No va a ser lo mismo, porque yo siempre seré más blandengue, pero voy a meterme en el charco de barro en el que tan bien se rebozan Manu y King, sobre todo el primero, de basurilla heviosa/hardrockera ochentera. Bueno, vale, bien, a los Mr. Mister no se les puede meter en el mismo cajón que todos esos grupos que se catalogaron heavies (bueno, a Bon Jovi se les mete ahí lo que no dice mucho a favor de lo poco restrictiva que puede ser esa categoría) pero que se quedaron en un rock de guitarras contundentes. Ni siquiera en el saco de los hardrockeros. Pero tampoco se les puede catalogar como un grupo pop que hicieran melodías guitarreras. Así que nos quedamos con el término de pop rock, muchas veces cercano al AOR. Pero tiene su sentido. A ver, el guitarrista Steve Farris está acreditado como el guitarra solista del “Creatures of the night” de Kiss. Incluso las malas lenguas dicen que, si se hubiese movido bien en el escenario con plataformas y hubiese cantado mejor, podría haber sustituido a Frehley cuando abandonó a los de las pinturracas en la cara. Pero se quedó en guitarrear la canción principal del décimo álbum de Kiss porque ya sabéis que Vincent Cusano se convirtió en Vinnie Vincent. Por otro lado, el bajista y cantante, Richard Page había puesto voces y teclados en algún álbum ya reseñado por aquí, como el Caught in the game de Survivor, y coros en el Three lock box de Sammy Hagar, el Shout out the devil de los Crüe, en el Bent out of shape de Rainbow o el Stay hungry de los Twisted Sister. Además del Isolation de Toto, grupo que le ofreció ser su vocalista principal en sustitución de Bobby Kimball para este disco, pero él lo rechazó para centrarse en su nuevo grupo, Mr. Mister, como también rechazó la oferta de entrar en Chicago. En principio, la apuesta por su grupo en detrimento de dos superbandas consolidadas y de éxito tras éxito, fue arriesgada pues el primer LP no tuvo ninguna repercusión. Pero este Welcome to the real world lleva dentro dos números uno y un número ocho de la lista americana. Al final obtuvo su recompensa. Ah, esos dos números uno son canciones que si escuchas cadenas de radio de esas que ponen éxitos pasados, oirás más de una vez a lo largo de un día.
Y para no dejarme mal cuando digo que están más cerca del AOR que del pop, la cara A nos regala nada más empezar tres cortes bastante cañeros. En “Black/White” el trabajo con los trastes de Steve Farris es notable. Además, la voz de Page suena contundente y fuerte. Vamos, que no es lo que se espera al pinchar un disco de pop. En “Uniform of youth” se da más protagonismo a los teclados, pero de nuevo, no es típico teclado fácil pop y, definitivamente, Page se sale en las voces mientras que Farris nos regala otro buen solo de guitarra. “Don’t slow down” es una de esas canciones que siempre le digo a Manu de este tipo de discos de basurilla ochentera hardrockera: podría aparecer en cualquier banda sonora de película o serie de la época. Y eso no es malo, ojo. Si puede escoger, yo la usaba en alguna escena de carretera. Lástima que este pedazo de comienzo se vea empañado por la balada “Run to her” que nos rompe el ritmo y es bastante anodina. Menos mal que para el cierre de la cara A recuperamos un poco de energía con “Into my own hands” aunque no al nivel de los tres primeros cortes porque aquí ya se les ve más la patita del pop rock.
“Is it love” da comienzo a la segunda cara del vinilo y al desfile de éxitos en las listas americanas. Llegó a un meritorio octavo puesto, aunque casi parece que es otro grupo distinto al que estamos escuchando desde hace veinte minutos…bueno hacia la mitad del tema recuperamos ese pequeño espíritu AOR que llevaban dentro estos chicos. “Kyrie” fue y es un pelotazo que dominó la lista de éxitos en muchos países incluido el número 1 en USA. Page comentó en alguna ocasión que, en realidad, la canción tenía estructura de oración con cierta connotación religiosa. Comienza con un par de teclados, pero casi al minuto entra una guitarra metalera. No, no penséis que va a ir por ese camino, pero la canción es buenísima. Y encadenamos con el otro número de la banda, “Broken Wings” que no sé la razón, pero es muy adictiva. Quizás porque parece que la canción se va a ir acelerando, pero hay alguien que está pisando el freno todo el rato y nunca termina de desbordarse la energía que intuyes que podría llegar a tener. Estos dos temazos bien podrían ser de Toto o Foreigner incluso. Lo menciono porque conocí a gente que pensaba que era así. Los dos últimos cortes, “Tangent tears” y la que da título al LP, “Welcome to real world” no son malos temas pero tampoco te capturan, algo normal tras estos tres temas. Aun así, “Tangent tears” también tenía pinta de éxito en la radio. Resumiendo, un disco que se mueve entre el AOR, el new wave y el pop rock, que podría ser similar a los que hacían los Cars y que ha envejecido mejor que muchos de los discos coetáneos a pesar de que no puede negar que sea ochentero con esas voces procesadas, los sintetizadores y sobre todo, esa forma de sonar de la batería.
Ahora los datos. Además de Page en el bajo y voces y Farris en las guitarras, tenemos a Steve George en los teclados y Paul Mastelotto en la batería. La producción del álbum corre a cargo de los mismos Mr. Mister junto a Paul DeVilliers (productor del Big Generator de Yes) y las composiciones son todas del grupo junto a John Lang, del que nada he podido encontrar, salvo que era primo de Page y se encargó de las letras de todos los discos. Fue número uno en la lista de álbumes americana y disco multiplatino. Su siguiente trabajo, Go On, no tuvo repercusión ninguna y Farris abandonó el barco. Y el cuarto, grabado en el año 90 con el resto de los integrantes, titulado Pull, permaneció en un cajón de la discográfica hasta que Page pudo publicarlo en su propio sello en el 2010.
En cuanto a mi copia, es una española del año 1986, es decir, editada al año siguiente de la publicación del disco en USA y la discográfica es RCA/Ariola Internacional.
Espero que hayáis disfrutado
escuchándolo tanto como yo reproduciéndolo en el plato y comprobar que me sigue
pareciendo tan bueno como lo recordaba. A disfrutar y os dejo un video de Vicky Larraz presentando al grupo en Tocata (guiño para los viejunos de la zona)
Oye, ¡que me has pisado la manguera! Buena mandanga blandengue este disco. Como bien dices, más pop que AOR, pero entra en ese espacio musical de difícil encaje. Un par de guitarrazos más u sería AOR; un par de programaciones extra y sería popero. En realidad, su encanto, más allá de las canciones, lo encuentro en ese punto intermedio que le separa un poco de mucha de la basura sonora que mencionas. Nada, nada. Punto extra. Un abrazo.
ResponderEliminarHombre, es un poco más blandengue que tu basurilla ochentera, con ese equilibrio entre pop y aor que has definido mucho mejor que yo. Pero lleva dentro dos temas inmortales y había que hablar de él en este blog. Abrazos.
EliminarMe he sentido aludido por la referencia al video de "Tocata", ja, ja, ... En cuanto he escuchado “Broken Wings” la he reconocido al instante. Efectivamente, una canción de radiofórmulas, de la que no conocía al grupo, pero que estaba grabada a fuego en mi memoria musical. Excepto esta canción, no conocía nada del grupo, ni de su historia, perfectamente explicada aquí. Así que ya he aprendido algo nuevo hoy. Efectivamente se sitúan entre el pop y el AOR. ¿Habrá que inventarse un nombre nuevo para encajar a este tipo de grupos? Saludos.
ResponderEliminarPues espero que hayas descubierto algo sonoro interesante. Manu lo ha dicho muy bien: ni suficientemente pop ni suficientemente AOR. Así que, ya que lo dejas votando dentro del área, digamos que es AORPop, que no es lo mismo que el agropop de los No me pises que llevo chanclas... Jeje
EliminarUna entrada estupenda, por tu análisis -lo suscribo todo- y por el álbum escogido. Es súper disfrutable y aunque no todo el disco tiene el mismo nivel, esa Broken wings lo justifica todo. TEMAZO. Últimamente estás centrándote. Ya sólo puedes superarte trayéndonos a Modern Talking. Un abrazo. KING
ResponderEliminarVaya, pues pensé que a Manu sí pero a ti no. Pues me alegro que hayas pasado un rato agradable. Abrazos.
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