lycia como aliada nocturna, pareja, bajista, corista y participante activa en las letras. También ha sido una pieza clave Damasius Venys (cantante de Future Lied to Us y Mental Exile ) ayudando a componer y desarrollar el trabajo del synth a lo largo del disco y el resultado es acojonante. Se nota una gr

Ramones - Ramones (Sire Records, 1976)

  Hace varias semanas, J.F León lanzo la siguiente pregunta en Twitter: “¿Son los Ramones una de las mejores bandas de la historia?”. Mi respuesta fue clara: “Para mí lo son, y además creo que son una de las bandas más influyentes de todos los tiempos”. Claro, no existe un medidor de “influencia” basado en datos objetivos. ¿Cuantas bandas se han creado gracias a los Ramones? ¿Cuánta de su música está integrada ya de manera natural en el conjunto de la música popular occidental? No solo en lo musical, sino que estéticamente también han calado en el imaginario popular. ¿Cuantos músicos imitan su imagen y su actitud? Es imposible responder. No se puede medir. Su influencia es incalculable. Lo que se puede afirmar con rotundidad es que hay “trazas” de los Ramones en gran cantidad de la música rock realizada desde finales de los 70. No solo eso. Su estilo trasciende un género musical. No son un grupo punk, ni punk-rock. Son los Ramones. Cuando se describe un tipo de música como “ramoniana

Deep Purple – Perfect strangers (Polydor, 1984)

Se dice rápido –y con cierto vértigo para algunos de nosotros– pero sí, el Perfect strangers es otro de esos discos que este año cumplen su cuadragésimo aniversario. Casi nada. En esa época yo ya conocía a Blackmore y sus Rainbow pero de Deep Purple sólo me había comprado un recopilatorio (comentado aquí ), aunque un compañero de clase me había dejado tiempo atrás el Made in Japan . Ah amigos, pero entonces cayó este disco en mis manos, el que suponía la reunión de la formación más clásica de la banda, la mítica Mark II . Recuerdo que me sonó a unos Rainbow más épicos y me alucinó tanto que cuando pasaron por Barcelona en su gira de presentación y regreso a los escenarios no paré hasta que en casa me dejaron ir al concierto. Fue mi primer concierto por lo que, además de considerar al disco una pasada, le tengo especial cariño a ese lanzamiento.    El origen del reencuentro se ubica en

Only Child - Only Child (Rampage, 1988)

  Y tras unas semanas de entregas más o menos conocidas y vistosas, hoy vuelvo a compartir uno de esos discos de mi basurilla musical hardroquera. Aunque, quizá, este sea uno de los más populares de todos (no lo conoce nadie, Rocko, calla, cómo no lo van a conocer). Only Child es el nombre de una efímera banda que formó el cantante, guitarrista, compositor, productor y, según su página web, “one of the top AOR musicians of all time” Paul Sabu. Cómo te quedas. Paul nació en una familia de artistas del celuloide: su padre, Sabu Dastagir, un (casi) famoso actor de origen indio que forma parte del Hollywood Walk of Fame, falleció cuando Paul tenía apenas tres años; su madre fue una (semi) desconocida actriz llamada Marilyn Cooper que desarrolló su carrera en el cine y en Broadway, siendo su mayor éxito el papel de Rosalia en la performance original de West Side Story (1959).  Quizá este mundillo le animó a tocar el piano, la guitarra y cantar con una precocidad sorprendente. Aún siendo un