Ir al contenido principal

Rory Gallagher - Live! In Europe (Chrysalis - 1972)





Cuando Rory Gallagher se lanzó a su gira europea en 1972 tenía tan solo 24 años. Y a sus espaldas dos discos en estudico con la banda Taste, de la que era cantante, guitarrista y alma, y otros dos en solitario. Así que, intentando recoger la energía y la variedad de su propuesta en vivo, grabó varias actuaciones junto a sus secuaces Gerry McAvoy al bajo y Wilgar Campbell a la batería. El resultado es este Live in Europe que contiene siente canciones curiosamente elegidas. Porque tan solo dos habían aparecido en discos del artista: In your townLaundromat. El resto son canciones nuevas, ¡qué valor!, reconstrucciones de clásicos del blues. Así escuchamos Messin' with the kid de Junior Wells, una fantástica Pistol slapper blues de B.B. Fuller o el Bullfrog blues de William Harris, donde se lucen McAvoy y Campbell. Coge la mandolina para su particular versión de Going to my home town, donde al público se le oye aplaudir y patalear. Y una de mis favoritas, I could have had religion, donde demuestra su sensibilidad y la versatilidad de su capacidad como guitarrista. Su forma generosa, vibrante, aguerrida de cantar pocas veces se destaca, pero me parece una de sus armas mejores: pocos guitarristas tan excelentes cantan tan bien.


El disco entró (por fin) en el Top Ten británico y le valió el reconocimiento como guitarrista de la comunidad blues y rock. Como curiosidad, este disco le proporcionó el premio a mejor guitarrista del año por delante de Eric Clapton y Jimmy Page. Casi nada.

La edición que traigo hoy es una excelente re-edición hispana de 1982 impresa por RCA en Madrid. Portada gatefold y todo. Buen trabajo este también.

A disfrutar de lo que queda de agosto con música ruidosa y mucha cerveza, como Gallagher solía hacer.












Comentarios

  1. wooooooow pedazo de entrada, algunas veces he visto este disco porai, la caratula no me resulta demasiado llamativa pero tan es simple que parece un bootleg, sin embargo de bootleg nada son grabaciones en directo de una calidad considerable, es un album oficial. Ojala algun día hacerme un private press del concierto de Madrid en el '75, fueron los mejores años del blues rock irlandés. Irlanda necesitaba un Alvin Lee. Si veo este lo pillo, que es de los más fáciles de encontrar en España de Rory junto con el recopilatorio de la música rock Taste.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es un directo muy sincero. Lástima que sea sencillo. Un saludo.

      Eliminar
  2. Has conseguido que sea mi banda sonora de sábado por la mañana. Y eso que Gallagher no está entre mis preferencias. Que sí, que era un maestro a la guitarra, que transmitía emoción, que era un exponente del blues blanco. Pero no me ha llamado Nuestro Señor al disfrute de este género, aunque haya cosas puntuales que me emocionen. Sea como sea, gran entrada y -por supuesto- gran músico. Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un gran músico. Supongo que siempre hay un componente emocional en la música, porque no me gustan muchos "grandes" que a otros les hacen partirse el pecho. Ni siquiera me ha llamado Nuestro Señor por los caminos del jazz o la canción francesa. Pero en el blues sí me caí un día y hasta ahora. Y entre todos este tipo es de mis favoritos. Como banda sonora mientras te tomas unas cervezas o escribes en el blog no tiene desperdicio. Un abrazo.

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Boikot - Los ojos de la calle (Discos Barrabás, 1990)

  Hay música que corresponde a un momento concreto de nuestra vida y que, por edad usualmente, por cuestiones personales a veces, queda ahí anclada, como un bonito recuerdo. Música a la que no suelo volver casi nunca. Y ese caso lo representa perfectamente el debut de Boikot. En el devenir de la cultura rock madrileña se conformó, en la segunda mitad de los ochenta, un grupo de bandas jóvenes con unas sonoridades muy particulares, emparejadas con eso del rock urbano, pero tintado de una manera particular en la que escuchábamos las raíces de Leño o Burning junto con ramalazos unas veces punk, otras más metaleras, otras más seventies, incluso algo de blues. Ahí puedes meter a Esturión, Casablanca, Porretas o los mismos Boikot.  En medio de ese “fregao” musical cobró protagonismo Mariano García, polémico personaje, especialmente en sus últimos años. Generó negocio, oportunidades y ayudó a crear y mantener “la escena” madrileña a través de varias salas (Canciller, Barrabás), su labor promo

Firehouse - Firehouse (CBS, 1990)

El pasado 5 de abril falleció el cantante de Firehouse, Carl Jeffrey Snare, por un fallo cardíaco en un proceso cancerígeno que le había llevado unos días antes a pasar por un quirófano. Además de ser un seguidor fiel de la banda, les he visto dos veces en directo; una de ellas la recuerdo con especial felicidad por lo que disfruté (tocaron junto a unos fantásticos TNT).  Casualmente, la semana pasada en este blog hablaba, en los comentarios de un post, del legado de algunos músicos más o menos desconocidos por el "gran público" comparándolo con otros del mismo o menor valor idolatrados, quienes reciben homenajes y se les dedican calles. Con esa reflexión me quedé enganchado. Al repasar la discografía de Firehouse, me di cuenta de algo obvio: existen músicos que han dejado un legado en nosotros. Da igual lo importante que sean más allá de nuestras orejas. Nos pertenecen. Y C. J. Snare es, para mí, uno de esos músicos. Desde este debut que hoy comparto su voz me ha acompañ

Paice Ashton Lord - Malice in Wonderland (Polydor, 1977)

Esto no estaba previsto. Este disco no estaba en la lista de títulos para reseñar en #FFVinilo. Pero es que el fin de semana pasado por fin pude hacerme con él, y tenía ganas de compartirlo. Los que leéis esto ya conocéis esa sensación de ir pasando discos y encontrar de repente esa portada que tienes en la cabeza desde hace tiempo. Qué sensación. Se que vosotros me entendéis, así que no encuentro mejor foro para compartir ese momento que este blog, lleno de melómanos “vinileros”. Lo curioso es que no solo encontré una, sino dos copias, una francesa (“gatefold”) y una inglesa (sencilla). Con buen criterio, me quedé con la inglesa. Y claro, eso se nota en el sonido. ¡Como suena esta maravilla! Si os gustan esas producciones típicas de los 70 con mucha profundidad y dinámica lo vais a disfrutar (nada que ver con las producciones actuales, cada vez más “planas”). A la producción, la leyenda, Martin Birch (Deep Purple, Whitesnake, Black Sabbath, Iron Maiden, …). ¿De dónde sale este grupo?

Creedence Clearwater Revival - "Green River" (1969)

  Las canciones, conscientes de su pegada y su carácter de inmediatez, se liberan de artificios y apéndices instrumentales.... Por Jorge García . Pocas bandas a lo largo de la historia han conseguido hacer tanto y tan bueno en menos tiempo que el que emplearon los cuatro componentes de la  Creedence Clearwater Revival . Aunque de los tres años que la formación empleó en grabar discos (con John Fogerty al frente), 1969 fue el que se llevó la palma con tres álbumes publicados en menos de doce meses. Y para más inri, podemos afirmar que al menos hasta el tercer catálogo publicado por el grupo, el nivel fue a más, alcanzando con su tercera entrega,  "Green River",  su mejor trabajo hasta aquél momento. Precisamente de esta tercera intentona discográfica vamos a hablar hoy. Un disco en el que el menor de los Fogerty alcanza un status como compositor y líder ciertamente demoledor, tomando el mando de la situación y construyendo un disco de apenas media hora de duración pero con tod

Scorpions – Love at first sting (Harvest-EMI, 1984)

Y si hace unas semanas os hablé aquí del inmenso 1984 de Van Halen , hoy toca comentar el no menos imprescindible Love at first sting de los alemanes Scorpions , otro que este año también celebra su 40º aniversario. La banda venía de una gira internacional presentando Blackout , el pedazo de disco que finalmente los había puesto en el mapa –yo mismo los descubrí gracias a él, os lo conté aquí – y tenían la misión de superarse, algo nada fácil no sólo en el aspecto creativo. Una de las razones era la mala relación entre el bajista Francis Buchholz y Dieter Dierks , dueño de su compañía de discos y productor del grupo desde 1975. Por eso, cuando la banda –que empezaba a tener dinerito del bueno– pidió grabar el nuevo álbum en un estudio que no fuese el del productor, Dierks se los llevó a los Polar studios de Estocolmo –exacto, los de Björn y Benny de ABBA – pero dejó en Hannover al bajista, contratando como músico d