"When the moon began to tell their stories, we both knew they were not true"
Aunque la letra de una de las joyas del disco, Ballerina, contemple la falsedad de ciertas historias bajo la luz de la luna, la historia de los Tangerine Flavour rebosa autenticidad por todos los acordes. Alrededor de un lustro como banda a sus espaldas mediante, en este tiempo han grabado un EP homónimo y el No Hard Feelings: un LP responsable de estas líneas, muchas noches de Moloko y de que la discográfica Larvin Music les echara el ojo para reeditarlo hace unos pocos meses (el disco salió en abril del pasado año), en la quintaesencia de los formatos habidos y por haber de la historia de la música.
Sería un error intentar relacionar una única etiqueta con la música que hace esta banda, cuyo núcleo duro se compone de Fernando Lima al bajo y Pablo Martín y Miguel Polonio a las guitarras. Lo suyo es una paleta donde caben estilos desde el pop luminoso de South American Style (fa fa fa fa incluido, ¿posible guiño a los Kinks?) pasando por los medios tiempos intimistas como It Ain't Over Yet. La cosa no acaba ahí, porque Tom Petty sobrevuela en canciones como la que abre el discazo: Followin' The Path Of The Sun, con esas guitarras cuyos acordes navegan por el mismo río que los de temas como el All The Wrong Reasons. Hablando de ríos, Red River constituye otro ejemplo perfecto de eclecticismo musical donde los únicos límites son el primer y último surco que marcan los casi 180 segundos del tema.
Los riffs adictivos también caben en el disco, como bien reivindica Love Hurts Me Again, una de esas canciones concebidas para declarar la guerra a la afonía, idónea para reventar cualquier sala que pisen y pongan patas arriba, como hicieron el pasado viernes con la Sol. Pero si hay una canción para volar cabezas y romper esquemas de cualquier índole, esa es la encargada de cerrar el LP: Time Is Runnin' Over, que puede concebirse como un excelente punto de partida para el futuro cercano de los Tangerine en forma de novedades musicales. Hasta entonces, este disco supone un delicioso oasis donde quedarse a vivir un buen rato para cualquier persona sedienta de música sin etiquetas ni complejos.
Llamadme loco, pero en ese Ballerina oigo bastante a Pink Floyd.
ResponderEliminarNo es ninguna locura lo que dices, en efecto el aroma a los Pink Floyd de Animals sobrevuela por ahí. En cualquier caso, es una canción tremenda
ResponderEliminarMe ha dado curiosidad. Allá que voy a darles un par de escuchas.
ResponderEliminarNo te arrepentirás. Hay futuro en la música, solo hay que buscarlo. Saludos!
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