Ir al contenido principal

Bryan Adams - Waking up the neighbours (A&M Records-1991)




Adams consiguió el éxito masivo con su álbum Reckless de 1984. Tardó tres años en componer y grabar la continuación, Into the fire, producido por él en su propia casa. No logró el mismo nivel de ventas que el anterior. Eso y, supongamos, cierta intención de cambiar el ritmo de su carrera o la orientación musical, una crisis de confianza, de avaricia bien entendida, quién sabe, le llevó a colaborar con uno de los productores hiperventas del momento: Robert John "Mutt" Lange. De paso, su colega de armas, su mano derecha compositiva, Jim Vallance, caía en este proceso, quedando en mínima su aportación al álbum, aunque conservó a varios músicos (Keith Scott, Mickey Curry). Y Bryan Adams volvió a ser número uno y alcanzar las ventas y la popularidad de 1984.

El cambio ahondó en una producción más procesada, en arreglos muy "Def Leppard" (quizá muy "Mutt"). La esencia de Adams se conserva, sobre todo, en los medios tiempos Though I'd die and go to heaven, Do I have to say the words? y Depend on me, estas dos últimas aún compuestas con Vallance. Los ritmos más clásicos asoman en There will never be another tonight y en el fantástico riff de House arrest (una versión de AC/DC estaría bien). El resto suena más influenciado por la mano amiga de Lange, con claros ejemplos en If you wanna leave me (can I come too?), Touch the hand, Not guilty, Don't drop that bomb on me o Can't stop this thing we started. Añadid la pesada y empalagosa, pero millonaria (dieciseis semanas número uno en los unaited quingdom), (Every thig I do) I do for you al conjunto.


Imagino que para un fan ochentero del canadiense encontrarse con este disco, con este sonido, debió hacerse duro; pero fue mi "descubrimiento" de Adams. Gracias a este álbum empecé a tomarle en serio y a escuchar sus trabajos anteriores. Así que debo decir que me gusta Waking up the neighbours, mucho más los temas hard que las baladas (odio el hiperexpuesto tema megahit).

Además de Bryan Adams (voz, coros, guitarras) escuchamos a Keith Scott a las guitarras, Mickey Curry a la batería, Dave Taylor al bajo, Tommy Handel y Robbie King al órgano y el piano y el propio "Mutt" a los sintetizadores. Se grabó a medio camino entre Inglaterra (Battery Studios) y Canadá (Warehous Studios) a lo largo de 1990 y principios de 1991. 

La edición que traigo hoy es de época, con dos vinilos pero en carpeta sencilla. 

Pasad buen fin de semana...











Comentarios

  1. Al Bryan este no es que le haya seguido mucho la pista, pero me gusta mucho más el Reckless que este álbum. Quizás sea por culpa de la innombrable tonada que has mencionado y que lo hizo sonar hasta la extenuación. Sin embargo, un tipo que ha contribuido con dos temas -junto a su amigo Vallance- en un discazo como el Creatures de KISS merece todo nuestro respeto. Feliz fin de semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo creo, de hecho, que se hicieron famosos gracias a esa colaboración con KISS ;)) No me cabe duda que Reckless es mejor que este álbum; de hecho, es su mejor disco. De todos modos, merece una escucha. Las baladas me cargan un poco en realidad. Un abrazo.

      Eliminar
  2. Reckless es uno de mis discos favoritos, tal cual, y el Into the Fire me gusta mucho también. Con este disco nunca he podido sin embargo, pero ahora que lo traes voy a aprovechar para darle otra oportunidad. RnR!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Decía antes, también, que Reckless es, posiblemente, su obra más perfecta. Quizá Into the fire quedó un poco cojo, pero también es muy recomendable. De este que traigo, tiene que encajarte, pues, como digo, tiene una producción diferente, casi no parece Adams en algunos cortes. A mí me gusta porque "me pilló" y gracias a él le perdí el miedo y curioseé en el resto de su catálogo. Un saludo.

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Rainbow – Down to earth (Polydor-1979)

Sin vinilos raros o exóticos para comentaros esta semana, echo mano de mi fondo de armario vinílico y como en mi anterior visita, dedico la reseña de hoy a otra de esas obras incontestables de finales del siglo XX de las que nadie quiere hablar porque todo cuanto pueda decirse, sobra o es redundante. Pero para eso estoy yo, para redundar en lo obvio. Y para dar a la reseña un enfoque diferente, más que del álbum –que también–, os hablaré de su vocalista. Total, que después de saber de él en Alcatrazz [ aquí ] o MSG [ aquí ], hoy os traigo de nuevo al incombustible Graham Bonnet para presentaros otro enorme disco en el que participó aportando su personalísimo estilo. Poneos cómodos.    Érase que se era el británico Graham Bonnet , un adolescente nacido en una localidad costera del condado de Lincolnshire que se ganaba unas libras cantando jingles para la radio. Su primo Trevor había emigrado con sus padres a Australi...

Helloween - Pink bubbles go ape (1991, EMI)

  Aprovecho la reciente visita a nuestro país de la banda multigermánica Helloween para compartir aquí contigo, lector con orejas inquietas, otro de esos discos que me gusta catalogar con la etiqueta de “síndrome del disco de después”: aquella obra musical editada tras un pelotazo, éxito o gloria en forma de DISCARRAL y que palidece a su sombra independientemente de su calidad o éxito. Discos que han sido “un fracaso” porque vendieron la mitad que su predecesor o porque, simplemente, no respondió a las expectativas. En este contexto, queda claro que casi cualquier cosa que nuestros protagonistas hubieran editado después de “Keeper of the seven keys II” (más aún si lo consideramos un solo disco con su primera parte) iba a ser valorado con el rasero de una(s) obra(s) catalogadas aún hoy como Obras Maestras del Discarralismo (OMD para los entendidos). Si añadimos que las acciones (o inacciones) de algunos de los protagonistas de la banda y alrededores contribuyeron a dificultar la pr...

Megadeth – Peace sells... but who’s buying? (Capitol records-1986) [Resubido]

Hay álbumes que se resisten a aparecer por estos pagos porque son obras tan incontestables y sobre las que se ha dicho y escrito tanto que parece que sobra regresar a ellas. Pero hoy me siento en la necesidad de que eso no me afecte y he venido a expresar obviedades. Creo que no miento si os digo que descubrí a los Megadeth con el So far, so good... so what! [ aquí ] y es un disco que adoro, como otros de la banda. Sin embargo, creo que es en este Peace sells... but who’s buying? en el que se sientan las bases de la carrera de Dave Mustaine y sus Megadeth . Y sí, desde un punto de vista comercial o de calidad compositiva o de sonido, quizás otros álbumes están por encima... pero la importancia de esta obra es capital (sí, yo también utilizo mucho los tres puntos), desde su icónica portada hasta su última nota. Por eso, aunque Omar Sandoval ya comentó [ aquí ] hace más de una década este disco desde una apro...

Asteroid B-612 - "Roads, Stars" (2025)

…guitarras distorsionadas, más sutiles y cromáticas creando un paisaje más amable que el poderoso y furibundo bramido de antaño… Por  Jorge García . Cuatro discos como cuatro soles en la década de los noventa, cuatro toques de queda indispensables para aquellos que gustan del rock de fuerte pegada con ascendentes de Detroit y de su Australia natal. Un cuarto de siglo de silencio discográfico, y ahora podemos  decir con pruebas físicas y sonoras en la mano, que  Asteroid B-612   ha vuelto.   Para este retorno, que según palabras de la propia banda  ha nacido del simple deseo de subirse a un escenario con viejos amigos , publican un nuevo álbum titulado  "Roads, Stars"  que ha sido grabado en Australia y España durante el año 2024 y que ha mezclado  Pepe Gomar  y  Mike Mariconda . Por supesto  Johnny Spittless  en la guitarra y el vocalista  Grant McIver  continuan capitaneando la nave junto al batería  Ben Fo...

Mötley Crüe - Too Fast For Love (Leathur Records,1981)

  Mötley Crüe en los días en los que grabaron " Too Fast For Love " vivían como auténticos vagabundos, de casa en casa de quien tuviese las pocas luces de dejarles entrar, lugares abandonados, furgonetas cutres y un sinfín de cuchitriles a cual peor donde los cuatro solían dejarse caer totalmente colgados de caballo.  No era algo exclusivo de ellos, así coexistían muchas de las bandas de la ciudad de los Angeles justo cuando entraron a grabar su debut en Octubre de 1981. La cosa fue muy rápido, en cinco días ventilaron las canciones en una vieja consola API de 24 pistas con Michael Wagener de ingeniero de sonido, el alemán venía directamente de terminar con Accept su tercer disco en estudio " Breaker" .  La grabación se la costeo el propio manager de la banda, y les costó unos cinco mil dólares. Vince, Nikki, Mick y Tommy no tenían casi ni para comprar hamburguesas, pero se las arreglaron para prensar inicialmente 900 copias de Too Fast For Love y venderlas con ...

Audioslave - Audioslave (2002, Sony Music)

    Retomo mis colaboraciones en el blog tras una ausencia para compartir con vosotros unos vinilos con los que me hice en un ataque de nostalgia y dejándome engañar, ejem, por una tienda que ofrecía una 20% de descuento si me compraba varios discos. Y decidí llevarme tres o cuatro referencias que fueron muy importantes para mi al inicio de este siglo (que parece que fue ayer cuando empezó, pero ya va a cumplir un cuarto de su existencia). Son discos que escuché hasta la saciedad en aquellos años. Que recomendé a mis compañeros de trabajo, unos mayores que yo otros menores, y que alguno me ha confesado últimamente que también le marcó y sigue oyéndolos hoy en día, cuando ya ni trabajamos juntos.   Y voy a empezar por este trabajo que podría entrar en esa categoría de “supergrupo” al estar formado por artistas que ya triunfaron en otros proyectos:   Audioslave fue una banda estadounidense formada en 2001 como resultado de la unión entre Chris Cornell (ex– Soundg...