Ir al contenido principal

REO Speedwagon - Nine lives (Epic, 1979)

 

REO Speedwagon no serían apenas conocidos hoy en día si no hubieran logrado el mega-éxito en 1980 con el álbum Hi-Infidelity (a día de hoy, más de 15 millones de discos despachados). Hasta llegar a aquellas fuentes doradas, a ese maná, atravesaron un largo océano de creación y suerte. Llevaban dando vueltas por los escenarios desde 1967 bajo diferentes nombres y combinaciones de músicos, hasta que en 1977 ocurrieron dos hechos significativos que alumbraron la escalera al cielo: consiguen vender un millón de copias del directo Live: you get what you play for y se mudan a Los Angeles amparados por su compañía EPIC. Las cartas comenzaron a pintar bien. Solo faltaba que los músicos hicieran música para que los ejecutivos la pudieran vender. En 1978 editaron You can tune a piano but you can't tuna fish y un año después este Nine lives (exacto, el noveno álbum de la banda). Justo unos meses después se meterían en el estudio a por ese Hi-Infidelity.

En 1979 la banda la formaban Kevin Cronin como cantante principal y guitarrista ocasional, Gary Richrath a las guitarras, Neal Doughty a los teclados, Bruce Hall al bajo y las voces y Alan Gratzer a la batería. Kevin y Gary componían la mayoría de las canciones y se encargaron de la producción junto a Kevin Beamish (un tipo que alcanzaría con "la REO" el Olimpo y trabajaría con Saxon, Schenker o Y&T entre otros). 


El sonido general de Nine lives se apoya en melodías pegadizas, buenas guitarras, en ocasiones con un toque hard rock, un fantástico teclista y, cómo no, estribillos fáciles de cantar y recordar. Drop it (an old disguise) es un perfecto ejemplo: un riff aguerrido apoyado en un piano rápido con un rollo honky tonk y una línea de bajo muy rítmica; un solo de piano y otro de guitarra; un estribillo fácil. Only the strong survive rebaja la velocidad y basa su encanto en la melodía vocal jugando con las guitarras y un ritmo machacón hasta otro estribillo alargado con una excelente armonía "but we'll come back alive/´cause only the strong survive". Heavy on your love, que abre el disco, aporta otro gran riff y un Hammond para delicia del personal, quizá la canción más heavy, y una voz agresiva (a lo Speedwagon, ojo). Otra de mis favoritas es Meet me on the mountain, donde Neal mete un Hammond y un Moog para adornar una sencilla melodía que va engordando a medida que suena la canción, recuerdos de una escapada invernal a la montaña: "we were two lonely people living out a dream"; brutal solo de Richrath. 


Steve Forman mete percusiones y efectos sonoros (esas castañuelas) para darle un rollo latino a Easy money, en realidad un clásico rocanrol con el que menear el culo un rato, y dar cierta localización a esta historia de engaño al sur, en la frontera, donde "Sweet Carmelita betrayed me"; podría pasarle a cualquiera, cierto, ten cuidado "it´s just my luck/it had to happen to me". El tipo acabó desplumado y solo. Ahonda en ese rollo rocanrol la versión del rey Chuck Berry, Rock and roll music, bastante bien conseguida, aunque algo innecesaria en el contexto del álbum; el guitarreo que se marca Kevin es antológico. Bruce Hall compone y canta la final Back on the road again, sonando a lo que por entonces hacían bandas como Toto o Foreigner, con las que tantas veces se ha emparentado a REO Speedwagon; el amigo Bruce cumple muy bien (me recuerda a Lou Gramm por momentos) y fabrica un gran tema. Esa misma inspiración la escuchamos en Take me, canción de entrega ("I only thirst for you to share my cup"), otro punto álgido de Kevin. Aunque no hay una balada como tal, sirva de momento azúcar I need you tonight, más un medio tiempo de digestión fácil, con unas acústicas muy presentes y una voz melosa y aguda; esta vez Neal adorna con un piano el tema, dando un toque particular a esta melodía con recuerdos country en su composición.


El artwork del álbum tiene su miga. Tom Drennon se hace responsable como director artístico y le ayuda en el diseño Ginger Canzoner (que dibuja los gatos de la contraportada). Ese rollo animal mezclando el estampado, las pintas de malote de garito vip y las muchachas disfrazadas de gatitas da muy mal rollo. Pero, por razones que desconozco, ese rojo invadiéndolo todo y esa perspectiva me gustan. Por cierto, las gatitas se llaman Candy, Lindy, Shyanne y Karen. ¿Qué habrá sido de ellas? Vinilo sencillo (apenas dura 35 minutos) y portada gatefold, edición yanqui de la época.

Estos tipos estuvieron aquellos años inspirados y, afortunadamente, el éxito les llenó los bolsillos y el ego. A darles una vueltita.

Pasad buen fin de semana, con distancia y mascarilla, si no vais a ejercer el derecho de pernada.












Comentarios

  1. Que llevaban desde 1967 con otros nombres y formaciones jajaj eso me huele a tarea de ponerme a buscarlos y sacar un recopilatorio de sus antecedentes

    ResponderEliminar
  2. Pues nada, otro disco entre tardosetentero y ochentero de agradable escucha que no llega al nivel del Hi-Infidelity pero que encuentro más que aceptable. Buen fin de semana y no olvides la mascarilla.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí me gusta mucho, quizá por el sonido general. El anterior y el posterior son grandes discos, desde luego. Abrazo de vuelta.

      Eliminar
  3. Por alguna extraña razón, los REO me gustan cuando los escucho pero nunca me los pongo. Es decir, si alguien pone un tema sí, pero no me los pongo yo adrede. Le cogí manía al Keep on loving you, quizás eso. Ahora puedo escucharla jeje. Me pongo en la lista de escuchas pendientes este disco entero.

    ResponderEliminar
  4. Vete tú a saber anda andarán las gatitas, pero me gusta a mí también esa contra con dibujos de mininas, y con el fondo rojo, qué más se puede pedir... Y la responsable de ese diseño fue la manager de las Go-Go’s durante muchos años, la que se fue a Macy’s a por unos cuantos juegos de toallas, las usó para una sesión de fotos y después, con dos ovarios, las devolvió porque no tenían un pavo para pagar la comida. Buena entrada, aunque esto es muy heavy para mí, pero mis orejas están abiertas siempre a escuchar lo que ponéis.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.

Extremoduro - Yo, minoría absoluta (DRO, 2002/2014)

  Cuando una banda de rock alcanza el éxito tiende a repetir la fórmula o a dejarse domar por los sonidos que le imponga la discográfica. En el caso de Roberto Iniesta, el Robe, alma, cerebro, venas y corazón de Extremoduro, el éxito le pilló preparado. "La masa es imbécil. Si sales en la tele puedes hacer un libro, un disco o lo que se te ponga en la punta del nabo. A mí eso no me interesa ni vender más discos ni que me conozca más gente. Como estoy ahora estoy bien, pudiendo organizar una gira y no tener que decir «no puedo dejar de tocar en noviembre porque no tengo un puto gil», así me vale". Y continuó haciendo lo que le dio la gana después del éxito de Agila (1996): editaron el directo Iros todos a tomar por culo (1998) y el controvertido Canciones prohibidas (1999), donde daban rienda suelta a su creatividad, con éxito y críticas reguleras.  Y se tomaron un descanso. "Creo que cuando siguen haciendo cosas buenas y nuevas los grupos funcionan, aunque estén dos o...

Ramoncín - Al límite vivo y salvaje (1990, BMG)

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que este sábado tengo una Cita con mi chica para irnos de concierto a ver y escuchar al señor José Ramón Márquez , os traigo uno de los directos más importantes del rock español. Muchos denostan y menosprecian la figura e impronta de Ramoncín en nuestro rock patrio por su época de adalid de los derechos de autor a la cabeza de la infame SGAE, por su etapa de tertuliano y protagonista del papel cuché e, incluso, por su largo periplo como presentador de un concurso de televisión (mis amigas se pegaban por ir de público para verlo, todo hay que decirlo). Bien, pues no saben separar el polvo de la paja. Yo paso de todo aquello, y me quedo con la música que es lo que todos aquí amamos. Me voy a quitar desde el principio la parte técnica e histórica. Grabado en el 90 durante unos recitales en los que no presentaba ningún disco nuevo lo que le quitaba un poco de presión. Luego nos enteramos de que eran una despedida: en aquel m...

Medina Azahara - En directo (Avispa, 1990)

  Ya lo he escrito en este blog: a veces no escucho música, escucho recuerdos. Las canciones se pegan a los momentos en los que vivimos y al volver a ellas es inevitable revisar las imágenes y las emociones que las acompañaron. En otras ocasiones, uno se siente hasta protagonista, como si el músico las hubiera compuesto para nosotros, pensando en "eso" que nos sucede. Y en otras, literalmente, sin tocar ningún instrumento, somos esa canción. Esto último sucede con este Medina Azahara en directo : yo estuve en ese concierto, por lo que, de algún modo, cuando escucho el disco, ahí al fondo, está mi voz. Fan de "los Medina" ni fui ni me considero, pero un concierto de ruido al lado de casa había que disfrutarlo. El álbum se grabó un 30 de junio de 1990 en el anfiteatro Egáleo de Leganés, Madrid, escenario al aire libre mítico aquellos años; allí vi también a Panzer, Burning, Sangre Azul y alguno más. Por cierto, a la banda la presentó aquella noche José Carlos Molina (...

Judas Priest – Killing machine (CBS, 1978)

Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero ...

Los Relámpagos – Nit de llampecs (Novola-1965)

Y tras el hiato estival y la visita de Hetfield & co . de hace quince días, hoy toca reseña de la serie “ Los singles de mami ” en la que, como ya sabéis los habituales, aúno mi amor a la música en formato vinílico con el recuerdo a mi madre –fallecida hace poco más de un año– y a su gusto por la música pop de su juventud. Los protagonistas de hoy son Los Relámpagos , un grupo de rock instrumental que –como muchas bandas e intérpretes en aquella época– surgieron a raíz de un concurso musical en el que coincidieron José Luis Armenteros (guitarra), Pablo Herrero (órgano), Ricardo López Fuster (batería) y los hermanos Ignacio y Juan José Sánchez-Campins (guitarra y bajo, respectivamente). Los cinco darían forma a Dick y los relámpagos , que no tardaron en perder de su nombre a Dick , fuese quien fuese el tipo.    En 1962 comienzan a tocar en un club a cambio de vales de consumición y propinas y dedican los domin...