Gin Lady fueron una de las bandas más interesantes surgidas desde el frío nórdico de los últimos 15 años, y digo que fueron porque en sus tres-cuatro últimas grabaciones su eclecticismo ha terminado para un servidor por ser su tumba.
En el ambicioso horizonte de ganar adeptos a su causa ampliando su paleta musical acercándose a sonidos más folkies y americanos los ha vuelto más previsibles y aburridos. Lejos quedan ya aquellos tres primeros discos, de los que siempre destacaré este segundo del que tenéis portada encima de mi escritura: "Mother's Ruin", un maravilloso doble LP de Retro Rock publicado por el sello sueco "Trasubstans Records".
El comienzo con "Mother's Ruin" y "Shine On" es fulgurante. En la primera imaginaros a los Kinks poseídos por el espíritu de los Status Quo del "Dog of Two Head", mientras que en la segunda atacan con un Boogie Rock de lo más excitante, con un estribillo Faces/Rod Stewart total, piano juguetón, guitarras a los Humble Pie y una base rítmica tan dinámica como potente.
"Hush Flyer" tiene un aíre ligeramente Psych aderezado con instrumentos de viento que le dan un toque "Blaxplotation" buenísimo. El primer acto se cierra con "Learning How to Live" y sus dejes totalmente stonianos.
En el segundo lado del primer vinilo prosiguen su fantástico 70's Hard Rock con cinco temas más en los que gana presencia el Hammond y las armónicas donde se precisan, destacando la muy (nuevamente) Status Quo vía "Ma Kelly's Greasy Spoon"/"Pile Driver" "I Head for the Mountains", la polvorienta balada "Oh Sweet Misery", y un número que de haber sido de la partida en los años 70 seguramente estaríamos hablando de todo un hit: "All Beacause of You".
Beatles y Chuck Berry se saludan en la primera de la tercera cara, excelente "Rockin' Horse", con ese piano tan Ian Stewart. "Superlove" es otra de las agraciadas del álbum, atemporalidad rockanrolera asimilada y ejecutada con precisión suiza aunque sean suecos.
Los Gin Lady que se miran en el espejo de su debut relucen en "Ragged Man Blues", tan retro como lograda. Antes de darle la última vuelta de cara al segundo vinilo cae un efectivo Rock Soul al título de "Far From Being Ok".
Del último tirón de este estupendo "Mother's Ruin" dos canciones destacan por encima de las otras dos, "Someday", con un inconfundible aroma a Cream/Purple y el Blues Old School de "Big Bad Wolf" que cierra.
En otra ocasión os traeré el debut, emparentado con los Uriah Heep de mediados de los 70 y también el tercer disco ("Call the Nation") donde es Neil Young y su banda los que envuelven el sonido de buena parte del álbum.
Un grupo del todo desconocido para mi y otro de esos que, pese a no ser totalmente de mi estilo, me han resultado muy entretenidos. Y eso que el disco es extenso. De hecho, me han recordado en muchos momentos a La Chinga, de quienes ya hablé hace tiempo. Es cierto que uno no sabe bien dónde encasillarlos, pero quizás ese es su encanto. Total, ramalazos de estilos variados desde el pop a la psicodelia pasando por el hard blues setentero... y qué sé yo. Chulos. Feliz finde. KING
Un vinilo doble, cómo me gustan. Desconocía a estos tipos y esta obra que compartes tiene mucha chicha. Bien señalas su eclectismo como una cualidad clara, y eso, en este punto de descubrimiento, es una gozada. Entiendo que a veces pueda ser un arma de doble filo perfectamente. Apunto ese debut a lo Uriah Heep para empezar la semana con nueva música. Un saludo.
Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.
Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que este sábado tengo una Cita con mi chica para irnos de concierto a ver y escuchar al señor José Ramón Márquez , os traigo uno de los directos más importantes del rock español. Muchos denostan y menosprecian la figura e impronta de Ramoncín en nuestro rock patrio por su época de adalid de los derechos de autor a la cabeza de la infame SGAE, por su etapa de tertuliano y protagonista del papel cuché e, incluso, por su largo periplo como presentador de un concurso de televisión (mis amigas se pegaban por ir de público para verlo, todo hay que decirlo). Bien, pues no saben separar el polvo de la paja. Yo paso de todo aquello, y me quedo con la música que es lo que todos aquí amamos. Me voy a quitar desde el principio la parte técnica e histórica. Grabado en el 90 durante unos recitales en los que no presentaba ningún disco nuevo lo que le quitaba un poco de presión. Luego nos enteramos de que eran una despedida: en aquel m...
Cuando una banda de rock alcanza el éxito tiende a repetir la fórmula o a dejarse domar por los sonidos que le imponga la discográfica. En el caso de Roberto Iniesta, el Robe, alma, cerebro, venas y corazón de Extremoduro, el éxito le pilló preparado. "La masa es imbécil. Si sales en la tele puedes hacer un libro, un disco o lo que se te ponga en la punta del nabo. A mí eso no me interesa ni vender más discos ni que me conozca más gente. Como estoy ahora estoy bien, pudiendo organizar una gira y no tener que decir «no puedo dejar de tocar en noviembre porque no tengo un puto gil», así me vale". Y continuó haciendo lo que le dio la gana después del éxito de Agila (1996): editaron el directo Iros todos a tomar por culo (1998) y el controvertido Canciones prohibidas (1999), donde daban rienda suelta a su creatividad, con éxito y críticas reguleras. Y se tomaron un descanso. "Creo que cuando siguen haciendo cosas buenas y nuevas los grupos funcionan, aunque estén dos o...
Ya lo he escrito en este blog: a veces no escucho música, escucho recuerdos. Las canciones se pegan a los momentos en los que vivimos y al volver a ellas es inevitable revisar las imágenes y las emociones que las acompañaron. En otras ocasiones, uno se siente hasta protagonista, como si el músico las hubiera compuesto para nosotros, pensando en "eso" que nos sucede. Y en otras, literalmente, sin tocar ningún instrumento, somos esa canción. Esto último sucede con este Medina Azahara en directo : yo estuve en ese concierto, por lo que, de algún modo, cuando escucho el disco, ahí al fondo, está mi voz. Fan de "los Medina" ni fui ni me considero, pero un concierto de ruido al lado de casa había que disfrutarlo. El álbum se grabó un 30 de junio de 1990 en el anfiteatro Egáleo de Leganés, Madrid, escenario al aire libre mítico aquellos años; allí vi también a Panzer, Burning, Sangre Azul y alguno más. Por cierto, a la banda la presentó aquella noche José Carlos Molina (...
Y tras el hiato estival y la visita de Hetfield & co . de hace quince días, hoy toca reseña de la serie “ Los singles de mami ” en la que, como ya sabéis los habituales, aúno mi amor a la música en formato vinílico con el recuerdo a mi madre –fallecida hace poco más de un año– y a su gusto por la música pop de su juventud. Los protagonistas de hoy son Los Relámpagos , un grupo de rock instrumental que –como muchas bandas e intérpretes en aquella época– surgieron a raíz de un concurso musical en el que coincidieron José Luis Armenteros (guitarra), Pablo Herrero (órgano), Ricardo López Fuster (batería) y los hermanos Ignacio y Juan José Sánchez-Campins (guitarra y bajo, respectivamente). Los cinco darían forma a Dick y los relámpagos , que no tardaron en perder de su nombre a Dick , fuese quien fuese el tipo. En 1962 comienzan a tocar en un club a cambio de vales de consumición y propinas y dedican los domin...
Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero ...
Un grupo del todo desconocido para mi y otro de esos que, pese a no ser totalmente de mi estilo, me han resultado muy entretenidos. Y eso que el disco es extenso. De hecho, me han recordado en muchos momentos a La Chinga, de quienes ya hablé hace tiempo. Es cierto que uno no sabe bien dónde encasillarlos, pero quizás ese es su encanto. Total, ramalazos de estilos variados desde el pop a la psicodelia pasando por el hard blues setentero... y qué sé yo. Chulos. Feliz finde. KING
ResponderEliminarUn vinilo doble, cómo me gustan. Desconocía a estos tipos y esta obra que compartes tiene mucha chicha. Bien señalas su eclectismo como una cualidad clara, y eso, en este punto de descubrimiento, es una gozada. Entiendo que a veces pueda ser un arma de doble filo perfectamente. Apunto ese debut a lo Uriah Heep para empezar la semana con nueva música. Un saludo.
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