El pasado 5 de abril falleció el cantante de Firehouse, Carl Jeffrey Snare, por un fallo cardíaco en un proceso cancerígeno que le había llevado unos días antes a pasar por un quirófano. Además de ser un seguidor fiel de la banda, les he visto dos veces en directo; una de ellas la recuerdo con especial felicidad por lo que disfruté (tocaron junto a unos fantásticos TNT).
Casualmente, la semana pasada en este blog hablaba, en los comentarios de un post, del legado de algunos músicos más o menos desconocidos por el "gran público" comparándolo con otros del mismo o menor valor idolatrados, quienes reciben homenajes y se les dedican calles. Con esa reflexión me quedé enganchado. Al repasar la discografía de Firehouse, me di cuenta de algo obvio: existen músicos que han dejado un legado en nosotros. Da igual lo importante que sean más allá de nuestras orejas. Nos pertenecen. Y C. J. Snare es, para mí, uno de esos músicos. Desde este debut que hoy comparto su voz me ha acompañado mañanas, tardes y noches ¡ya más de treinta años! Y no puedo evitar pensar: ¿dejan menos al público tipos como este que, pongamos, un tal Kurt Cobain? Yo creo que todo lo contrario. Pero el relato moderno no lo escriben los buenos ni los mártires; lo hacen los que tienen el dinero. Y en eso no hay comparación.
Para solucionar esta, digamos, falta de equidad, aquí estoy yo. Dedicando este #FFvinilo a la memoria de C. J. Snare y sus Firehouse.
La banda la formaban, junto a C.J. a la voz y los teclados, Bill Leverty a la guitarra (tremendo guitarrista, por cierto), Michael Foster a la batería y Perry Richardson al bajo. Este su debut, Firehouse, contiene doce cortes con una producción limpia y demasiado pegajosa a cargo de David Prater (y mezclada por el propio Prater con Doug Oberkircher) quien trabajó también con Dream Theater o Nightranger. Canciones de cuatro minutos ensambladas para resultar amables al oído, sin estridencias ni lujos pirotécnicos, pero de estructura firme, guitarras técnicas, una voz especial que maneja estupendamente los agudos y el fraseo y una pareja rítmica cumplidora.
El álbum tardó en subir en las listas de venta (mala elección de primer sencillo) pero alcanzó el doble platino el año siguiente. Firehouserecogió el premio a la mejor nueva banda de heavy/hard rock en los American Music Awards de 1991, galardón que refrendaron en 1992 con el de mejor banda de heavy/hard rock de aquel año (sí, por delante de Nirvana y Alice in Chains). Consiguieron mantenerse en listas incluso hasta mitad de década, y aunque a partir de su tercera obra decayó el interés en el mundo anglosajón, en Asia se mantuvieron firmes, explotando mercados desconocidos para otras bandas como Corea, Tailandia o India hasta bien entrado el siglo XXI.
El disco comienza con Rock on the radio y su invitación a subir el volumen para disfrutar del álbum. La canción muestra algunos detalles de lo bueno de la banda, con un juego de armonías voz-guitarra bien conseguido y un estribillo pegón. La siguiente All she wrote es uno de los platos fuertes: el álbum está lleno de canciones de desamor, pero esta se lleva la palma; el protagonista llega a casa y se encuentra una nota de despedida. Buen riff, estribillo grande, letra sencilla y bien interpretada. Falta el tercer pilar de temáticas para cualquier disco de hard rock de la época: fiesta, desamor y sexo, más o menos. Este tercer pilar lo pone Shake & tumble, que ya no estamos solos, que ahora hemos pillado y vamos a sacudirnos juntos, nena. Aunque aceptable, no es de lo mejor del disco, y por eso extraña que la eligieran de primer single, cuando suena mucho mejor para esta labor Don't treat me bad. Con esta despegaron en las listas, pues contiene los elementos de toda buena canción-single: una historia bien cantada (melodía pegajosa), buena guitarra, buen estribillo y buena construcción. Con los arreglos del puente y los coros a mitad del estribillo resulta un bocado muy apetecible. Hasta ahora queda claro que Snare y Leverty son los protagonistas absolutos, pero el apoyo de la batería de Foster en la producción resulta fundamental. Las siguiente Oughta be a law sigue los mismos parámetros, con un riff elemental y estribillo a dos voces, resulta algo sencilla pero resultona. Lover's lane cierra la cara A con una vuelta a la fiesta; tiene un ritmo sincopado que mueve los pies en seguida, arreglos a dos voces, el mejor solo del álbum y a darle al tema en el motel. Acertado y luminoso.
Home is where the heart is abre la cara B y resulta un medio tiempo que se acelera, canción muy comercial de arpegios sencillos pero muy bien arreglada en el puente y el estribillo. Buen trabajo de guitarras, desde luego. Otra de mis favoritas se titula Don't walk away. Se arrastra como un blues bastardo pidiendo a la amada que no se aleje (qué poco éxito tiene este hombre); grande el ritmo que nos lleva hasta un estribillo a varias voces. Tras el breve instrumental Seasons of change aparece otro plato gordo. Overnight sensation suena a lo mejorcito de un álbum bastante completo, con un fraseo vocal apoyado en voces dobladas y otro estribillo bien elaborado, en este caso sin tanto alarde armónico pero con la dureza adecuada. Guitarras algo más rudas que en los demás temas (sin enloquecer). Por fin llega un poco de calma. Firehouse se mantuvieron durante los años 90 en las listas gracias a sus canciones lentas. Esta primera no es la mejor pero encaja bien en el conjunto del álbum. Love of a lifetime resulta un poco pastelona, con Snare más calmado, sin impostar tanto la voz. La melodía está bien pero creo que los arreglos "orquestales" son un poco simples. Sin embargo, fue el single más exitoso y despachó medio milloncejo en el mercado yanqui alcanzando el número 3. La final, Helpless, redunda en las estructuras anteriores sin aportar nada más, un tema correcto para cerrar el disco.
La edición en vinilo contiene el encarte con las letras, los créditos y alguna foto. La portada, llamativa pero normalita, la realizó Tony Sellari.
Un álbum de hard rock melódico muy completo para mi gusto, una estupenda entrada en los sonidos de la banda, sin ser el mejor. Dadle una escucha a vuestros héroes particulares y disfrutad del fin de semana.
Me encanta este disco. No hace mucho hice un repaso a la discografía de Firehouse y disfruté bastante. Y aunque no los seguí en su día y no los conozco lo suficiente, sí hay dos temas de ellos que he escuchado hasta la saciedad: Reach for the sky y All she wrote. ¡Vaya temardos! En fin, una pena lo de C.J., una buena idea dedicarles una entrada y un placer haberla disfrutado esta mañana escuchando los temas y leyendo tus explicaciones. No puedo añadir nada más a cuanto expones. Un abrazo. KING
No siempre estoy pendiente de estas cosas y no suelo hacer homenajes, pero, en esta ocasión, me dolía la indolencia con que se ha tratado su muerte. Cuestión de gustos y pareceres, supongo. Hoy está esto muy vacío, por cierto. Será respeto al finado 😜. Un abrazo.
No tenía escuchado a este grupo. Calidad les sobra. He pasado un buen rato escuchándolos. Buen homenaje. Y claro que estoy de acuerdo contigo en que nadie debería decirnos quienes son los músicos que más nos llegan. Lo que tenemos que hacer es buscarlos nosotros, y no dejar que el dinero (o los algoritmos) nos los impongan. Y eso que me encanta Nirvana, y Kurt Cobain. Pero si, igual hace falta algo más de espíritu crítico. Buena entrada. Saludos.
Pues otra novedad que te llevas a los oídos. Si quieres indagar, su segundo (Hold your fire) es aún mejor y el tercero (III) tiene más variedad compositiva. No pretendo menospreciar a Cobain, ojo. Gracias por comentar.
Genial, hair rock del flojito y el bueno para mí: agradable y fácil de escuchar, con un par de temas sobresalientes. Me los guardo. Ya sé que no soy el más indicado y que no tengo ni idea de este estilo pero¿es posible que algún tema me suene a Stryper? Algunos agudos de CJ me han recordado la forma de cantar de los de amarillo y negro...
No me había planteado esa similitud, pero podría ser. Es un disco de escucha agradable y por eso te entra bien. Si te atreves, escucha el tercero (que se llama 3). Un abrazo.
Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.
Cuando una banda de rock alcanza el éxito tiende a repetir la fórmula o a dejarse domar por los sonidos que le imponga la discográfica. En el caso de Roberto Iniesta, el Robe, alma, cerebro, venas y corazón de Extremoduro, el éxito le pilló preparado. "La masa es imbécil. Si sales en la tele puedes hacer un libro, un disco o lo que se te ponga en la punta del nabo. A mí eso no me interesa ni vender más discos ni que me conozca más gente. Como estoy ahora estoy bien, pudiendo organizar una gira y no tener que decir «no puedo dejar de tocar en noviembre porque no tengo un puto gil», así me vale". Y continuó haciendo lo que le dio la gana después del éxito de Agila (1996): editaron el directo Iros todos a tomar por culo (1998) y el controvertido Canciones prohibidas (1999), donde daban rienda suelta a su creatividad, con éxito y críticas reguleras. Y se tomaron un descanso. "Creo que cuando siguen haciendo cosas buenas y nuevas los grupos funcionan, aunque estén dos o...
Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que este sábado tengo una Cita con mi chica para irnos de concierto a ver y escuchar al señor José Ramón Márquez , os traigo uno de los directos más importantes del rock español. Muchos denostan y menosprecian la figura e impronta de Ramoncín en nuestro rock patrio por su época de adalid de los derechos de autor a la cabeza de la infame SGAE, por su etapa de tertuliano y protagonista del papel cuché e, incluso, por su largo periplo como presentador de un concurso de televisión (mis amigas se pegaban por ir de público para verlo, todo hay que decirlo). Bien, pues no saben separar el polvo de la paja. Yo paso de todo aquello, y me quedo con la música que es lo que todos aquí amamos. Me voy a quitar desde el principio la parte técnica e histórica. Grabado en el 90 durante unos recitales en los que no presentaba ningún disco nuevo lo que le quitaba un poco de presión. Luego nos enteramos de que eran una despedida: en aquel m...
Ya lo he escrito en este blog: a veces no escucho música, escucho recuerdos. Las canciones se pegan a los momentos en los que vivimos y al volver a ellas es inevitable revisar las imágenes y las emociones que las acompañaron. En otras ocasiones, uno se siente hasta protagonista, como si el músico las hubiera compuesto para nosotros, pensando en "eso" que nos sucede. Y en otras, literalmente, sin tocar ningún instrumento, somos esa canción. Esto último sucede con este Medina Azahara en directo : yo estuve en ese concierto, por lo que, de algún modo, cuando escucho el disco, ahí al fondo, está mi voz. Fan de "los Medina" ni fui ni me considero, pero un concierto de ruido al lado de casa había que disfrutarlo. El álbum se grabó un 30 de junio de 1990 en el anfiteatro Egáleo de Leganés, Madrid, escenario al aire libre mítico aquellos años; allí vi también a Panzer, Burning, Sangre Azul y alguno más. Por cierto, a la banda la presentó aquella noche José Carlos Molina (...
Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero ...
Y tras el hiato estival y la visita de Hetfield & co . de hace quince días, hoy toca reseña de la serie “ Los singles de mami ” en la que, como ya sabéis los habituales, aúno mi amor a la música en formato vinílico con el recuerdo a mi madre –fallecida hace poco más de un año– y a su gusto por la música pop de su juventud. Los protagonistas de hoy son Los Relámpagos , un grupo de rock instrumental que –como muchas bandas e intérpretes en aquella época– surgieron a raíz de un concurso musical en el que coincidieron José Luis Armenteros (guitarra), Pablo Herrero (órgano), Ricardo López Fuster (batería) y los hermanos Ignacio y Juan José Sánchez-Campins (guitarra y bajo, respectivamente). Los cinco darían forma a Dick y los relámpagos , que no tardaron en perder de su nombre a Dick , fuese quien fuese el tipo. En 1962 comienzan a tocar en un club a cambio de vales de consumición y propinas y dedican los domin...
Me encanta este disco. No hace mucho hice un repaso a la discografía de Firehouse y disfruté bastante. Y aunque no los seguí en su día y no los conozco lo suficiente, sí hay dos temas de ellos que he escuchado hasta la saciedad: Reach for the sky y All she wrote. ¡Vaya temardos! En fin, una pena lo de C.J., una buena idea dedicarles una entrada y un placer haberla disfrutado esta mañana escuchando los temas y leyendo tus explicaciones. No puedo añadir nada más a cuanto expones. Un abrazo. KING
ResponderEliminarNo siempre estoy pendiente de estas cosas y no suelo hacer homenajes, pero, en esta ocasión, me dolía la indolencia con que se ha tratado su muerte. Cuestión de gustos y pareceres, supongo. Hoy está esto muy vacío, por cierto. Será respeto al finado 😜. Un abrazo.
EliminarNo tenía escuchado a este grupo. Calidad les sobra. He pasado un buen rato escuchándolos. Buen homenaje. Y claro que estoy de acuerdo contigo en que nadie debería decirnos quienes son los músicos que más nos llegan. Lo que tenemos que hacer es buscarlos nosotros, y no dejar que el dinero (o los algoritmos) nos los impongan. Y eso que me encanta Nirvana, y Kurt Cobain. Pero si, igual hace falta algo más de espíritu crítico. Buena entrada. Saludos.
ResponderEliminarPues otra novedad que te llevas a los oídos. Si quieres indagar, su segundo (Hold your fire) es aún mejor y el tercero (III) tiene más variedad compositiva. No pretendo menospreciar a Cobain, ojo. Gracias por comentar.
EliminarGenial, hair rock del flojito y el bueno para mí: agradable y fácil de escuchar, con un par de temas sobresalientes. Me los guardo. Ya sé que no soy el más indicado y que no tengo ni idea de este estilo pero¿es posible que algún tema me suene a Stryper? Algunos agudos de CJ me han recordado la forma de cantar de los de amarillo y negro...
ResponderEliminarNo me había planteado esa similitud, pero podría ser. Es un disco de escucha agradable y por eso te entra bien. Si te atreves, escucha el tercero (que se llama 3). Un abrazo.
Eliminar