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Firehouse - Firehouse (CBS, 1990)



El pasado 5 de abril falleció el cantante de Firehouse, Carl Jeffrey Snare, por un fallo cardíaco en un proceso cancerígeno que le había llevado unos días antes a pasar por un quirófano. Además de ser un seguidor fiel de la banda, les he visto dos veces en directo; una de ellas la recuerdo con especial felicidad por lo que disfruté (tocaron junto a unos fantásticos TNT). 

Casualmente, la semana pasada en este blog hablaba, en los comentarios de un post, del legado de algunos músicos más o menos desconocidos por el "gran público" comparándolo con otros del mismo o menor valor idolatrados, quienes reciben homenajes y se les dedican calles. Con esa reflexión me quedé enganchado. Al repasar la discografía de Firehouse, me di cuenta de algo obvio: existen músicos que han dejado un legado en nosotros. Da igual lo importante que sean más allá de nuestras orejas. Nos pertenecen. Y C. J. Snare es, para mí, uno de esos músicos. Desde este debut que hoy comparto su voz me ha acompañado mañanas, tardes y noches ¡ya más de treinta años! Y no puedo evitar pensar: ¿dejan menos al público tipos como este que, pongamos, un tal Kurt Cobain? Yo creo que todo lo contrario. Pero el relato moderno no lo escriben los buenos ni los mártires; lo hacen los que tienen el dinero. Y en eso no hay comparación.

Para solucionar esta, digamos, falta de equidad, aquí estoy yo. Dedicando este #FFvinilo a la memoria de C. J. Snare y sus Firehouse. 


La banda la formaban, junto a C.J. a la voz y los teclados, Bill Leverty a la guitarra (tremendo guitarrista, por cierto), Michael Foster a la batería y Perry Richardson al bajo. Este su debut, Firehouse, contiene doce cortes con una producción limpia y demasiado pegajosa a cargo de David Prater (y mezclada por el propio Prater con Doug Oberkircher) quien trabajó también con Dream Theater o Nightranger. Canciones de cuatro minutos ensambladas para resultar amables al oído, sin estridencias ni lujos pirotécnicos, pero de estructura firme, guitarras técnicas, una voz especial que maneja estupendamente los agudos y el fraseo y una pareja rítmica cumplidora.

El álbum tardó en subir en las listas de venta (mala elección de primer sencillo) pero alcanzó el doble platino el año siguiente. Firehouse recogió el premio a la mejor nueva banda de heavy/hard rock en los American Music Awards de 1991, galardón que refrendaron en 1992 con el de mejor banda de heavy/hard rock de aquel año (sí, por delante de Nirvana y Alice in Chains). Consiguieron mantenerse en listas incluso hasta mitad de década, y aunque a partir de su tercera obra decayó el interés en el mundo anglosajón, en Asia se  mantuvieron firmes, explotando mercados desconocidos para otras bandas como Corea, Tailandia o India hasta bien entrado el siglo XXI. 



El disco comienza con Rock on the radio y su invitación a subir el volumen para disfrutar del álbum. La canción muestra algunos detalles de lo bueno de la banda, con un juego de armonías voz-guitarra bien conseguido y un estribillo pegón. La siguiente All she wrote es uno de los platos fuertes: el álbum está lleno de canciones de desamor, pero esta se lleva la palma; el protagonista llega a casa y se encuentra una nota de despedida. Buen riff, estribillo grande, letra sencilla y bien interpretada. Falta el tercer pilar de temáticas para cualquier disco de hard rock de la época: fiesta, desamor y sexo, más o menos. Este tercer pilar lo pone Shake & tumble, que ya no estamos solos, que ahora hemos pillado y vamos a sacudirnos juntos, nena. Aunque aceptable, no es de lo mejor del disco, y por eso extraña que la eligieran de primer single, cuando suena mucho mejor para esta labor Don't treat me bad. Con esta despegaron en las listas, pues contiene los elementos de toda buena canción-single: una historia bien cantada (melodía pegajosa), buena guitarra, buen estribillo y buena construcción. Con los arreglos del puente y los coros a mitad del estribillo resulta un bocado muy apetecible. Hasta ahora queda claro que Snare y Leverty son los protagonistas absolutos, pero el apoyo de la batería de Foster en la producción resulta fundamental. Las siguiente Oughta be a law sigue los mismos parámetros, con un riff elemental y estribillo a dos voces, resulta algo sencilla pero resultona. Lover's lane cierra la cara A con una vuelta a la fiesta; tiene un ritmo sincopado que mueve los pies en seguida, arreglos a dos voces, el mejor solo del álbum y a darle al tema en el motel. Acertado y luminoso. 


Home is where the heart is
abre la cara B y resulta un medio tiempo que se acelera, canción muy comercial de arpegios sencillos pero muy bien arreglada en el puente y el estribillo. Buen trabajo de guitarras, desde luego. Otra de mis favoritas se titula Don't walk away. Se arrastra como un blues bastardo pidiendo a la amada que no se aleje (qué poco éxito tiene este hombre); grande el ritmo que nos lleva hasta un estribillo a varias voces. Tras el breve instrumental Seasons of change aparece otro plato gordo. Overnight sensation suena a lo mejorcito de un álbum bastante completo, con un fraseo vocal apoyado en voces dobladas y otro estribillo bien elaborado, en este caso sin tanto alarde armónico pero con la dureza adecuada. Guitarras algo más rudas que en los demás temas (sin enloquecer). Por fin llega un poco de calma. Firehouse se mantuvieron durante los años 90 en las listas gracias a sus canciones lentas. Esta primera no es la mejor pero encaja bien en el conjunto del álbum. Love of a lifetime resulta un poco pastelona, con Snare más calmado, sin impostar tanto la voz. La melodía está bien pero creo que los arreglos "orquestales" son un poco simples. Sin embargo, fue el single más exitoso y despachó medio milloncejo en el mercado yanqui alcanzando el número 3. La final, Helpless, redunda en las estructuras anteriores sin aportar nada más, un tema correcto para cerrar el disco.


La edición en vinilo contiene el encarte con las letras, los créditos y alguna foto. La portada, llamativa pero normalita, la realizó Tony Sellari.

Un álbum de hard rock melódico muy completo para mi gusto, una estupenda entrada en los sonidos de la banda, sin ser el mejor. Dadle una escucha a vuestros héroes particulares y disfrutad del fin de semana.






Comentarios

Otros crímenes...

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