...la filosofía del grupo en cuanto a textos incide en la tradición Divago, si cabe con el añadido aportado por la madurez y enjundia adquirida durante los más de treinta años de andadura musical.
Por Jorge García.
Que el año, en materia discográfica, dé el pistoletazo de salida con el nuevo disco de la banda valenciana Doctor Divago perfectamente podría suponer un buen augurio y un más que ilusionante punto de partida para alcanzar un buen 2023.
En esta casa y por parte de un servidor, que como ya saben es un fiel seguidor del grupo, hacía semanas que predecíamos lo que finalmente ha llegado a rebufo de las fiestas navideñas: que "La Tierra Prometida", que es el título de esta nueva tanda de canciones, estaba llamado a ser un nuevo logro musical y lírico de los valencianos capitaneados por Manolo Bertrán que ensancha su ya de por sí inapelable trayectoria musical.
Los temas que iban presentando el disco entero y que se sucedieron durante el último tercio de 2022 así lo sugerían y el resto del cancionero no hace otra cosa que consolidar las buenas sensaciones.
Producido por David Garzinsky y la propia banda en Bahamas Estudi de Gavació en Picanya (Valencia) y masterizado por Enrique Soriano en Crossfade Mastering, el álbum recoge los elementos propios del grupo, aquellos que hacen de su propuesta y su sonido un alter ego de la propia personalidad musical de la marca Doctor Divago, casi una denominación de origen que hace del grupo y su universo artístico un ejemplo de exclusividad, estilo e identidad.
Si adelantos como "Ojos de serrín", la mística balada que sin duda entra a formar parte de los grandes hitos baladísticos del grupo ("Señorita Alfa", "La habitación de Charo", "Cantaba Julio Galcerá"...) o la rocosa y encorajinada "De puntillas (mejor dicho, levitando)" ya suponían un clarificador y variado botón de muestra sobre lo que se nos venía encima, el resto del tracklist lo confirma mostrándose igualmente brillante y rotundo, no permitiendo ni un mínimo instante de bajón o relleno.
También la filosofía del grupo en cuanto a textos incide en la tradición Divago, si cabe con el añadido aportado por la madurez y enjundia adquirida durante los más de treinta años de andadura musical. Lo intelectual se une a lo reflexivo, lo cotidiano a lo autobiográfico, cultura, ironía y rabia son aderezos que convierten lo músical en algo más, algo de calado que además de escuchar conviene entender y si cabe, interpretar.
Si la cara A es de lo mejor escuchado en los últimos lustros en la lengua de Delibes, con los temas mentados antes, más "El día después", vitalista soflama llena de esperanza e ilusión por un futuro que siempre está ahí; una favorita personal como "Mi suerte y la tuya también" o el certero y afilado corte de título homónimo, la cara B empieza con una extraordinaria y vigorosa canción: y es que "Tan ocupado" es una respuesta y una reafirmación.
El eco Mediterráneo que inexorablemente acompaña a Doctor Divago y que le engarza con un glorioso pasado abarrotado de leyendas setenteras germinadas en la costa valenciana se hace sentir también en "La Tierra Prometida", escúchese "La verdadera luz" y su cadencia melódica; la armónica de Chumi abre paso a un torbellino psicodélico en la insinuante "La gloria y los insultos"; con liturgia de nana que bira a rock se desenvuelve otra favorita como la 'marca de la casa' "El autillo vuelve a cantar" para terminar con "El anciano de la tribu" donde se reivindica el arte de cumplir años con dignidad y gallardía, mensaje y veneno para la modernidad frívola y superficial que nos rodea.
No me suele gustar establecer rankings ni comparaciones entre discos cuando de mis artistas favoritos se trata, Doctor Divago lo son, y no romperé con ellos la regla, pero también es justo referir que este retorno con "La Tierra Prometida" es un ejemplo de plenitud artística, un refugio musical aparte de las modas y el paso del tiempo y un haz de luz disparado a la senda recorrida y la que está por delante, un grito de autenticidad y un disco ciertamente extraordinario.
Pues nada. En aras del eclecticismo que enriquece este blog, celebro que este vinilo haya pasado por aquí. Además, se agradece tu colaboración, Jorge. Por otra parte, he escuchado con atención este disco, tal como tengo por norma con todos los que aparecen en el blog. Dicho eso, no puedo hacer comentario alguno. La propuesta se aleja tanto de mis gustos que no puedo ser demasiado objetivo a la hora de valorarla. Uno no es un profesional de la crítica musical, sino un aficionado a cierta música al que le gusta escribir sobre aquello que le hace vibrar. Y estos tipos, pese a tener unas tonadas alegres y bien producidas que en muchos momentos son incluso... no sé ¿roquerillas?, no me han emocionado mucho que digamos. Disco entretenido, que para alguien metido últimamente en los ambientes blackmetaleros ya es mucho. Saludos.
ResponderEliminarEs perfectamente comprensible lo que expones, en realidad es un grupo injustamente desconocido por el gran público con una propuesta muy personal y diferente.
EliminarSaludos.
Fantástica entrada. No conocía al grupo pero suenan muy redondos.
ResponderEliminarTe sugiero que navegues por su discografía, creo que te sorprenderá. Gracias y un saludo.
EliminarNo se puede traer pescado más fresco al blog: recién salido, recién pinchado. Y muy bien comentado. Se nota, de verdad, tu gusto por estos tipos. Nunca los había escuchado. Cierto recuerdo a Los Enemigos, ¿puede ser? Está siendo una escucha agradable, algo alejado de mis gustos, pero con excelentes letras, muy bien arreglado y me encanta la armónica. Un saludazo.
ResponderEliminarSiempre me han parecido un verso libre, con ese toque mediterráneo y con un gusto pop y rock muy patrio. ¿Enemigos?... no lo había pensado pero sí, es posible, también Gabinete en algunos momentos de su carrera.
EliminarGracias y un saludo.
A mi también me sonó a Enemigos, al menos los dos primeros cortes
EliminarTienen ese toque sí. Aunque mantienen su sonido particular.
EliminarGracias.