Ir al contenido principal

Cirith Ungol – King of the dead (Metal Blade – 2017 Re-edition)


Pues ya estamos aquí otra vez, hoy con estos semidesconocidos e infravalorados Cirith Ungol. Debo deciros que hace años me dejaron una cinta de su One foot in hell –la portada me flipó– pero cuando la escuché no me llamaron demasiado la atención. Así que se convirtieron en uno más de los grupos de los que conocía su existencia pero no me interesaba en absoluto seguir su carrera con atención. Sin embargo, cuando compré el vinilo de Abbath que os comenté aquí no hace mucho, descubrí esta preciosa reedición remasterizada de 300 copias en vinilo azul translúcido –con póster y libreto a todo color de 12 páginas– que me pareció una inmejorable oportunidad para tener algo de la banda y de paso amortizar algo los gastos de envío. Y pese a que casi nunca aparecen en ninguna reseña y no son considerados de primera división, si les dais una oportunidad veréis que resultan de lo más disfrutable y reivindicable. 


El grupo se formó en los años 70 en la californiana Ventura y tomó su nombre de la obra de Tolkien, en concreto de un lugar de Mordor que en lengua élfica significa la grieta de la araña. Con un estilo entre protometal, doom y progresivo, se dedicaron a cantar sobre magia, brujería y cosas así. Tras una década de foguearse por innumerables garitos, deciden autoeditarse su primer elepé como manera de darse visibilidad y poder buscar discográfica con un producto físico. Así es como fichan con Enigma records y en 1984 graban este King of the dead que ahora os comento y que en palabras de su batería supone el mejor disco de su carrera, en el que cristalizaban la ilusión y los esfuerzos de todos los años anteriores y sobre el que tuvieron control creativo total. 


Así que con Tim Baker a las voces, Jerry Fogle a las guitarras, Michael Vujejia al bajo y Robert Garven a la batería, se meten en los Goldmine studios de Ventura y se autoproducen este King of the dead, que pondrían en las tiendas con portada de Michael Whelan y el siguiente track list

A 
Atom smasher 
Black machine 
Master of the pit 
King of the death 

B 
Death of the sun 
Finger of scorn 
Toccata in Dm 
Cirith Ungol 


Inaugura el álbum Atom smasher, un tema en el que destacan la voz chillona de Baker y –en positivo– las estupendas líneas de bajo de Vujejia, muy a lo Geezer Butler, además de la guitarra de Fogle, que pone de manifiesto los años de carretera de una banda con fuertes influencias en el rock progresivo. Black machine es otra muestra de esa excitante mezcla de doom y progresivo que ejecutaba Cirith Ungol, con unos instrumentistas que cumplen aceptablemente y sobre los que flota la voz del vocalista, en mi opinión sin demasiados registros. Bonito solo de Fogle. Le sigue Master of the pit, con unas líneas de bajo totalmente doom que dan entrada a un solo de Fogle arropado por la batería de Garven que sirve de intro al resto de la canción, un largo y sabbathiano tema en el que –como a lo largo de todo el álbum– destaca sobre todo la parte instrumental, con un Vujejia más que solvente y con solos de Fogle extensos e inspirados. King of the dead es el tema título y otro largo ejemplo de doom progresivo de enorme calidad, con elaborados solos de guitarra y ese bajo impresionante haciendo filigranas. Al parecer, la intro está inspirada en la banda sonora de Basil Poledouris para Conan, el Bárbaro


La cara B comienza con Death of the sun, más de lo mismo en la tónica general y que con una duración de casi cuatro minutos es el tema más corto –y también el más metálico– del disco. Y entonces llega con su precioso inicio acústico, el tema más largo del álbum, una épica Finger of scorn compuesta por el cofundador de la banda Greg Lindstrom –quien les había dejado tras tocar bajo, guitarra y teclados en su debut Frost and fire de cuatro años antes– que para mi gusto hubiese supuesto el inmejorable final de un trabajo que pide más de una escucha para ser disfrutado. Por contra, aún quedan dos temas en esta cara, una versión técnicamente impecable de Toccata in Dm de Bach que a mi modo de ver rompe totalmente la magia del disco –yo la hubiese eliminado del track list definitivo– y Cirith Ungol, el más doom y heavy del álbum que yo hubiese puesto despues del Master of the pit para comenzar la cara B con King of the dead


En fin, un estupendo disco que pese a no ser redondo –lástima de Tim Baker que, en mi seguramente desautorizada opinión, peca de una linealidad exasperante a la hora de afrontar cada tema–, os recomiendo sinceramente. Aprovechad la oportunidad, daos un capricho y completad vuestra colección. Detalles como el de Metal Blade suponen una buena forma de hacerse con un producto bonito y de calidad además de para reivindicar bandas semiolvidadas. 

¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla







Comentarios

  1. vaya king esta vez si que te has lucido, debí pillarme la re-edición del primero que salió en 2016, no creo que el sonido sea una locura pero estos discos son difíciles de pillar. Casi todas sus portadas son de Whelan aunque creo que la primera ese Woodroffe, yo es que mi favorito es su primer album donde su estilo era más heavy metal puro pero este también esta muy bien y qué demonios el tan criticado Paradise lost también.

    ResponderEliminar
  2. Guapísima la reedición, la verdad que el fondo de catálogo que ha reeditado Metal Blade está cuidadísimo, los de Fates Warning, Cirith Ungol, Nasty Savage...da gusto! Un saludo, King.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Saludo de vuelta. En efecto, unas reediciones geniales.

      Eliminar
  3. La fantasía y la historia de este grupo son de mis favoritas, me encantan.

    ResponderEliminar
  4. Preciosa edición. Entre el vinilo que brilla en la oscuridad y el transparente, en casa debieron mirarte raro al llegar el envío, ja, ja. Has descrito muy bien a la banda y al disco; unos segundones con buenos modos que se dejan escuchar y que consiguen canciones notables. Este me lo pillaré alguna vez, creo que es mi favorito. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En cuanto al disco, la verdad es que es el único que salvo de su discografía. Y al parecer, coincido con sus integrantes. En cuanto a la familia, mi hija me ha dicho que cuando muera malvenderá mis discos excepto los de colores y los picture disc, así que esta encantada con estas adquisiciones. Hasta hice el unboxing con ella. Mi mujer no siente el más mínimo interés por mi afición vinílica, por lo que pasa de esta manía mía.

      Eliminar
  5. Lo único que te falta ya es pillarte un vinilo que vuele, madre mía menuda presentación del disco. Un grupo más que conozco gracias a este sitio, así da gusto. Saludos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso ya existe. Hace muchos años tuve un EP de Limahl -cantante de Kajagoogoo- que un buen día voló, cual frisbee jejejeje

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Boikot - Los ojos de la calle (Discos Barrabás, 1990)

  Hay música que corresponde a un momento concreto de nuestra vida y que, por edad usualmente, por cuestiones personales a veces, queda ahí anclada, como un bonito recuerdo. Música a la que no suelo volver casi nunca. Y ese caso lo representa perfectamente el debut de Boikot. En el devenir de la cultura rock madrileña se conformó, en la segunda mitad de los ochenta, un grupo de bandas jóvenes con unas sonoridades muy particulares, emparejadas con eso del rock urbano, pero tintado de una manera particular en la que escuchábamos las raíces de Leño o Burning junto con ramalazos unas veces punk, otras más metaleras, otras más seventies, incluso algo de blues. Ahí puedes meter a Esturión, Casablanca, Porretas o los mismos Boikot.  En medio de ese “fregao” musical cobró protagonismo Mariano García, polémico personaje, especialmente en sus últimos años. Generó negocio, oportunidades y ayudó a crear y mantener “la escena” madrileña a través de varias salas (Canciller, Barrabás), su labor promo

Firehouse - Firehouse (CBS, 1990)

El pasado 5 de abril falleció el cantante de Firehouse, Carl Jeffrey Snare, por un fallo cardíaco en un proceso cancerígeno que le había llevado unos días antes a pasar por un quirófano. Además de ser un seguidor fiel de la banda, les he visto dos veces en directo; una de ellas la recuerdo con especial felicidad por lo que disfruté (tocaron junto a unos fantásticos TNT).  Casualmente, la semana pasada en este blog hablaba, en los comentarios de un post, del legado de algunos músicos más o menos desconocidos por el "gran público" comparándolo con otros del mismo o menor valor idolatrados, quienes reciben homenajes y se les dedican calles. Con esa reflexión me quedé enganchado. Al repasar la discografía de Firehouse, me di cuenta de algo obvio: existen músicos que han dejado un legado en nosotros. Da igual lo importante que sean más allá de nuestras orejas. Nos pertenecen. Y C. J. Snare es, para mí, uno de esos músicos. Desde este debut que hoy comparto su voz me ha acompañ

Paice Ashton Lord - Malice in Wonderland (Polydor, 1977)

Esto no estaba previsto. Este disco no estaba en la lista de títulos para reseñar en #FFVinilo. Pero es que el fin de semana pasado por fin pude hacerme con él, y tenía ganas de compartirlo. Los que leéis esto ya conocéis esa sensación de ir pasando discos y encontrar de repente esa portada que tienes en la cabeza desde hace tiempo. Qué sensación. Se que vosotros me entendéis, así que no encuentro mejor foro para compartir ese momento que este blog, lleno de melómanos “vinileros”. Lo curioso es que no solo encontré una, sino dos copias, una francesa (“gatefold”) y una inglesa (sencilla). Con buen criterio, me quedé con la inglesa. Y claro, eso se nota en el sonido. ¡Como suena esta maravilla! Si os gustan esas producciones típicas de los 70 con mucha profundidad y dinámica lo vais a disfrutar (nada que ver con las producciones actuales, cada vez más “planas”). A la producción, la leyenda, Martin Birch (Deep Purple, Whitesnake, Black Sabbath, Iron Maiden, …). ¿De dónde sale este grupo?

Scorpions – Love at first sting (Harvest-EMI, 1984)

Y si hace unas semanas os hablé aquí del inmenso 1984 de Van Halen , hoy toca comentar el no menos imprescindible Love at first sting de los alemanes Scorpions , otro que este año también celebra su 40º aniversario. La banda venía de una gira internacional presentando Blackout , el pedazo de disco que finalmente los había puesto en el mapa –yo mismo los descubrí gracias a él, os lo conté aquí – y tenían la misión de superarse, algo nada fácil no sólo en el aspecto creativo. Una de las razones era la mala relación entre el bajista Francis Buchholz y Dieter Dierks , dueño de su compañía de discos y productor del grupo desde 1975. Por eso, cuando la banda –que empezaba a tener dinerito del bueno– pidió grabar el nuevo álbum en un estudio que no fuese el del productor, Dierks se los llevó a los Polar studios de Estocolmo –exacto, los de Björn y Benny de ABBA – pero dejó en Hannover al bajista, contratando como músico d

Creedence Clearwater Revival - "Green River" (1969)

  Las canciones, conscientes de su pegada y su carácter de inmediatez, se liberan de artificios y apéndices instrumentales.... Por Jorge García . Pocas bandas a lo largo de la historia han conseguido hacer tanto y tan bueno en menos tiempo que el que emplearon los cuatro componentes de la  Creedence Clearwater Revival . Aunque de los tres años que la formación empleó en grabar discos (con John Fogerty al frente), 1969 fue el que se llevó la palma con tres álbumes publicados en menos de doce meses. Y para más inri, podemos afirmar que al menos hasta el tercer catálogo publicado por el grupo, el nivel fue a más, alcanzando con su tercera entrega,  "Green River",  su mejor trabajo hasta aquél momento. Precisamente de esta tercera intentona discográfica vamos a hablar hoy. Un disco en el que el menor de los Fogerty alcanza un status como compositor y líder ciertamente demoledor, tomando el mando de la situación y construyendo un disco de apenas media hora de duración pero con tod