Ir al contenido principal

Winger – Winger (Atlantic records – 1988)


Así es amigos, por fin después de todos estos años y sin que a ninguno de los contribuyentes de este blog se le ocurriese hacerlo, os traigo este imprescindible vinilo ochentero titulado sencillamente Winger, al igual que la banda que lo grabó. Y como no es el momento de volveros a hablar de los orígenes de Kip Winger –miembro fundador y principal compositor– ni de las razones por las que en la portada se puede leer la palabra Sahara –de todo ello ya os di cuenta aquí, cuando os presenté el single Can’t get enuff– pasaré directamente a comentaros este álbum, del que ya os dije en su momento que era el que más me gustaba del grupo. 


Lanzado al mercado el año en que Zakk Wylde debutaba junto a Ozzy, Jason Newsted con Metallica, L.A. Guns o Kingdom Come sacaban sus primeros discos, Queensryche ofrecían al mundo su apabullante Operation:Mindcrime o Iron Maiden su Seventh son of a seventh son, Winger grabaron en los Atlantic studios con Beau Hill a la producción este impresionante disco que –pese a su gran éxito– no consiguió dar suficiente empuje a la carrera de la banda, que en veinte años sólo editó tres álbumes más. 


Con el line up clásico formado por Kip Winger al bajo, voz, teclados y arreglos, Reb Beach a las guitarras, Paul Taylor a los teclados y Rod Morgenstein a la batería –todos ellos, al igual que Beau Hill, hicieron coros en el disco que también contó con la colaboración de Dweezil Zappa a las seis cuerdas–, Winger pusieron en las tiendas esta joya con portada de Dan Hubp y el siguiente track list

A 
Madalaine 
Hungry 
Seventeen 
Without the night 
Purple haze 

B 
State of emergency 
Time to surrender 
Poison angel 
Hangin’ on 
Headed for a heartbreak 


Una guitarra acústica da inicio a Madalaine, un potente hard rock con profusión de coros y voces dobladas, simple en su composición pero pegadizo y con un estupendo solo. Le sigue la alucinante Hungry, con ese comienzo de cuerda que precede a una explosión de coros arropados por un riff poderoso que da forma a un temazo en el que los teclados están más presentes que en el anterior. El estribillo es matador y el solo de Beach, nuevamente una pasada. Es una de mis favoritas –si no la que más– del álbum. Algo más hard y menos melódica es Seventeen, otro de los highlights del disco, de la que –como en el caso de las dos que la preceden– se rodó un videoclip. Más coros, la estupenda voz de Winger y un gran trabajo de guitarra a cargo de Reb Beach, un músico que ha participado en numerosos proyectos y grabaciones incluyendo a Dokken, Whitesnake o Twisted Sister. Without the night es una estupenda balada en la que Winger y Beach se vuelven a lucir y en la que Taylor tiene una importante presencia. Pedazo de solo. Pone fin a la primera cara de este alucinante vinilo de hard melódico una –en mi opinión– prescindible versión del Purple haze de Hendrix. Y no es porque el resultado no sea bueno –al menos en la parte musical, que la interpretación vocal me chirría bastante– pero es que no estoy muy a favor de la revisión de temas tan icónicos. 

La cara B se inicia con otro temazo, la estupenda State of emergency, otra de mis preferidas en la que coexiste un trabajo de guitarras excepcional junto a un estribillo que se le mete a uno en el cerebro. Time to surrender es otra de las canciones imprescindibles del álbum con más de lo mismo, un bajo machacón, guitarrazos afilados y el vozarrón de Winger arropado por coros en el estribillo, otro de esos que invitan a cantarlo en voz alta (atención al homenaje a Led Zeppelin antes del solo). Poison angel es la hardroquera del disco, enérgica y menos inmediata que el resto, con un solo cañero. Otro temazo que sobresale entre el resto es Hangin’ on, en la onda predominante del disco. Y el punto final llega con Headed for a heartbreak –el cuarto tema del que se rodó un clip–, una nueva balada en la que Winger y Beach se salen y que pone la guinda a una de las obras imprescindibles para todo el que desee tener un visión completa de lo que en el mundo del hard’n’heavy y sus variantes se hacía a finales de los ochenta. 


Os adjunto los videos promocionales –cuatro nada menos– que se rodaron para los singles del álbum. Si encontráis el vinilo por ahí, haceos con él sin dudarlo. 





¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla

Comentarios

  1. Este también lo tengo en vinilo y me encanta. Creo que no se valora la obra de Kip Winger, un gran cantante. Del álbum destaca esa voz por encima de todo lo demás y Reb Beach me gusta mucho también. Un pequeño tesoro. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y es que, como ya sabemos, no todo en los 80 fue laca y pose. Pedazo de álbum sin duda. Abrazo de vuelta.

      Eliminar
  2. genial entrada para rememorar al gran Rip Winger, que como hace falta un disco suyo en la actualidad. Ese disco debut es una de mis joyas pero que no conseguí en vinilo. Saludos majestad.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lástima que no lo tengas en vinilo porque es una pieza mítica de su época. La verdad es que su siguiente trabajo no me gustó tanto y les dejé de prestar atención. Hoy voy a dedicarme a escuchar Pull y los que ha grabado en este siglo. Saludos.

      Eliminar
    2. A mí Pull me gustó mucho, pero ya estaba en otra historia...

      Eliminar
  3. Gran entrada y gran disco. Que recuerdos! Mi chica y yo sentimos especial debilidad por Without the night.

    Fue una banda bastante infravalorada, con unos muy buenos músicos, mejores que la mayoría de este rollo en aquella época. Lástima aquella historia con Lars Ulrich y Beavis and Butthead

    Abrazo

    ResponderEliminar
  4. Ay esos recuerdos... Without the night es un baladón, aunque la banda o la compañía decidió promocionar Headed for a heartbreak a la hora de ponerse lentos. Lástima de la época. Un primer elepé bestial, un segundo que no llegó a esas cotas y la llegada de los convulsos 90s dieron al traste con lo que podría haber sido un carrerón. Abrazo de vuelta, Jake.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.

Extremoduro - Yo, minoría absoluta (DRO, 2002/2014)

  Cuando una banda de rock alcanza el éxito tiende a repetir la fórmula o a dejarse domar por los sonidos que le imponga la discográfica. En el caso de Roberto Iniesta, el Robe, alma, cerebro, venas y corazón de Extremoduro, el éxito le pilló preparado. "La masa es imbécil. Si sales en la tele puedes hacer un libro, un disco o lo que se te ponga en la punta del nabo. A mí eso no me interesa ni vender más discos ni que me conozca más gente. Como estoy ahora estoy bien, pudiendo organizar una gira y no tener que decir «no puedo dejar de tocar en noviembre porque no tengo un puto gil», así me vale". Y continuó haciendo lo que le dio la gana después del éxito de Agila (1996): editaron el directo Iros todos a tomar por culo (1998) y el controvertido Canciones prohibidas (1999), donde daban rienda suelta a su creatividad, con éxito y críticas reguleras.  Y se tomaron un descanso. "Creo que cuando siguen haciendo cosas buenas y nuevas los grupos funcionan, aunque estén dos o...

Ramoncín - Al límite vivo y salvaje (1990, BMG)

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que este sábado tengo una Cita con mi chica para irnos de concierto a ver y escuchar al señor José Ramón Márquez , os traigo uno de los directos más importantes del rock español. Muchos denostan y menosprecian la figura e impronta de Ramoncín en nuestro rock patrio por su época de adalid de los derechos de autor a la cabeza de la infame SGAE, por su etapa de tertuliano y protagonista del papel cuché e, incluso, por su largo periplo como presentador de un concurso de televisión (mis amigas se pegaban por ir de público para verlo, todo hay que decirlo). Bien, pues no saben separar el polvo de la paja. Yo paso de todo aquello, y me quedo con la música que es lo que todos aquí amamos. Me voy a quitar desde el principio la parte técnica e histórica. Grabado en el 90 durante unos recitales en los que no presentaba ningún disco nuevo lo que le quitaba un poco de presión. Luego nos enteramos de que eran una despedida: en aquel m...

Medina Azahara - En directo (Avispa, 1990)

  Ya lo he escrito en este blog: a veces no escucho música, escucho recuerdos. Las canciones se pegan a los momentos en los que vivimos y al volver a ellas es inevitable revisar las imágenes y las emociones que las acompañaron. En otras ocasiones, uno se siente hasta protagonista, como si el músico las hubiera compuesto para nosotros, pensando en "eso" que nos sucede. Y en otras, literalmente, sin tocar ningún instrumento, somos esa canción. Esto último sucede con este Medina Azahara en directo : yo estuve en ese concierto, por lo que, de algún modo, cuando escucho el disco, ahí al fondo, está mi voz. Fan de "los Medina" ni fui ni me considero, pero un concierto de ruido al lado de casa había que disfrutarlo. El álbum se grabó un 30 de junio de 1990 en el anfiteatro Egáleo de Leganés, Madrid, escenario al aire libre mítico aquellos años; allí vi también a Panzer, Burning, Sangre Azul y alguno más. Por cierto, a la banda la presentó aquella noche José Carlos Molina (...

Judas Priest – Killing machine (CBS, 1978)

Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero ...

Los Relámpagos – Nit de llampecs (Novola-1965)

Y tras el hiato estival y la visita de Hetfield & co . de hace quince días, hoy toca reseña de la serie “ Los singles de mami ” en la que, como ya sabéis los habituales, aúno mi amor a la música en formato vinílico con el recuerdo a mi madre –fallecida hace poco más de un año– y a su gusto por la música pop de su juventud. Los protagonistas de hoy son Los Relámpagos , un grupo de rock instrumental que –como muchas bandas e intérpretes en aquella época– surgieron a raíz de un concurso musical en el que coincidieron José Luis Armenteros (guitarra), Pablo Herrero (órgano), Ricardo López Fuster (batería) y los hermanos Ignacio y Juan José Sánchez-Campins (guitarra y bajo, respectivamente). Los cinco darían forma a Dick y los relámpagos , que no tardaron en perder de su nombre a Dick , fuese quien fuese el tipo.    En 1962 comienzan a tocar en un club a cambio de vales de consumición y propinas y dedican los domin...