Ir al contenido principal

Savage Thrust "Eat´Em Raw" (Avanzada Metálica 1990)




Recuerdo que cuando era adolescente, en mi escuela había un amigo que estaba muy metido en el metal, ya que a menudo tenía en sus manos algunas bandas que todavía no había escuchado en ese momento. Uno de ellos fue Savage Thrust, una banda de Nueva York que realizaba un sónido brutal, bastante esporádica y enérgica de velocidad, aderezado con thrash metal que se sentía como Liege Lord o Overkill, pero un poco más violenta, como si tuvieran devorarse al mundo, quisieran su billetera y atacaran con herramientas de jardinería para lograr este objetivo. Tenía algunas de las demos de la banda, pero no pude encontrar mi propia exposición hasta que lanzaron su único disco completo unos años más tarde, "Eat 'Em Raw", el cual viene con la imagen de portada cursi de un demonio de piel verde masticando en la cabeza de una rubia en la portada. ¿Actualmente sería censurado en muchos países? Tal vez sí, tal vez no. Pero lo que fue seguro es conseguirlo fue una odisea, sólo una edición en 1990 a través de una label extinta mexicana y  no lo conseguí en su momento, tuve que esperar cerca de de 10 años para conseguirlo en segunda mano (muy bien cuidado) pero a un precio exorbitante, aún así valió la pena.

Bueno, la gente lo olvidó. Savage Thrust es solo otra de esas queridas bandas de los 80 que deberían haber sido GRANDES, se les considera haber sido bandas que lograron producir un álbum, tal vez unos años demasiado tarde para donde podría haber tenido el mayor impacto. Ciertamente tenían la energía y la actitud de las otras bandas de la Costa Este de la época: los gritos, las voces fuera del gancho y un conjunto de riffs que se crearon para desafiar los riffs más rápidos y violentos de la escena del Área de la Bahía. Desafortunadamente, la banda apenas se destacó en la composición real. Eat 'Em Raw es el tipo de álbum que definitivamente puedes girar por el bien de los viejos tiempos  y golpear tu cabeza hasta que estés listo para desmayarte, pero no tiene el poder de permanencia de un álbum como Taking Over o Master Control. De hecho, no tiene mucho período de poder de permanencia.




Lado A
Acid Bath
Speed Or Bleed
Madman Marz

Lado B
Eat 'Em Raw
The Vice
Infected
Seed Of Demon




Pero eso no significa que no pueda patearte las neuronas en este momento, y la banda comienza este proceso inmediatamente con la ferocidad de la canción del título caníbal, inundada de mareas rojas de martilleo bajo y corrientes armónicas que contrarrestan la carne, ritmos hambrientos de la guitarra. El disco se abre con una versión divertida de la introducción de "Orion" de Metallica, mientras las guitarras se hinchan a través de una muestra de burbujas para dar paso a "Acid Bath". "Speed ​​or Bleed" comienza con un accidente automovilístico, pero sorprendentemente la mitad de la pista se reproduce a un ritmo más lento de lo esperado, muy bueno.




Enseguida viene "Madman Marz" es una pista decente de ritmo medio con un gran impulso de  como una alternativa más lenta y anterior a Helstar o Fates Warning. Disfruté del riff atmosférico del puente alrededor de la 1:30, y un brote de Mosh similar al ántrax ocurre más profundamente en la melodía, mientras que "Eat Em Raw" hace honor a su nombre y empieza a ritmo trepidante así como muchos cambios de ritmo. "The Vice" e "Infected" son piezas que puedes notar mucha influencia de las grandes bandas de aquellos años, al final de éste álbum viene "Seed Of Demon" que cierra de una manera trepidante en la vena del thrash metal americano y el power metal alemán, una super pieza que en vivo debió ser demoledor.




Por lo tanto, para muchos quizás no hay nada muy especial sobre Savage Thrust, pero para otros eran una banda que sabía lo que estaban haciendo, y a pesar de su capacidad para escribir riffs de guitarra impresionantes, pudieron crear canciones que tenían suficiente energía virulenta que nunca tuvo la oportunidad de realmente pensar en cualquier falta de adecuación a largo plazo. Podrías fácilmente describir éste material en una mezcla de mediados a finales de los 80, thrash estadounidense, velocidad o power metal y encajaría maravillosamente. Sé que esta banda ha tenido algunos shows de reunión hace aproximadamente una década, por lo que siempre existe la posibilidad de material nuevo algún día, pero al igual que el malogrado "Eat 'Em Raw", probablemente sea demasiado tarde para mencionar que fue el único material que editaron en su carrera, años más tarde reeditarían éste material con algunos bonus extra y a precio más accesible en comparación con el precio que lo adquirí. Una rareza de los años ochentas que muchos coleccionistas andan en su "cacería", espero que les agrade. Feliz fin de semana.







Comentarios

  1. Pues vaya documento... no tenía ni idea de la existencia de esta banda. A ver cómo está de sonido, porque parece -viendo la portada- que no había demasiado dinero involucrado en la producción jejeje. Este fin de semana lo escucho, a ver qué tal. Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Madre mía, ha sucedido, un disco heavy que el King no conoce. Habrá que apostar todos los millones que no tengo o algo. Yo reconozco que no he durado mucho escuchando el disco, de hecho solo he escuchado hasta la mitad del speed or bleed, pero estos sonidos y yo no nos llevamos demasiado bien. Saludos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No creas, contra lo que te pueda parecer, hay infinidad de bandas que no he escuchado en la vida. Este lo he escuchado enterito... pero no creo que lo haga muchas veces más. Son del montón, de la parte de abajo.

      Eliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  4. Qué buena entrada. Una rareza de tu gusto. Todos tenemos rarezas que a veces solo nos gusta a nosotros y nos esforzamos mucho por conseguirlas, a precios desorbitados, como bien dices, en ocasiones. Ciertamente la imagen de portada es algo cursi pero a lo salvaje. Un poco de thrash underground siempre viene bien. Un saludo.

    ResponderEliminar
  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  6. Como siempre, gran entrada. Cómo de costumbre, no los conocía. Enhorabuena por tu escrito

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Paice Ashton Lord - Malice in Wonderland (Polydor, 1977)

Esto no estaba previsto. Este disco no estaba en la lista de títulos para reseñar en #FFVinilo. Pero es que el fin de semana pasado por fin pude hacerme con él, y tenía ganas de compartirlo. Los que leéis esto ya conocéis esa sensación de ir pasando discos y encontrar de repente esa portada que tienes en la cabeza desde hace tiempo. Qué sensación. Se que vosotros me entendéis, así que no encuentro mejor foro para compartir ese momento que este blog, lleno de melómanos “vinileros”. Lo curioso es que no solo encontré una, sino dos copias, una francesa (“gatefold”) y una inglesa (sencilla). Con buen criterio, me quedé con la inglesa. Y claro, eso se nota en el sonido. ¡Como suena esta maravilla! Si os gustan esas producciones típicas de los 70 con mucha profundidad y dinámica lo vais a disfrutar (nada que ver con las producciones actuales, cada vez más “planas”). A la producción, la leyenda, Martin Birch (Deep Purple, Whitesnake, Black Sabbath, Iron Maiden, …). ¿De dónde sale este grupo?

Scorpions – Love at first sting (Harvest-EMI, 1984)

Y si hace unas semanas os hablé aquí del inmenso 1984 de Van Halen , hoy toca comentar el no menos imprescindible Love at first sting de los alemanes Scorpions , otro que este año también celebra su 40º aniversario. La banda venía de una gira internacional presentando Blackout , el pedazo de disco que finalmente los había puesto en el mapa –yo mismo los descubrí gracias a él, os lo conté aquí – y tenían la misión de superarse, algo nada fácil no sólo en el aspecto creativo. Una de las razones era la mala relación entre el bajista Francis Buchholz y Dieter Dierks , dueño de su compañía de discos y productor del grupo desde 1975. Por eso, cuando la banda –que empezaba a tener dinerito del bueno– pidió grabar el nuevo álbum en un estudio que no fuese el del productor, Dierks se los llevó a los Polar studios de Estocolmo –exacto, los de Björn y Benny de ABBA – pero dejó en Hannover al bajista, contratando como músico d

Boikot - Los ojos de la calle (Discos Barrabás, 1990)

  Hay música que corresponde a un momento concreto de nuestra vida y que, por edad usualmente, por cuestiones personales a veces, queda ahí anclada, como un bonito recuerdo. Música a la que no suelo volver casi nunca. Y ese caso lo representa perfectamente el debut de Boikot. En el devenir de la cultura rock madrileña se conformó, en la segunda mitad de los ochenta, un grupo de bandas jóvenes con unas sonoridades muy particulares, emparejadas con eso del rock urbano, pero tintado de una manera particular en la que escuchábamos las raíces de Leño o Burning junto con ramalazos unas veces punk, otras más metaleras, otras más seventies, incluso algo de blues. Ahí puedes meter a Esturión, Casablanca, Porretas o los mismos Boikot.  En medio de ese “fregao” musical cobró protagonismo Mariano García, polémico personaje, especialmente en sus últimos años. Generó negocio, oportunidades y ayudó a crear y mantener “la escena” madrileña a través de varias salas (Canciller, Barrabás), su labor promo

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.

Creedence Clearwater Revival - "Green River" (1969)

  Las canciones, conscientes de su pegada y su carácter de inmediatez, se liberan de artificios y apéndices instrumentales.... Por Jorge García . Pocas bandas a lo largo de la historia han conseguido hacer tanto y tan bueno en menos tiempo que el que emplearon los cuatro componentes de la  Creedence Clearwater Revival . Aunque de los tres años que la formación empleó en grabar discos (con John Fogerty al frente), 1969 fue el que se llevó la palma con tres álbumes publicados en menos de doce meses. Y para más inri, podemos afirmar que al menos hasta el tercer catálogo publicado por el grupo, el nivel fue a más, alcanzando con su tercera entrega,  "Green River",  su mejor trabajo hasta aquél momento. Precisamente de esta tercera intentona discográfica vamos a hablar hoy. Un disco en el que el menor de los Fogerty alcanza un status como compositor y líder ciertamente demoledor, tomando el mando de la situación y construyendo un disco de apenas media hora de duración pero con tod