Ir al contenido principal

Riot - Narita (Capitol Records, 1979/Metal Blade, 2016)

 


Quería comenzar este año 2021 en #FFvinilo con un disco especial. Y he elegido un regalo, el último que me han hecho. Y, además, de una banda que adoro y que considero totalmente infravalorada. ¿No estamos aquí para compartir la música que nos gusta? Y si no le gusta a los demás, pues mucho mejor. O no, eso tampoco importa. Así pues, os presento el segundo disco de la banda neoyorquina Riot. La historia de estos muchachos resulta muy curiosa y será contada en otra ocasión; por el momento baste decir, para contextualizar este Narita, que se fundaron a mitad de los setenta y editaron su debut en 1977, con muy poco éxito. La banda se mantuvo unida en una primera versión hasta 1983, tras cinco discos. Su (mínimo) éxito comercial lo alcanzaron en una segunda reencarnación en 1988 con Thundersteel

Entonces, ¿qué es Narita? Pues un producto underground del heavy metal americano de finales de los setenta. De hecho, se editó exclusivamente en Japón a través de la discográfica Victor; por eso el rollo del nombre y las letras de la portada. Estuvo disponible como importación en Estados Unidos y Canadá un tiempo hasta que Capitol Records lo editó en diferentes países como parte del pago por realizar una gira teloneando a Sammy Hagar, estrella aquel año de la disquera. Permaneció descatalogado desde principios de los ochenta y apareció por primera vez en cedé en 1989 para, cómo no, el mercado japonés. Vivió en el olvido hasta que en el año 2005 la magnífica Rock Candy le dio una segunda vida digna en cedé (¿os he dicho que podéis regalarme el catálogo completo de Rock Candy?) y en el 2016, por eso del 40 aniversario de la banda, Metal Blade se encargó de ponerlo de nuevo en vinilo con una remasterización y una cuidada parafernalia, a la altura del contenido musical. Justo esta edición que os traigo aquí hoy. 

Además de un excelente sonido, con el vinilo en color azul translúcido y la etiqueta en blanco y negro, que le da un toque magnífico, viene con un insert incluyendo las letras, los créditos y fotos de la época. El vinilo se guarda en una funda "antiestática". Y todo rematado con un póster de la portada. El artwork original corrió a cargo de Marcia Loeb, pareja del productor y manager de la banda, Steve Loeb, con una ilustración de Steven Weiss. Todo queda en casa, como podéis ver. La portada, por cierto, tiene su propia historia. Narita es el nombre de un aeropuerto nipón que, parece ser, construyeron sobre terreno sagrado; de ahí la bizarra portada con el aguilucho, el avión y las calaveras.


El contenido musical encaja perfectamente en el rollo que se comenzaba a hacer a finales de la década, que acabó convirtiéndose en el Reino Unido en la New Wave of British Heavy Metal y en la New Wave de heavy norteamericano, poco después: canciones basadas en riffs de guitarras rápidos y armonizados, con numerosos solos, una batería con pegada en bombos y platillos, líneas de bajo apoyando las melodías y buenos y sólidos estribillos. De hecho, Riot se convirtió en los primeros ochenta en una especie de grupo británico honorífico, con un sonido más parecido a las bandas británicas y con más éxito en Europa en que sus estados natales. 

Las canciones fueron compuestas por el guitarrista y líder Mark Reale y el cantante Guy Speranza, con la ayuda puntual de Rick Ventura, segundo guitarrista. Junto a ellos participaron el bajista Jimmy Iommi y el baterista Peter Bitelli, quienes desaparecerían poco después de la historia de la banda. Lo produjo el nombrado Steve Loeb junto a Billy Arnell en los Big Apple Recording Studios de Nueva York. Aquí una foto de los muchachos.


Waiting for the taking abre con la voz de Speranza como protagonista sobre la batería y las guitarras cortantes, buen ritmo y una letra que anima a la esperanza, a no tirar la toalla: "when you feel you've grown apart/you've gotta scratch and bite". Reale y Ventura intercambias solos, otra constante de Narita. Adoro esos momentos en que suben y bajan las guitarras, una por cada canal. Dos minutos de solazo final para rematar. Del mismo patrón está cortada 49er, quizá más hard seventies, con buenos recuerdos a Montrose, banda de la que hacían por entonces versiones en directo, rondando la letra el tema de los sueños rotos y los soñadores que cuentan sus historias "some never made their dreams come to life/many men fell from a gun or a knife". Contundente comienza Kick down the wall que contiene hasta tres solos de guitarra (comienza, parte central y final) y un trabajo de Iommi fantástico, subiendo y bajando por el mástil en constante apoyo a las seis cuerdas. La letra ahonda en el placer de la música "we'll keep the music playin'/kick it on down" y en compartirlo con los muchachos "the boys down at Johnny D's/they're lookin' for love to tend/music and language tapes". Uno de los mejores estribillos. La versión acertada y acelerada del Born to be wild y el instumental Narita (¿no escuchas a los futuros Iron Maiden en él?) cierran la cara A.

La cara B sigue con la misma mierda metalera, amplificada por el fantástico riff de Here we come again, con un puente-estribillo típico del género, armonizando voz y línea de guitarra, para romper en un interludio pegadizo y otra barbaridad de guitarreo a cargo de Reale. Venga, esos cuernos al aire "here we, here we come again". Y sin parar movemos el culo con Do it up, rollo rocanrolero, muy fiestera, donde suenan a unos Aerosmith metalizados. A estas alturas debo reflexionar: parece increíble que con tan pocos medios y de una manera semiprofesional fueran capaces de grabar un disco tan bueno, con un sonido más que decente. La masterización, seguro, ha ayudado a darle lustre y aire a la edición original. Por cierto, quizá el mejor solo de guitarra esté en este tema. Y nunca un disco de rock&metal sin su canción de follar. Hot for love debió resultar hasta guarra para la época "the one thing that she never got a taste of was to get down in between" porque "she's hot for love" y no perderse los efectos sonoros. Y tras el frotamiento, el himno reverencial al concierto de cada noche: "up all night, sleep all day/comes the action/when we star to play". Ya sabéis que cada concierto es especial y si la música suena la vida es mejor, y esto se encargan de recordarnos Riot en White rock con otro estupendo riff. Y el cierre con Road racin' no hace más que ahondar en las fantásticas cualidades metaleras de Narita, con otro bestial y acelerado riff, con el bajo doblando a las guitarras y Speranza reventando en un estribillo de puro directo. Bandaza.

Está claro que Narita pasó sin éxito por el mundo. A pesar de todo, Riot fueron teloneros de bandas como AC/DC, Rush, Judas Priest o Motorhead y participaron en el Monster of Rock de 1980 junto a Rainbow, Scorpions y Saxon. No está mal para unos muchachos sin contrato discográfico. 

Aprovecho para desearos a todos y todas las personas que hacéis posible este blog un feliz año 2021. Esto es un rincón que me permite compartir mi pasión por la música, pero, sobre todo, desconectar de la realidad por una horas. Gracias a todos y todas por participar. Espero leeros cada viernes por aquí, al menos, hasta el 2022. Abrazos.











Comentarios

  1. Ya pensaba que hoy quedaría el blog desierto. Prometo publicar el viernes que viene. Respecto a Narita, estupenda banda y estupenda edición, muy bonita. Feliz 2021 y también espero seguir leyéndote por este y otros lares. Un abrazo, Manu.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por aquí seguiré mientras la colección de vinilos lo permita y el cuerpo aguante. Ya sabes que soy de buscar "joyas" que no hayan aparecido por el blog, pero todo tiene su límite. De Riot solo puedo decir que me parecen una gran banda que ha sobrevivido a todo tipo de males a lo largo de 40 años con mayor o menor valor musical. Y este Narita es de mis favoritos. Un abrazo.

      Eliminar
  2. Los Reyes Magos han tomado nota de lo del catálogo de Rock Candy 😬. Una edición muy chula, con esa curiosa portada y el vinilo azul translúcido. Buen regalo, del que seguro estás disfrutando. Que no nos falte nunca la música ni la ilusión. Yo también prometo publicar el viernes que viene. Un abrazo, y si eres bueno, seguro que SS.MM también se portan bien contigo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me consta que SSMM serán buenas conmigo. De todos modos, si te sobran unos cuantos cientos de euros esas reediciones de Rock Candy no me vienen mal. Te lo juro. Por aquí seguiré dando guerra. No creo ni que te atrevas a escuchar a estos Riot, pero si lo haces piensa que es arqueometal del bueno. Un abrazo.

      Eliminar
  3. Y si no les gusta a los demás, pues mucho mejor jajajja. Añado el disco a la cola de reproducción para luego, aunque intuyo que no haré lo mismo con la lista de deseos. En cualquier caso, quién sabe, ayer me compré el Powerslave...
    En fin, como bien dices, si la música suena la vida es mejor. A ver si estos tipos me sorprenden. Abrazo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo tengo esa dualidad: por un lado me gusta traer música que le guste a la gente (y que la puedan descubrir como "nueva") y por otro lado me encanta ser el tipo raro que disfruta de placeres solitarios. Qué le voy a hacer. Supongo que no entrarán en tu colección de favoritos, pero no será por méritos, si no por gustos personales. Un abrazo.

      Eliminar
  4. Gran entrada, bonito vinilo. Y suenan divertidos. Nunca los hubiera catalogado como heavies sino como rock setentero. Lo peor, la versión de los Sttepenwolf. La instrumental tampoco me llama. La útima, es un pelotazo. A descargar...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya sabes que las etiquetas las carga el diablo. A veces suenan a ese hard rock seventies que dices y en otras más heavies. Teniendo en cuenta que grabaron en una época en la que aún se estaba definiendo el género podrían caer en ambos lados del espectro. En el fondo, da igual. Efectivamente, la versión y el instrumental son los puntos más flojos del disco. Disfrútalo.

      Eliminar
  5. me gusta mas el debut pero este también es un discazo, la banda tiene un demo de 1975 que se oye como el culo pero ya en esa época estaban liados

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.

Extremoduro - Yo, minoría absoluta (DRO, 2002/2014)

  Cuando una banda de rock alcanza el éxito tiende a repetir la fórmula o a dejarse domar por los sonidos que le imponga la discográfica. En el caso de Roberto Iniesta, el Robe, alma, cerebro, venas y corazón de Extremoduro, el éxito le pilló preparado. "La masa es imbécil. Si sales en la tele puedes hacer un libro, un disco o lo que se te ponga en la punta del nabo. A mí eso no me interesa ni vender más discos ni que me conozca más gente. Como estoy ahora estoy bien, pudiendo organizar una gira y no tener que decir «no puedo dejar de tocar en noviembre porque no tengo un puto gil», así me vale". Y continuó haciendo lo que le dio la gana después del éxito de Agila (1996): editaron el directo Iros todos a tomar por culo (1998) y el controvertido Canciones prohibidas (1999), donde daban rienda suelta a su creatividad, con éxito y críticas reguleras.  Y se tomaron un descanso. "Creo que cuando siguen haciendo cosas buenas y nuevas los grupos funcionan, aunque estén dos o...

Ramoncín - Al límite vivo y salvaje (1990, BMG)

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que este sábado tengo una Cita con mi chica para irnos de concierto a ver y escuchar al señor José Ramón Márquez , os traigo uno de los directos más importantes del rock español. Muchos denostan y menosprecian la figura e impronta de Ramoncín en nuestro rock patrio por su época de adalid de los derechos de autor a la cabeza de la infame SGAE, por su etapa de tertuliano y protagonista del papel cuché e, incluso, por su largo periplo como presentador de un concurso de televisión (mis amigas se pegaban por ir de público para verlo, todo hay que decirlo). Bien, pues no saben separar el polvo de la paja. Yo paso de todo aquello, y me quedo con la música que es lo que todos aquí amamos. Me voy a quitar desde el principio la parte técnica e histórica. Grabado en el 90 durante unos recitales en los que no presentaba ningún disco nuevo lo que le quitaba un poco de presión. Luego nos enteramos de que eran una despedida: en aquel m...

Medina Azahara - En directo (Avispa, 1990)

  Ya lo he escrito en este blog: a veces no escucho música, escucho recuerdos. Las canciones se pegan a los momentos en los que vivimos y al volver a ellas es inevitable revisar las imágenes y las emociones que las acompañaron. En otras ocasiones, uno se siente hasta protagonista, como si el músico las hubiera compuesto para nosotros, pensando en "eso" que nos sucede. Y en otras, literalmente, sin tocar ningún instrumento, somos esa canción. Esto último sucede con este Medina Azahara en directo : yo estuve en ese concierto, por lo que, de algún modo, cuando escucho el disco, ahí al fondo, está mi voz. Fan de "los Medina" ni fui ni me considero, pero un concierto de ruido al lado de casa había que disfrutarlo. El álbum se grabó un 30 de junio de 1990 en el anfiteatro Egáleo de Leganés, Madrid, escenario al aire libre mítico aquellos años; allí vi también a Panzer, Burning, Sangre Azul y alguno más. Por cierto, a la banda la presentó aquella noche José Carlos Molina (...

Judas Priest – Killing machine (CBS, 1978)

Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero ...

Los Relámpagos – Nit de llampecs (Novola-1965)

Y tras el hiato estival y la visita de Hetfield & co . de hace quince días, hoy toca reseña de la serie “ Los singles de mami ” en la que, como ya sabéis los habituales, aúno mi amor a la música en formato vinílico con el recuerdo a mi madre –fallecida hace poco más de un año– y a su gusto por la música pop de su juventud. Los protagonistas de hoy son Los Relámpagos , un grupo de rock instrumental que –como muchas bandas e intérpretes en aquella época– surgieron a raíz de un concurso musical en el que coincidieron José Luis Armenteros (guitarra), Pablo Herrero (órgano), Ricardo López Fuster (batería) y los hermanos Ignacio y Juan José Sánchez-Campins (guitarra y bajo, respectivamente). Los cinco darían forma a Dick y los relámpagos , que no tardaron en perder de su nombre a Dick , fuese quien fuese el tipo.    En 1962 comienzan a tocar en un club a cambio de vales de consumición y propinas y dedican los domin...