Ir al contenido principal

Alice Cooper – Raise your fist and yell (MCA records – 1987)


Como puede leerse en entradas como esta de aquí, soy un enamorado de la época setentera de Alice Cooper. También me encantan álbumes de los 90 como Hey stoopid o The last temptation –incluso me llegó a gustar Trash, el más comercial de sus trabajos previos– aunque no puedo hablaros de ellos aquí porque los tengo en cedé, cosas del momento que nos tocó vivir. Pero si hay una época que adoro es la que Alice pasó junto al estupendo compositor y guitarrista Kane Roberts –con sus guitarras ametralladora y esa pinta a lo Rambo con esteroides–, de quien también os comenté aquí su fantástico primer disco en solitario. Pues bien, después de abandonar la música a principios de los 80 para restablecerse de su alcoholismo y sus graves problemas de hígado, al iniciarse la segunda mitad de la década Alice comenzó a trabajar dispuesto a relanzar su carrera musical que alternó con algunas incursiones en el mundo del séptimo arte. Así, entre 1986 y 1987 grabó los metálicos Constrictor y este Raise your fist and yell que hoy me ocupa, mucho más rockero y directo que su predecesor y que poseo en su edición original norteamericana.

 

Producido, grabado y mezclado por Michael Wagener –lo que le otorga el característico sonido de guitarras al que el alemán nos tenía acostumbrados en esa época–, Raise your fist and yell cuenta con las voces de Alice Cooper, las guitarras y coros de Kane Roberts, el bajo, coros y ocasionales teclados de Kip Winger, la batería de Ken Mary y los teclados de Paul Taylor
 

Con portada de Jim Warren, el track list era: 
 
A 
Freedom 
Lock me up 
Give the radio back 
Step on you 
Not that kind of love 
 
B 
Prince of darkness 
Time to kill 
Chop, chop, chop 
Gail 
Roses on white lace 
 
Freedom es un temazo cañero en el que encontramos guitarrazos, estribillos pegadizos y ese sonido wageneriano tan de la época. De hecho, fue el single que se extrajo del álbum. Le sigue Lock me up –con la aparición al inicio de Robert Englund–, otro tema muy ochentero con coros y un estupendo trabajo de guitarras, aunque bastante simple. En la misma línea nos encontramos con Give the radio back. Definitivamente, en ese momento Alice había superado sus problemas de salud y se encontraba en plenitud de facultades pero apostaba claramente por unas composiciones que intentaban aunar comercialidad y fuerza y podían servir de base a unas giras en las que –más que nunca– el espectáculo de imagen iba a cobrar mucha importancia. Step on you es otra andanada cañera con gran protagonismo de Roberts a las seis cuerdas, igual que Not that kind of love, con otra mezcla de coros y guitarrazos marca de la casa con la que concluye la cara A. 
 

La otra cara se inicia con Prince of darkness, una de mis preferidas de toda la época ochentera de Cooper en la que todo se une para alumbrar un temazo en el que una vez más Roberts se luce. Y si esa era buena, Time to kill es otro exponente de hard’n heavy ochentero, con melodías vocales, coros y una base de guitarra poderosa. Por supuesto, gran parte del mérito es de Michael Wagener que se hizo de oro en los ochenta produciendo –además de a Cooper y a Kane Roberts en solitario– a Dokken, Bonfire, White Lion, Skid Row y un largo etcétera de bandas que lo petaron. Es cierto que dotó a esos grupos de un sonido demasiado similar, pero no puede negarse ese Midas touch del que gozaba. Chop, chop, chop sigue la misma senda por la que transita el álbum en pleno aunque sin destacar demasiado. La breve y teatral Gail me ha gustado siempre, con ese aire gótico y su majestuoso solo. Y la guinda la pone Roses on white lace, otro temazo muy cañero con un estribillo super reconocible y una guitarra bombástica a cargo de Roberts
 

Influenciado fuertemente por las películas de terror del género slasher –muy en boga en la época–, el disco propició una controvertida gira de presentación que fue censurada y atacada en varios países de Europa, lo que no hizo más que aumentar la leyenda de Alice Cooper y sentar las bases de sus teatrales y sangrientas giras posteriores. 
 







Pues nada, que Buxton, Dunnaway, Bruce, Smith y el mismísimo Bob Ezrin estaban muy bien, pero los dos discos con Roberts y en particular este que os he traído hoy me parecen de lo más reivindicable y muy disfrutables. En efecto, es muy de la época –con lo bueno y lo malo que eso conlleva– pero, ¡eran los ochenta, amiguitos! 
 
¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla

Comentarios

  1. Un buen disco, sin duda, no de sus imprescindibles, creo, pero, como dices, totalmente reivindicable. A mí ese sonido eighties, ya sabes, me flipa, y Wagener le dio un buen toque a las composiciones. Me falta en la colección. Le pondré remedio. Abrazos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues fíjate que yo sí lo considero imprescindible jajajaja. A por él, colega.

      Eliminar
  2. Me gusta más el Alice Cooper de este disco y Trash que el de School's Out y Billion Dollar Babies, no me escondo. Es el típico comentario que queda de culo soltar, pero es la pura verdad. En cualquier caso, hacía muchísimo tiempo que no pasaba esto: conozco el disco que has puesto por aquí, así que habrá que pedir un deseo o algo, yo qué sé ya. Saludosss!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pero qué es esto. ¿Conoces y te gustan los discos que traemos King y yo? ¿El mismo día? Tienes que venir más por aquí, joder. Deseo concedido.

      Eliminar
    2. Caramba, hoy he acertado. Pues claro que sí... no hay que esconderse, el Alice de esa época era una caña. Y los discos con Roberts, imprescindibles. Venga, pide ese deseo o compra un décimo de lotería, a ver qué pasa jejeje

      Eliminar
  3. Coño, este lo tenía mi hermano. Y digo bien, lo tenía. Ya ha conseguido recuperar su casa de ocupas y se la han dejado limpia del todo... No creo que sea uno de los discos que más echará de menos. Pero ayer me lo puse en el coche para hacer unos recados y se deja meter mano perfectamente y en un par de ocasiones subí el volumen más de lo aconsejable. Y es más, no me cansó, cosa que creo recordar me solía pasar con Alice cuando solía escuchar música más a menudo. Un abrazo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Jethro Tull - Crest of a knave (Chrysalis, 1987)

Si conoces la historia que a continuación voy a contar, no hagas espoiler, por favor. Seguro que aún quedan personas deseosas de saber quién ganó un inesperado Grammy en 1989. Supongo que cualquier lector de estas líneas sabe que los premios Grammy intentan destacar lo mejor de distintos géneros musicales desde la perspectiva de la "Recording Academy" de Estados Unidos.  Dada la popularidad y la millonada que se estaba generando con el hard rock y el heavy metal por aquellos años ochenta, los buscabilletes decidieron crear una categoría donde honrar a sus máximos exponentes. Así, en la primera edición competían AC/DC y su Blow up your video, Iggy Pop y su Cold metal, Jane's Addiction con Nothing's shocking, Metallica con ...And justice for all y, claro, este Crest of a knave de Jethro Tull . Una mezcla, digamos, interesante.  La noche en que Alice Cooper abrió en directo el sobre, con Lita Ford a su lado, se detuvo por unos segundos el planeta metal. Alice no podí...

Dio - Dream Evil (Vertigo, 1987)

Pues como en el pasado ya os he hablado aquí de Dio con Vivian Campbell y aquí de Dio con Rowan Robertson , toca que hoy os hable de Dio con Craig Goldy . Además, también completo la serie desde el punto de vista del guitarrista al haberos hablado aquí de su paso por Giuffria y aquí de su obra en solitario. En resumen, que hoy toca comentar el buenísimo –vaya por delante– Dream Evil , disco que sacó Ronnie James después de despedir a Campbell . A su lado, los habituales Claude Schnell , Vinny Appice y Jimmy Bain a los teclados, batería y bajo respectivamente –como sabéis, no estarían en el siguiente álbum– y Craig Goldy a las guitarras, antiguo miembro de Rough Cutt donde coincidió con Claude .    La de Ronnie James y Craig fue una relación peculiar, sin duda. Se conocieron cuando el pequeño vocalista de Portsmouth producía las demos...

Black' N' Blue - In Heat (Geffen, 1988)

  Hoy vamos a cerrar el círculo sobre los discos en vinilo que publicaron los norteamericanos Black N Blue con su último lanzamiento, " In Heat ", que vio su fogosa cubierta reposar en las baldas de las tiendas de discos un 29 de Marzo del lejano 1988.  Las canciones fueron grabadas y mezcladas durante el 87 en varios estudios como los "Rumbo" angelinos o los "Electric Lady" neoyorquinos, repitiendo nuevamente en las tareas de producción Gene Simmons, que había realizado un solvente trabajo un año y medio antes con el tercer disco del quinteto (" Nasty Nasty ").  Ahora, Black N Blue querían por fin con su cuarta obra romper un mercado discográfico que que se les resistía a pesar de tener una base sólida y fiel de fans desde la publicación de su debut en 1984.  En aquel momento habían ocurrido tres cosas recientes y muy importantes para el sonido Hard Rockero en los Estados Unidos: Las publicaciones del 1987 de Whitesnake , el Hysteria de los...

Nocturnus - The Key (Earache 1990)

Imagínate por un instante que estamos en 1990 y el planeta tierra acaba de ser invadido por unos extraterrestes muy cabreados. Sin ninguna duda la banda sonora de la invasión alienígena estaría protagonizada por el álbum 'The Key' de los norteamericanos Nocturnus.  Fundados en 1987 por el batería y cantante Mike Browning (ex Morbid Angel) en las célebres y calurosas tierras de Florida, epicentro del Death Metal mundial por aquella época, Nocturnus fueron unos visionarios, unos adelantados a su tiempo. Me explico.  'The Key' fue su álbum debut, editado en 1990 por la reconocida discográfica británica Earache Records (fundada en 1985), una compañía referente del metal extremo mundial, y que se convirtió casi inmediatamente en una pieza de culto. Si bien no es su mejor disco en mi humilde opinión (lugar que ocupa su segundo larga duración titulado 'Thresholds' (1992), 'The Key' supuso su entrada por la puerta grande en una escena que empezaba a estar en boc...

Rage Against The Machine - Rage Against The Machine (1992, Sony)

    Andaría yo haciendo COU cuando le pasé a una amiga/compañera de insti el Senderos de Traición de los Héroes del Silencio , iniciándola en el mundo rockerillo. Pero cosas de la vida, ella evolucionó más rápido que yo y empezó a escuchar cosas más cañeras mientras que yo, siempre ecléctico, me daba por un abanico mucho más amplio de sonidos. Aunque terminó el instituto de vez en cuando nos veíamos por el pueblo y yo, como sabía que sus gustos se habían endurecido, pues empecé a fijarme en música con más músculo y guitarrera, y de grupos nuevos. Por eso me fui a la tienda que frecuentaba en aquellos tiempos de alquiler de CD’s y me llevé este disco para grabármelo, estudiármelo y poder tener algo más en común en nuestro siguiente encuentro. Aquella época descubrí muchos grupos gracias a esa tienda y su dueño, que era más ecléctico que yo y me recomendaba un grupo sueco llamado Talisman al mismo tiempo que el último disco de Babyface . Durante muchos años esa cinta TDK s...

Mikis Theodorakis – Zorba el griego (20th Century Fox Records, 1965)

Esta semana, mi madre hubiese cumplido 83 años, de encontrarse entre nosotros. Sin embargo, en breve hará ya tres de su repentina ausencia. Los habituales del lugar sabréis que la he recordado ampliamente en este blog con la serie “ Los singles de mami ”, dedicada a su –en mi opinión y obviando la componente sentimental– pequeña pero muy interesante colección de vinilos de siete pulgadas. Pues bien, ha llegado el momento de cerrar este capítulo de mi vida con el que será el último vinilo de la serie. Y aunque parezca que el protagonista de hoy no tiene demasiada importancia musical –los discos más llamativos ya los reseñé al principio de la serie–, el tema principal que contiene tuvo un impacto mundial que aún perdura, al menos para las generaciones menos jóvenes. Así pues, aunque quizás no le interese a nadie, a mi me sirve perfectamente para el objetivo de la entrada, por lo que allá voy.    Como v...