Este mes de julio cumplen años dos Lp’s publicados por la
banda Gun allá por el final de los 80 y principios de los 90: Taking on the
world y Swagger. Aprovechando esta efeméride, voy a compartir con vosotros el
trabajo que sacaron entre medias de los dos, el Gallus. Porque soy así de chulo
(madrileño de media cepa) y porque siento predilección por los discos que
suelen catalogarse de inferiores en la discografía de ciertos grupos.
Aquel año del 89, en el que sufrimos (mal escogido el
término, sería mejor decir disfrutamos) la invasión escocesa de los Texas y de
estos Gun, sustituyendo en el pódium a los Simple Minds, Mark Rankin y los
hermanos Gizzi, Dante y Giuliano, nos regalaron un álbum de debut de los
buenos. El grupo se completaba con Baby Stafford a la segunda guitarra y Scott
Shields a la batería. Aunque para la grabación en estudio, las baquetas también
estuvieron en manos de Jim McDermont. En los coros encontramos a Alan Thornton,
que fue el primer batería del grupo, y a la prima de Mark Rankin, Sharleen
Spiteri, de los antes mencionados Texas.
Su single de presentación, “Better Days” lo pinchaban hasta
en los 40 principales. Tuvo mucho éxito, no sólo en España, donde sonaba por
todas partes. Y, en mi casa, sonaba en bucle: a mi hermano mayor le gustó
mucho. Y a mi por extensión. Tanto, que decidimos ir los dos al concierto de
presentación de los Gun en Madrid, en la sala Jácara, patrocinados,
precisamente, por los 40 principales. Iba a ser mi primer concierto de mayor,
recién cumplidos los 16 años. Pero por circunstancias de la vida y de los
virus, no estuve en condiciones para desvirgarme, en términos concertiles, esa
noche. Y mi entrada fue utilizada por otra persona. Cuando le pregunté a mi
hermano sobre cómo había ido la noche, al principio fue parco en palabras como
si hubiese sido una mala experiencia. Creo que le di pena. Al cabo de unos
días, me confesó que el concierto había estado de puta madre y que, durante el
mismo, estuvo tomándose birras con el amigo Rosendo Mercado, que se posicionó
justo a su lado. Hablaron y se invitaron a unas rondas alternativamente. Se
sentiría culpable y me regaló la entrada que os adjunto. Me alegré por él y
todas esas mandangas. Pero algo tuvo que quedar en mi interior porque no volví
a hacer intento de volver a verlos en directo. Y eso que vinieron muchas veces
a Madrid y que seguí su carrera hasta el final, comprando sus trabajos y
escuchándolos hasta hoy en día. Sin ir más lejos, al año siguiente telonearon a
los Stones en su “penúltima” gira de despedida y dicen los afortunados
asistentes al bolo que se salieron. Luego fueron teloneros también de Def
Leppard y Bon Jovi, entre otros.
Después del Taking on the World, llegaron este Gallus que os
traigo, disco que al principio puede parecer menor en su carrera, pero que es
una jodida obra maestra y el Swagger, donde dieron el pelotazo de su carrera con
la versión del “Word up”, y que es otro disco de mis imprescindibles de siempre
y que me llevaría sin dudar a una isla desierta. Y terminaron su carrera con el
0141 632 6326, trabajo producido por Andrew Farris, de INXS, y que viró al pop
y que terminó por sepultar su carrera. Incomprensible aquello, más cuando
alguna canción en su versión demo prometía hard rock del bueno y terminó en
algo que no era Gun. De hecho, el nombre del grupo pasó a ser G.U.N. Debo
reconocer, a pesar de todo y por esa debilidad mía por los discos malditos, que
salvaría la mitad del disco de los números. En fin, en el nuevo siglo,
volvieron a refundar la banda publicando dos o tres trabajos más, aunque la
ausencia del cantante original, Mark Rankin, lastró demasiado el resultado
final. Atención, este Mark Rankin no es el mismo que produce a Adele, Florence
and the Machine, Queens of Stone Age…En allmusic sacan el listado de todo ello
con los discos de Gun, pero no conseguido encontrar ninguna información que lo
verifique. Es más, en alguna entrevista, los ex compañeros de Rankin dicen que
él no volvería al grupo porque trabajaba para una discográfica:
Universal/Mercury como radio plugger, algo así como el que negocia con las
radios los artistas que pinchan, me imagino.
Y ahora vamos al LP en cuestión, del año 92. Año complicado
para triunfar con el rock clásico ya que fue el año de Nirvana, de Pearl Jam,
del grunge. Y en el heavy, todo se lo llevaban Metallica y Guns N Roses. Venga,
voy a ser honesto. La verdadera razón de que traiga el Gallus y no el Taking on
the world es que ese no lo tengo, todavía, en vinilo. En su época lo tenía en
cassette original. El Gallus sí lo compré en vinilo. Pero a partir de ahí,
todos cayeron en CD. Incluso me recompré el Taking on the world en CD. Hace
poco vi el vinilo en un perfil de Wallapop de mi pueblo a buen precio. Pero el
vendedor me pareció un poco jeta y terminamos de malos modos el trato. Ah, por
cierto, el Gallus también cayó en CD porque, como he escrito por ahí arriba, es
un disco de hard rock con mayúsculas, sin fisuras. Si tenéis la oportunidad de
pillar alguna de las reediciones que han hecho de sus discos, incluyen un montón de rarezas,
caras b y directos: versiones del “Killing in the name of” de los RATM, “Don´t
believe a Word” de Thin Lizzy, David Bowie, Lenny Kravitz…Volvemos al vinilo. En la portada de este disco nos muestran al primer boxeador escocés campeón de mundo, Benny Linch famoso en los años 30 y 40. El
título, “Gallus” es un vocablo escocés que hace referencia a la osadía y el
atrevimiento. En mi patria política cántabra, usan mucho en un sentido parecido
eso de ser un “gallo” o una “galla”, y la acepción es distinta del “gallito”:
mientras que esta es peyorativa, aquella es de reconocimiento. Luego al pescado
gallo le llaman ojito, son así de chulos por allí arriba.
El productor fue el mismo que el de su primer disco, Kenny
McDonald, que también producía a Lloyd Cole y a Texas. Precisamente, Sharleen
Spiteri volvía a hacer coros junto al ex batería del grupo Alan Thornton. Y el
único cambio fue el del guitarrista Baby Stattford por Alex Dickson, a la
postre, guitarrista de la aventura de Bruce Dickinson en solitario. Y de estos
mimbres, este cesto.
“Steal your fire”, al inicio de la cara A, nos introduce
magistralmente en esta catedral del hard rock con un riff demoledor, cambios de
ritmo, solo maravilloso y mucho rock. Una mezcla loca entre AC/DC y The Cult. Ah,
por cierto, ya que hablo de templos, en la contraportada, en la que hay varias
fotos hechas en España, creo que todas en Barcelona, podéis ver el Templo
Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús del Tibidabo. Os dejo la actuación en
la Expo 92 (vaya año bueno de conciertos).
“Money to burn” con un comienzo estilo cowboy (slide
incluido), para lanzarse luego a una melodía in crescendo, con grandes coros y
una base rítmica excepcional para convencernos que el dinero está para quemarlo
y gastarlo.
“Long road” comienza con una melodía que tenía que haber
reventado las radios y las listas. Rankin cantando bajo, y envolviéndote. Y su
prima Sharleen en los coros dándole calidez a la canción que, poco a poco sube
el tono y con un resultado final que me encanta, como los Leppard más
melódicos.
“Welcome to the real world”, llena de adictivos riffs, va de
lo que te esperas: el mundo es una mierda, los pobres cada vez más pobres y los
ricos queriendo más. Se ve alguna imagen del grupo paseando por Barcelona.
“Higher ground” es un tema de calma controlada. De nuevo
Spiteri a los coros, riffs arrastrados y pesados y la maravillosa voz de
Rankin. Quinta joya consecutiva del disco.
Abrimos la cara B con “Borrowed time” y recuperamos la
energía porque es un pelotazo de los buenos.
Volvemos al hard rock melódico con “Freedom”, un tema que se
merecería más reconocimiento con sus riffs afilados y mayor complejidad
compositiva que muestra la madurez del grupo. Quizás esa madures les hizo
perder el punch del disco anterior, pero en mi opinión, superan a aquel disco
en conjunto.
“Won’t back down” me suena muy a The Cult pero mezclados con
Bon Jovi o similar.
“Reach for love” que comienza con la armónica, es otro corte
enérgico con grandes riffs aunque quizás sea la menos dura del repertorio, más
al estilo U2.
“Watching the world go by” es la balada del LP. Maravilloso
final con guitarras acústicas que nos hace bajar las revoluciones antes de que
la aguja se levante y el brazo se pose en su soporte.
Habréis comprobado que siento debilidad por este grupo.
Pienso que sus tres primeros disco son casi perfectos, que todas las canciones
podrían ser singles, que es dificilísimo señalar una por encima o por debajo de
otra. Actualmente y en este estilo (quizás un poco más duros) sólo me vienen a
la mente los H.E.A.T.
Quizás eran demasiado flojos para los oyentes jebis de
Metallica, Pantera, Megadeth, Maiden. Y demasiado duros para los amantes de U2,
Texas, INXS. Y les pilló el tsunami del grunge. Y por eso intentarían derivar
hacía el pop o cambiar su estilo. Lo cierto es que, este Gallus ha envejecido
muy bien y es un álbum que todo amante del rock debería escuchar y disfrutar.
Nunca les dediqué la más mínima atención. Sí, como dices, quizás eran demasiado blandos para mis gustos. No sé. Sin embargo, gracias a la oportunidad que nos brindas, voy a dedicarles un escucha. A lo mejor me gutan y todo. Saludos.
ResponderEliminarDales una oportunidad. Aunque sólo sea por qué les gustaba tu ciudad. No, dásela porque ahora ya no eres tan duro y puedes apreciar su música.
ResponderEliminarBuen momento para ponerme un disco entero de estos tipos, ya que nunca les he oído más allá de canciones sueltas. Joder, qué putadaza lo que comentas de ese concierto en Jácara. Yo la verdad es que he ido a algún concierto con fiebre y no, no es lo mismo, pero eso ya es un tema de mi cabeza, que a veces no funciona del todo bien. Abrazos!
ResponderEliminarA ver si te llaman lo suficiente para que les dediques un par de escuchas, que merecen la pena. En cuanto al concierto, una putada. No sé si tienes hermanos bastante mayores, que la mayoría de las veces te ven como un lastre, más que otra cosa. Pues imagina conseguir que tu hermano mayor te lleve a un concierto...
EliminarToca rescatar a Gun, que los tengo muy olvidados. No me disgustaban pero tampoco me volvían loco. Lástima que no pudieras ir a aquel concierto. Un abrazo.
ResponderEliminarCómo decía aquel anuncio, si eres hombre, te va a gustar. Lo adaptamos a, si eres rockero, te va a gustar. Lástima aquel concierto y no haber conocido a Rosendo.
EliminarPues si que GUN tiene temas que suenan bastante bien y en directo se lo curraban, no sé cuando los vi,teloneando a alguienes que por tu información debieron de ser los Stones, pero recuerdo que lo vi y que se lo curraron. En fin, me falla la memoria... Dani, un fuerte abrazo, y a ver si coincidimos cuando empiece de nuevo los conciertos de verdad.
ResponderEliminarEran un muy buen grupo de rock por lo que tengo debilidad. Ojalá te escuche alguien por ahí arriba
EliminarDe Gun solo recuerdo haber escuchado “Better days”, así que voy a ponerle remedio y a darle un repaso a este disco. Me gustaba mucho esa canción, así que seguro que hay algo bueno en el disco.
ResponderEliminarP.d: Ay Jácara... ¡Qué recuerdos! 😉
El disco es bueno. El grupo es bueno. Seguro que te gusta
Eliminarsoy fan de Gun desde todas mi vida, tambien tengo un tatoo con palabras de las miticas Wathing the world go by. Mi ultima veces en vivo ha sido en Valencia, lastima que Mark Ranking se marcho, con todos elrespecto Dante Gizzi no es un verdadero Lead Vocals
ResponderEliminarGracias por comentar. GUN era un grupazo. Sin Rankin yo no iría a verlos.
EliminarYo estuve en aquel concierto de la sala Jácara aquel día lejano de 1989 con 18 años y hoy voy a ir 35 años después, iré sólo porque ninguno ha querido venir conmigo. Espero que el concierto de hoy merezca la pena, saludos.
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