Reconozco cierta emoción agridulce con esa anunciada vuelta de los hermanos Robinson en su nueva encarnación de The Black Crowes; dulce por lo que podría significar: nueva música, verles de nuevo en directo; agria por que, en realidad, es probable que vuelvan para hacer caja, aguanten un año de gira y se acabó: en el camino no habrá más The Magpie Salute, un excelente experimento sonoro.
La banda está comandada por Rich Robinson, quien compone todos los temas y se encarga de la producción. Junto a él (una de mis debilidades) Marc Ford a las guitarras, el también cuervo Sven Pipien al bajo, John Hogg a la voz (excelente), Matt Slocum a los teclados y Joe Magistro a la batería.
Para este álbum recogieron las canciones que no entraron en su anterior High water I, compusieron unas cuantas más y se metieron a grabar este fantástico elepé. Hay de todo en sus surcos, con mucho southern, grandes influencias de Dylan o Young y mucha emotividad. Son unos músicos que, en lo suyo, arriesgan, no solo en estudio, si no también en directo, modificando cada día sus repertorios y sus actuaciones.
Hay composiciones guitarreras: Doesn`t really matter te pondrá las plumas de cuervo de punta con su ritmo entrecortado y la fantástica guitarra de Ford; Leave it all behind de roquero estribillo; Gimme something muy rítmico con un toque soul; Sooner or later de rabiosa interpretación por parte de Hogg, gran estribillo y un solo con fuzz; Turn it around viaja por el blues de toques psicodélicos; adoro Life is a landslide, me recuerda a los Crazy Horse; el cierre con Where is this place ahonda en el blues eléctrico con un toque moderno.
Y hay composicones más tranquilas. Emotivo You and I con preciosas armonías; Mother storm delicado y con un buen piano southern (de mis favoritas); un medio tiempo como In here destaca en el conjunto por su línea melódica y el aporte de la sección de viento; A mirror trae un slide bárbaro y otro pianazo; en Lost boy suenan a trovadores del medio oeste con el acompañamiento de Alison Krauss.
La edición en doble vinilo está muy cuidada, tanto en los acabados como en el diseño. La portada doble incluye numerosas fotos, los créditos y la información básica del álbum. Además, en esta edición los vinilos son de color marrón; no especialmente bonitos, para mi gusto, pero originales, cuando menos.
Pasad un buen fin de semana, con mucha música y la mejor compañía que hayáis podido conseguir en vuestra vida.
Y un par de regalos...
Uno de los grandes discos que nos dejó el pasado año. Espero que después de hacer caja girando durante un par de años retomen este proyecto, porque obviamente me muero de ganas de ese concierto (con lo de nueva música no soy optimista), pero es que esto es una bandaza en línea ascendente en toda regla. La edición es preciosa, yo la pillé justo al salir. Eso sí, todavía no tengo una canción favorita.
ResponderEliminarAbrazos y rock and roll!
Yo creo que (pandemia por medio) estos dos no se aguantan más de una gira. Igual me equivoco. De todos modos mi queja va más por que se corta la evolución de un grupo de músicos que comenzaba a forjar su estilo. Hay quien le gusta más el High water I, pero yo encuentro ese más redondo. Un abrazo.
Eliminar¡Joder qué bien suenan! Este año veremos a los hermanos Robinson, hay ganas, muchas. Y la edición se ve que está curradísima no como otros que tengo que están bastante chapucerillos y no muy cuidados para ser ediciones especiales. ¡Feliz finde!!
ResponderEliminarUna de las razones de pillar este vinilo (a parte del precio) fue el buen aspecto que tenía. Buena música bien enfundada. Suenan muy bien; dale una oportunidad al disco y a la banda. Un abrazo.
EliminarPues nada, fin de semana de descubrimientos. Si los otros tres los conocía aunque no he sido nunca seguidor acérrimo de sus carreras, con este ya ni eso. Los Crowes nunca me entraro por lo que ya veremos a donde me lleva la escucha de este álbum, que por supuesto me pongo de deberes. Un abrazo y a encarar con (forzado) optimismo estos tiempos que nos está tocando vivir.
ResponderEliminarNo serán santo de tu devoción tampoco estos tipos. Mucho curro en la música, con algunos estribillos molones, pero básicamente es southern con toques blues y soul. Claro, que igual en algún momento se te ilumina la mente y dejas esa mierda de hardochentero y thrashbasurilla al que eres adicto ja, ja. Nos leemos encerrados, qué remedio. Un abrazo.
EliminarMe temo que seguiré en el hardochentero y en el thrash y dejaré este southern blues para ti. Por cierto... qué sopor el de Neil Young jajajajaja
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