Sí señores, ¡por fin!, el Live in Japan de The Runaways. Llevaba años persiguiendo este álbum, al que ya había encontrado en algunas ferias vinileras en estados diversos de conservación y a precios bastante altos. Pero ahora ya está en mi poder, en un estado inmejorable y a un precio... bueno, aceptable aunque fue el más caro –de largo– de los que compré en Generation Records, NYC. Y es que con este disco –de mítica portada doble fotografiada por Akiyoshi Miyashita–, The Runaways llegaron a lo más alto, al menos en Japón –Mercury ni se planteó editarlo en los Estados Unidos, al igual que con el posterior debut en solitario de Cherie Currie–, antes de comenzar su declive abruptamente. Con sólo dos discos de estudio en el mercado y tras convertirse en las estrellas del rock que ansiaban, su vocalista –drogadicta aunque aún no tenía ni edad legal para beber– abandonó la banda entre rumores de abusos sexuales, algo que también sufrió su bajista Jackie Fox –quien varias décadas más tarde declaró haber sido violada por Kim Fowley ante diversos testigos como Joan Jett y la propia Currie–, que finalmente abandonó también al grupo encontrándose este todavía en Japón en mitad de la gira.
La banda había nacido tan sólo dos años antes por el afán de Kim Fowley –un oscuro y excéntrico productor y compositor de Los Angeles que incluso llegó a colaborar con KISS– por formar una banda de rok femenina. Para ello reclutó a varias adolescentes –tenían todas entre 15 y 16 años– entre las que estaban Joan Jett y Sandy West, quien junto a Micki Steele –que no tardó en irse y fichar por The Bangles– formaron una primeriza formación del grupo que se completó poco después con Jackie Fox, Lita Ford y Cherie Currie.
Entre 1976 y 1977 editaron dos álbumes, mezcla de hard rock, glam rock, classic rock, punk rock y pinceladas de pop comercial que propició su participación en numerosas giras de otros hasta que en 1977 les llegó la oportunidad de tocar en Japón, donde contra todo pronóstico y de manera inesperada, se convirtieron en megaestrellas a la altura de unos Led Zeppelin.
Total, que grabado en directo en el Tokyo Koseinenkin Kaikan de Shinjuku y el Shibuya Kokaido con producción de Kent J. Smythe y la propia banda, el line up fue el clásico de las mencionadas Currie a las voces, Jett a la guitarra rítmica y voz solista en algunos temas, Ford a la guitarra y coros, Fox al bajo y coros y West a la batería y coros.
Y el track list de esta imprescindible obra de la que tengo la edición canadiense –gatefold como la japonesa, pero sin las fotografías ni notas biográficas de aquella– fue el que sigue:
A
Queens of noise
California paradise
All right you guys
Wild thing
Getting’ hot
Rock & Roll
B
You drive me wild
Neon angels on the road to ruin
I wanna be where the boys are
Cherry bomb
American nights
C’mon
El peazodisco comienza con Queens of noise, himno del por entonces recién editado álbum del mismo nombre. Le sigue la impresionante California paradise, enérgica y guitarrera, puro hard rock. All right you guys es un sencillo hard rock que queda eclipsado entre los dos temazos en los que está, al que le sigue la icónica Wild thing de Chip Taylor, la contribución en la voz solista de West, un tema que ya cantaba cuado Fowley la puso en contacto con Jett. Es un tema sencillito y repetitivo construido alrededor de un riff que Ford viste con su solo. Gettin’ hot es super hardrockera, con un riff de reminiscencias sabbathianas y Rock & Roll es una canción de la Velvet Underground compuesto por Lou Reed, cantado aquí con ese descaro entre poppy y punkarra de Cherie Currie.
La cara B comienza con You drive me wild, un rock entre clásico y con regusto a Marc Bolan, compuesto y cantado por Joan Jett con esa actitud tan suya y con un trabajo de Ford más que aceptable. Neon angels on the road to ruin es otro hard rock marca de la casa, con un estupendo trabajo de Ford a la guitarra, y esa mezcla de pop y punk a la hora de cantar de Currie. I wanna be where the boys are –curioso título para un grupo de lesbianas, según ha afirmado Ford explicando que por unos días decidió dejar la banda asustada por el tema– sigue la misma tónica, con una Jett berreante sobre una melodía mezcla de Motörhead y Ramones. Cherry Bomb es EL TEMA, mítico como él solo, sobre el que sobran las palabras. No hay nada más que añadir. American nights –de su debut homónimo del 76, como la anterior– es otro típico tema de la banda, enérgico y repetitivo.
Y pone el punto final C’mon, otra composición en solitario de Jett, muy a lo Ramones, que esta vez canta Currie. Un temazo que rezuma cuero y sudor, con un buen trabajo de Ford y unos coros que le aportan esa pincelada poppy que de tanto en tanto dejaban escapar estas chicas.
Y ya está, amigos. La verdad es que se hace corto, muy corto, con algunos temas que no llegan ni a los 3 minutos, es uno de esos discos que cuando acabo de escuchar, siempre me vuelvo a poner (por fin en vinilo tras años de tirar de Spotify). Total, que –como os he dicho al principio– me hace especial ilusión tener por fin este álbum y espero que, si no lo conocéis ya –cosa bastante improbable– le prestéis atención.
¡Feliz viernes!
@KingPiltrafilla
joder que label más guapo, pues si no s emplearon en editarlo en usa estará considerado un Bootleg no? mas que un album live así tocho en plan made in japan
ResponderEliminarNo es bootleg, no, es oficial pero editado en Canadá, Australia, Japón... pero no en los USA.
EliminarQué turbio lo de Kim Fowley uf... pues aprovechando que pones este disco me voy a poner con él, que de las Runaways solamente he escuchado el debut. Saludoss
ResponderEliminarMuy turbio, sí. Espero que lo disfrutes, realmente están en su mejor momento en este directo. Saludos!
Eliminar¡Chulísimo! ¡Qué buena compra y qué gran viaje! Envidiacaaaaaaaaa jajajajajajaja
ResponderEliminarGracias, sí es muy chulo. El disco y el viaje jejeje.
EliminarPero al menos tienes mis reportajes fotográficos y el día de mañana los puedes usar como guía si vas a NYC. Un abrazo.