Querido fan: soy David Coverdale y voy a presentarte mi
nuevo disco, Saints & Sinners, que muy pronto tendrás en tu tienda de confianza.
O eso espero. Para empezar, seguramente sea la mejor colección de canciones que
he grabado nunca ¡y no es mentira! Canciones de celebración y amor, pero
también canciones sobre el dolor y la pérdida. ¡Qué bonito y qué duro es vivir!
Solo tienes que pinchar el disco por la cara A y menear el
culo con el rifazo de Young blood para entender lo que digo: “Young blood, you
are hot property”. Tremendo puñetazo el estribillo. Esta la compuse con Bernie
(Marsden, nuestro guitarrista, ya sabes) y se marca un solo sencillo, de los
suyos, todo sentimiento. Salimos
de fiesta en Rough An’ready “all lof you women better lift up your skirts an’run”.
Lo llaman amor cuando todos sabemos que con ese solazo de Micky Moody es
otra cosa. Por cieto, el otro día leí a Ian Paice que había tocado la batería
sin mucha pasión. Disculpa compañero, qué barbaridad, qué lujo lo que has hecho
en Bloody luxury, si es más brutal y sexy la batería que mi propia voz. Y el
bajo de Neil Murray no desentona ¡Cuidado con el pianazo que se marca Mr. Jon Lord!
Esta va a ser brutal en los directos, casi gimo en el estribillo, “what you
mean to me, bloody luxury”.
Ay, la vida. No todo puede ser fiesta. Este año he pasado
por una dura prueba: mi divorcio. Intenté recuperar mi vida familiar alquilando
una casa en el sur de Portugal, componer un poco, navegar, hacer el amor a la
luz de la luna. Nada sirvió. Se ve que no estoy hecho para el amor… fiel, digo. Lo intento reflejar en Victim of love: “like a Lamb to
the slaughter, another sacrifice, for giving love to a woman, with a heart
stone cold as ice”. Yo la quería “Lord, I never thought I’d be a victim of love”
y así fue. Corazón roto en una canción con un ritmo cortado pegajoso;
escucha el Hammond al fondo jugando con las armonías de las guitarras y déjate
empapar del solo de Moody. Y acabamos esta cara llorando ¡me quedé solo en mi
casa de Londres! Crying in the rain viene de esa inspiración: pasear por la
calle sin nadie con quien compartir la vida, roto, “no one ever sees the tears
when you’re crying in the rain”. Ese comienzo con la voz sola, la guitarra
cortando la noche y cómo después se viene todo dentro, lleno de amargor, blues y
fuerza al mismo tiempo, esta canción va a ser grande. Seis minutos de gloria,
con Lord y Marsden haciendo su mejor trabajo.
Tampoco me duró mucho la pena; al fin y al cabo, soy un
hombre bien parecido con una energía brutal. ¡Vuelta a la carretera! Here I go again “goin’ down the only road I’ve
ever walk, like a hobo I was born to walk alone” (dudé entre "hobo" o "drifter"). Ese comienzo triste,
con la melodía detrás dejándose querer y cómo voy llevando la letra a su
explosión central. Temazo también. ¿Y cuál no? A mi ex esposa le dejo un recadito en Love an’
affection: “You're the finest woman that I ever had” pero “I can see the honey
juice dripping off your lips, girl, you got Midas Touch, it's in your
fingertips” y al final todo lo que necesitamos es amor y cariño… “just
ask your mama, baby”.
Y ya la fiesta no para. Tristeza pasajera, vamos al turrón.
¿Qué haríamos los roqueros sin nuestros Rock an’ roll angels? Qué tufazo a buen
blues tabernario tienen las guitarras. Canción sencilla, sin cortapisas, con un
buenísimo solo de Jon. Rocanrol de la vieja escuela. Casi me gusta más la sucia
Dancing girls. Ya sabes: “I don’t need a doctor, I don’t need a priest” traedme
a las bailarinas para curarme. Esa es la única medicina que necesito para mi soledad. Y toda la banda se puso muy seria para componer y grabar la última,
la que da título a esta joya, Saint an’ sinners. Tampoco nos hemos vuelto
filósofos; solo queríamos advertiros que el día del Juicio Final “the Good Lord
know your’re all saints an’sinners” sin remedio. De lo mejor del disco y
perfecto para cerrar esta colección.
Espero que podamos vernos en los escenarios para
gozarlo juntos. Aunque ahora no lo tengo claro. El cabrón de nuestro
manager, afortunadamente antiguo manager, nos tenía explotados y bien cogidos
por las pelotas. ¿Cómo una banda exitosa como Whitesnake, con giras en
pabellones por toda Europa y varios discos de oro tenía problemas de dinero? Si
casi no puedo pagar mi casa. Y los muchachos, agobiados también. ¡Y viene el
tío a decirnos que tenemos una deuda de 200 mil libras! A la mierda, cabrón, nos
estás engañando. Medio año para librarnos de él y poder empezar de nuevo. Ya
llevo dos divorcios, ¿te fijas?, mujer y manager.
Y ahora voy a contarte el tercero. Porque también me he divorciado de la banda. ¿Te sorprende? Sí, ya sé que estos tipos son inigualables, pero la jodimos bien. Más yo, quizá. En algún momento al final de las sesiones de grabación estaba solo con Marsden en el estudio, el cuarto o el quinto, ya no me acuerdo bien, haciendo overdubs y doblando voces y le miré a la cara y le dije: “Bernie, viejo amigo, no puedo prometerte que haya gira o que el grupo siga a partir de mañana. Estoy cansado, sin dinero, sin familia y sin ganas de tirar para adelante. Si surge algo, cógelo”. Y lo mismo a los demás miembros. Bueno, para entonces Ian Paice ya se había cansado de esperar y estaba enredando con sus excompañeros de Deep Purple, pero nada me había dicho aún. Dicen que quería Whitesnake para mí solo. Yo creo que no, pero como ya no me fío de nadie la única foto que sale en el nuevo plástico es la mía.
La grabación también fue jodida. Teníamos una gira agendada
(¿no os dije que el puto exmánager nos tenía explotados?) y lo que iban a ser
unas sesiones de dos semanas en Clearnwell Castle se convirtieron en apenas dos
días todos juntos y poco resultado. Para colmo, Martin Birch no quiso o no pudo
participar (estaba enfermo, dice) y nos apañamos con Guy Bidmead, un tipo
eficiente que está por pulir. Acabamos grabando más cosas en los Britannia Row,
en Rock City y en los Battery entre actuaciones. Menos mal que Martin entró en
razón: nos ayudó a terminar las grabaciones y mezcló todas las pistas.
Para más cojones, perdí la voz; incapaz de dar notas altas,
me faltaba el aire. Aunque fue temporal. Creo que sentí miedo, igual el estrés,
qué se yo. Escuchas el disco y no lo notas, claro, porque al final dije: “holy
shit, soy el puto David Coverdale, esto lo voy a reventar”. Y canto mejor que
nunca. Sube el volumen, ponte los auriculares y hazte una paja.
En fin, que con todo esto, para el verano solo tenía a Jon a
mi lado y recibí la llamada de Cozy Powell: "¿te vienes a hacer una audición
para Michael Schenker? Está buscando cantante para un gran disco y he pensado
que tú serías perfecto". Yo estaba cansado de discos de oro y quería discos de
platino y volver a montar en helicóptero para ir a un concierto en California.
Lo pensé. Las deudas se acumulaban. Llamé de vuelta a Cozy: "¿qué tal si te
vienes tú conmigo? Whitesnake va a ser más grande que cualquier versión de
Schenker". Y por aquí está. Se trajo a un amigo suyo, Colin Hodgkinson, para
tocar el bajo; a mí me parece que no encaja, un tipo serio y aburrido, pero ha
aceptado el sueldo y las condiciones y toca muy bien. Micky Moody ha entrado en
razón y con Mel Galley va a formar una pareja guitarrera de época, ya veréis. Estamos
preparados para el sueño americano.
¡Allá vamos!
Mira que me gustan esas entradas donde recreas situaciones ficticias, pero creo que con esta entrada has subido el nivel. Bravo. De verdad me he creído que el propio Coverdale estaba explicando la historia. Por cierto, todo muy bien hilado con los datos, circunstancias y acontecimientos reales del grupo. Te has marcado un entradón. ¿Qué decir del disco? Pues lo he escuchado hasta la saciedad, y es un discazo. Difícil de decir si es mi favorito de Whitesnake. Del "Trouble" al "Saints & Sinners" me quedo con todos. Pero hoy toca escuchar éste. Lo que es raro es que este disco no hubiera salido antes por aquí, dada la cantidad de fans de Coverdale que hay por estos lares. Saludos, y bravo por el post.
ResponderEliminarPor un momento yo también me creí David Coverdale, no te creas, y hasta me atreví a bailotear con mi "air micro" cantando las canciones. Ya me tomé la medicación y vuelvo a ser yo ;). Hoy te digo que este me parece perfecto para definir el sonido de Whitesnake. Otro día comento otro, cambio de chaqueta y no pasa nada. Todos merecen su momento de gloria. Y a tu duda de porqué aparece "tan tarde" es, precisamente, porque reseñé este y otros de la serpiente blanca en los primeros años del blog y decidí eliminarlos: no daban el nivel. Intentando devolverlos con la gloria que se merecen a #FFvinilo. Así que tienes carta blanca para ponerte los pantalones de Coverdale o Marsden o Lord y traer otro de esos imprescindibles. Un saludo y gracias por los elogios.
EliminarMola un huevo tu entrada epistolar de hoy. Me quito el sombrero. Bravo. Este es de los que tenía que mi hermano en vinilo. Yo me compré en cd desde el trouble hasta este. No se por qué no seguí hasta el Slide. El caso es que regalé la trilogía del and ( Ready and,Come and y Saints and) a una novia que se metió en el mundo heavy con Bon Jovi y Whitesnake del 87 y no conocía el antes. Y me pareció súper guay regalarle mis cds con las canciones originales de temas que ella conocía pasados por el tamiz del heavy americano que terminó haciendo el Coverdale. La descolocó bastante pero creo que le terminó gustando.Nunca los reemplacé porque siempre creí que me quedaría con los vinilos de mi hermano que perdió el interés por esa música pero como se los robaron, nunca los heredaré. Y ahora ni en cd los tengo jeje. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias por los piropos. Lo he pasado muy bien imaginando qué le diría Coverdale a sus fans. Hasta me ha crecido una mata generosa de pelo rubio teñido, no te digo más. Tomo nota de la trilogía "AND"; puedes hacer un recopilatorio muy chulo con las canciones con "AND" en el título. AH, las cosas que hacemos por amor (pero sabemos tú y yo que ERA otra cosa, chaval). Están a buen precio todos los cedés (7 pavos cada uno, más o menos) en tiendas online y algunas grandes superficies que (aún y poco) venden cedés. Por si quieres aprovechar para el día del padre. Un abrazo, Dani.
EliminarQue entradón 👏👏👏 o entradarral, no se como lo decís los jóvenes. Siendo fan de casi todo lo publicado por el Rey David, tengo que admitir que la magia de los cinco primeros discos es inigualable, que lástima que ni la época ni las circunstancias no eran las adecuadas para que la grandísima formación continuara. Por cierto, gran disco poco reivindicado. Bravo! Raúl L.
ResponderEliminarGracias por lo que me toca. Soy fan de Coverdale sin costuras de ningún tipo. Este me parece uno de sus grandes, en mi top. Claro, que según el mes del año varía de posiciones 😂 Soy poco fiel. 👑
EliminarChapó Manu. Me has tenido en vilo y emocionado toda la lectura de la entrada, creía que iba a terminar con algo así como que "el mismo David me ha enviado esta crítica vía redes sociales ya que sabe de la comunidad del #FFVinilo y os la hago llegar"... De los WS que decir, muy fans como mucho/as de las que visitamos este barrio y del LP, pues un discarral. Te has superado master. Un fuerte abrazo. P
ResponderEliminarThanks mil. Se agradece poder compartir de otro modo mi pasión por la música. Igual esta carta es auténtica y todo, quién sabe. Hoy en día, mientras deivid no diga lo contrario 😝 Abrazo boomerang 🤟
EliminarDISCARRAL y ENTRADALA. Entre esto y lo que han dicho los colegas... nada puedo añadir. Un abrazo y feliz finde. KING
ResponderEliminarGracias mil. Lo he gozado siendo Coverdale por un rato. Ojo, que da para un blockbuster chulísimo.
Eliminarmuy buena, si señor! Soy muy fan de los Whitesnake Lovehunter/Slide It In, y me ha encantado leer sobre este disco. No sabía lo de Martin Birch, me gustan más otros discos de la etapa más Blues de la banda, pero este Saints sigue siendo cojonudo
ResponderEliminarQué cosas pasan con esta banda. A unos la etapa más blues, a otros la etapa más metalera. Pero siempre on top. Gracias por el piropo.
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