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VENOM - French Assault 1985

¡Vaya!. Siempre me pasa lo mismo. No consigo encontrar el dvd de El día de la bestia. Me apetecía volver a disfrutarla. Espero que no sea otra de las bajas de la última mudanza, donde misteriosamente desaparecieron algún libro y un vinilo de Pearl Jam. Y es realmente misterioso, porque mientras los muebles si que los trasladó una empresa especializada en mudanzas, los discos, libros y películas corrieron de mi parte. De mi espalda para ser más exactos, que fue la que sintió el peso de las cajas repletas. ¡Que mis libros, discos y pelis no las dejo en manos de nadie!. Faltaría más. Bueno. Me lo apunto en películas a comprar. En este caso, en el de volver a comprar. Allí tengo anotadas sobre todo muchas que poseía en vhs. Tanto las originales como las grabadas de la tele. Entre ellas  un buen puñado de la Hammer. Aún tengo en el garaje guardadas muchas de aquellas cintas. Títulos que vi una y otra vez. Películas ochenteras. Infinidad de cintas de terror, Alguna de las que programaba Canal + los viernes noche, camuflada bajo el nombre de algún clásico. -Tíralas hombre. Si ya no las puedes ver-. Me dice mi mujer. -Calla, calla. Si han vuelto las cintas y lo harán los walkman, quien quita que no vuelvan de nuevo los vídeos vhs-. Esa es siempre mi respuesta. Yo miro orgulloso aquel buen montón y pienso que es un tesoro. Mi mujer me mira junto a las cintas de vídeo apiladas, y se acuerda de Diógenes. ¿A qué viene todo este rollo que estoy soltando?. Ah, ahora recuerdo, que no encuentro el dvd de El día de la bestia.


Mi parte preferida es cuando le pregunta Álex Angulo a Santiago Seguro aquello de: -¿Tú eres satánico?.- A lo que este responde: -Si, y de Carabanchel. A fin de cuentas todos los heavys eramos satánicos. ¿No?. O eso pensaba mucha gente. Recuerdo en el instituto, una compañera de clase diciéndome aquello de que era satánico. ¿Yo?. Pues claro, como todos los heavys. Que tiempos. Se quejan algunos en las redes sociales de que en estos días la policía les pare por la calle y les pregunté a donde van o que hacen. Así me he pasado yo media vida. Con el D.N.I. en la mano cada vez que salía. Miradas de reojo. Por entonces dábamos miedo. Ahora... Volvamos a la historia. Reconozco que si no era tan adorador del diablo como aquellos energúmenos del black metal noruego -yo más que quemar iglesias, me dedicaba a quemar hierba. Y fumármela luego-, siempre me atrajo todo aquello rollo pseudo satánico, como diversión que no como vocación. Molaba mucho -y lo sigue haciendo- leer alguna novela de Stephen King o Clive Barker mientras sonaba el "Abigail" o el "Them" de King Diamond. Junto a Mercyful Fate uno de mis favoritos del viejo heavy metal. Junto a los británicos Venom.

Estos tres eran unos cafres. Y al final lo suyo era postureo. Coño. Lo mío también. Ya lo he contado más arriba. No pretendía sacrificar niños ni tomar peyote con un macho cabrío. Venom fueron un shock para mí. Lo reconozco. Comencé a escuchar heavy metal. Los mismos grupos que la mayoría de coetáneos. Y de pronto me topo con Motörhead y Venom. Wow. ¡Vaya tralla!. Lemmy era potencia por la cara. Mantas, Abadon y Cronos además tenían portadas molonas como aquella de "In league with Satan". ¡Y no digamos los títulos de sus discos!. Es curioso porque de Venom me fui comprando sus discos en cassette. A pesar de no ser muy fan yo de este tipo de formato. No tiene ninguna explicación. Siempre aparecían en aquellas listas que hacía a final de año la Heavy Rock, el Rockferendum creo que se llamaba. Si. Siempre figuraban. Como la peor banda junto a Europe y Bon Jovi. ¡Hijos de puta!. -pensaba yo- ¡No tenéis ni puta idea! mientras ponía a todo volumen sus discos. Vayamos a 1985. Trece años contaba aquí este que escribe. Un año y medio llevaría escuchando heavy metal como si no existiese otra cosa en el mundo.

Ojeaba una revista. La Heavy Rock o Metal Hammer. O Kerrang. O algún fanzine. Vete a saber. Mi madre también se acordaba de Diógenes. Casi se me para el corazón. En blanco y negro veo un anuncio de un catálogo en el que destaca un disco de Venom, donde el trío calavera, con caras de malos, posan en el centro de una bandera francesa. Hice cuentas. En aquellos días, tenía calculado lo que tardaban en llegar los discos que mandaba pedir al B.I.D. Discoplay. Desde el mismo momento que echaba el sobre al buzón. Para así ir reuniendo la pasta. Como en este caso el pedido era al extranjero, supuse que tendría al menos una semana más. Sin saber que canciones eran las que aparecían. Solo por la jodida portada. Y el nombre. "French Assault". Recortar de la revista para poner el número de referencia. Bolígrafo para apuntar la dirección en el sobre. No sé los días que tardó en llegar. Bastantes. Incluso llegué a temer que me hubiesen timado. Que aquel apartado de Correos de una ciudad europea no fuese más que la hucha que llenaba algún tipo a base de incautos melómanos impulsivos. Pero llegó.

6 canciones componían este "French Assault". Conocidas. Una en directo, el imprescindible "Countess Bathory". Las otra cinco en estudio. Puro y duro Venom. Sin más. Aún no me habían roto el corazón con "Calm before de Storm". Eso sería un par de años después. Justo el día posterior de mi cumpleaños. Pero bueno. Esa es otra historia. Estos eran mis Venom. Los de aquellas cintas que tenía casi quemadas de pasarlas del walkman a la mini cadena y viceversa. Ahora además los tenía en vinilo. Más tarde supe que este "French assault" formaba parte de siete lanzamientos. Los otros seis tenían como protagonistas a América, Cánada, Japón, Alemania y los países escandinavos. Editado este por el sello francés New Records y aunque el nombre de Neat Records también aparecía en la contraportada del disco, vete a saber. El pirateo discográfico era algún muy común en aquellos años. Sellos que se dedicaban a editar recopilatorios mientras miraban por la ventana que les trajesen la citación judicial correspondiente si hacían demasiado ruido. Los propios Venom nunca los han reconocido como un lanzamiento oficial. Lo que traducido resulta que no vieron un chelín por los mini lps vendidos. Hace unos años se editó un cd que recopilaba a los siete assaults. Imagino que ahí si que trincarían. O eso espero.

Comentarios

  1. Maravillosa entrada. Te lleva a las adolescencia, sustituyendo Venom por el grupo que te gustase en aquel entonces. En Discoplay tienda llegué a comprarme algo. Ventajas de vivir cerca de Madrid.

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    Respuestas
    1. Me olvidaba que aquí conté lo de comprar en Discoplay en una ocasión, subiendo un disco de Tears for Fears: https://ffvinilo.blogspot.com/2019/08/tears-for-fears-seeds-of-love-1989.html

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  2. Me gustan los Venom y aún así nunca me compré ningún disco suyo. Hace pocos años estuve a puntito de comprar el -casualidad- Calm before the storm, pero al final no pudo ser. Además, siempre me acuerdo de Gigatron cantando eso de "El del medio de los Venom, Mariscal y el pirata me bendecirán" de su canción Quiero Rock.

    Total, que los sigo escuchando de tanto en tanto pero ni vinilos ni cedés hay por casa de estos tipos.

    En fin, viva el heavy y los recuerdos ochenteros. Un abrazo.

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  3. Enhorabuena, consigues que incluso los que no somos fans acérrimos del heavy como yo tengamos ganas de escuchar los discos que pones por aquí. Una gozada de entrada, pasional y satánica jajaja.
    Abrazos!!

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