Ir al contenido principal

Simon & Garfunkel - Bookends (Columbia, 1968)

La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida... después de la cantidad de discos que se han comentado en este maravilloso blog, resulta que no habíamos hablado aún de Simon & Garfunkel. Dos tipos que no necesitan presentación alguna, que han hecho magia juntos en forma de discos y canciones cuyas melodías van más allá de la línea de la inmortalidad. Con todo y con eso, este blog estaba huérfano de un LP suyo, por lo que he decidido ponerle solución con uno de sus discos que más me gustan: Bookends.
Quizá este cuarto trabajo del grupo se conozca, en mayor medida, por contener una de sus canciones más famosas como es Mrs. Robinson, pero es que verá usted, el resto de los cortes no se quedan atrás en cuanto a calidad. Es cierto que se suele mencionar el Bridge Over Troubled Water como su gran obra maestra, pero yo personalmente me quedo con este disco. Los motivos, que nos sobran como bien afirmaría cierto cantautor, vienen a ser casi exclusivamente sentimentales. Las emociones y la música, una vez más constituyéndose en una experiencia deliciosa.
Es escuchar el Save the Life of My Child y sentir que algo diferente está sucediendo. Hay sensaciones que le declaran la guerra a las palabras, como cuando los primeros acordes de America comienzan a sonar. Sí, se trata de mi canción favorita del disco.
Siempre me llamó la atención el hecho de que Paul Simon, que contaba con 26 años por aquel entonces, compusiera una canción que se llamara Old Friends, sin duda una muestra más de un talento único. Pasar de salvar la vida de un hijo a echar la vista atrás, hacia esos viejos amigos, viene a ofrecernos un poco la idea del concepto de la vida implícito en el disco.


La cara b está repleta de momentos maravillosos, como no puede ser de otra manera: ahí quedan Punky's Dilemma o A Hazy Shade of Winter, la canción más antigua del disco, de la época del Parsley, Sage, Rosemary And Thyme. Cuando llega el momento en el que la aguja se queda sin más surcos te entran ganas de mandarle un sicario al que inventase aquello de "lo bueno, si breve, dos veces bueno". Un disco que no llega a la media hora, que forma parte del selecto club de LPs que mejoran la vida de quienes los escuchan.
En cuanto a la edición, es americana del 68, y es bastante fácil de conseguir a precios de risa. La lista de himnos que componen el disco es la siguiente:

A1 Bookends Theme (Instrumental)
A2 Save The Life Of My Child
A3 America
A4 Overs
A5 Voices Of Old People
A6 Old Friends
A7 Bookends Theme
B1 Fakin' It
B2 Punky's Dilemma
B3 Mrs. Robinson
B4 A Hazy Shade Of Winter
B5 At The Zoo

Dándole las gracias a Paul Simon por existir, me voy a poner ahora el Quadrophenia, claro que sí. Que viva la puta música.

Comentarios

  1. Pues hala!, ya constan en nuestro particular hall of fame. Debo admitir que la importancia musical de este par es directamente proporcional a lo que me cuesta aguantarlos. Creo que, exceptuando sus hits globales, conozco poco de su trabajo así que me pongo como deberes dedicar una escucha -o intentarlo- a este disco que nos presentas. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo mismo tuve mi etapa de odio hacia Mrs. Robinson, en mi caso el tiempo me hizo acabar amándolos. Este disco me toca mucho la fibra, recomiendo en cualquier caso la escucha con las letras de las canciones. Saludoss!!

      Eliminar
  2. Los tengo bastante olvidados pese a que son de mi época jajajaja Mr.Robinson la escuché ayer viendo "Erase una vez en hollywood" la nueva de tarantino.. BRILLANTE.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo acabo volviendo a ellos con bastante frecuencia, y a este disco sobre todo. Respecto a Érase una vez en Hollywood, no me parece la obra maestra que muchos decís, pero tampoco el bodrio que otros tantos comentan. Mrs. Robinson ha terminado por convertirse en una de mis canciones fetiche. Saludos!!

      Eliminar
  3. America es una joya que a mí siempre me ha recordado el viaje mágico en autobús de los protagonistas de Midnight Cowboy, de Schelesinger.... Como dije en Twitter, hace más de 40 años que no hay día que pase que no cante Overs a capella mientras camino por la calle Why don't we stop fooling ourselves.? The game is over, over... Eso no es una canción, sino la vida que se canta sí misma con total naturalidad...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy de acuerdo con lo que dices, y ahí creo que reside gran parte de la magia de estos dos monstruos. Vida hecha canciones. Saludos!!

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Joe Satriani - Flying in a Blue Dream (1989)

Joe Satriani - Big Bad Moon - Live Expo 92 (Sevilla) ¿ Vaya presentación la del Tio Joe eh?, mira que plantarse en Sevilla, en medio de la Expo92 y vomitar el Big Bad Moon acompañado del gran Brian May, no había visto nada igual hasta la fecha y creo que a día de hoy, tampoco.  ¿Quién se esperaba ese Slide con la propia armonica? Bueno, que me dejo llevar por la emoción, Joe Satriani forma parte de la banda sonora de mi infancia.  Sin ningún tipo de duda, soy quien soy, musicalmente hablando, por mi primo, el cual me encamino hacia que escuchar y que instrumento tocar, a través de cintas como esta descubrí al profesor y a muchos mas.  En esta cinta destacan Joe Satriani, un tal Jason Becker, Steve Vai o el mismísimo Paul Gilbert con Racer-X, anda que no le di vueltas a esa cinta, aun la conservo.  Una cosa que llama mucho la atención de esta clase de músicos, es que las canciones, la gran mayoría de veces carecen de letras y eso no suele gustarle a todo el mundo. Hablar de un disco de

Judas Priest – Killing machine (CBS, 1978)

Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero

Surgin' – When midnight comes (Music For Nations, 1985)

  Hoy traigo el único álbum (oficial) de la efímera banda neoyorquina Surgin , una joya escondida en el resto de saldo que fue el rock melódico de los ochenta, con un protagonista especial: Jack Ponti. Igual no tienes ni idea de quién es este personaje. Fíjate en la foto de abajo, es el de la izquierda, tocando con su colega de instituto John Bongiovi en un concierto del grupo que montaron juntos, Rest. Su poco éxito en aquellos primeros ochenta disolvió la historia, pero no así la amistad que ambos se profesaron. Aunque habría que revisar esas “amistades” de Mr. Bongiovi: para el puesto de guitarrista de su banda eligió a un desconocido Richie Sambora antes que a sus colegas Ponti o Snake Sabo. Por algo sería, claro. Jack formó su propia banda, que acabó llamándose Surgin, y consiguió editar este disco que hoy comparto por aquí, When midnight comes , en 1985. Compuso, produjo y tocó en él con la esperanza de alcanzar el estrellato roquero, objetivo que, obviamente, no logró. ¿Por

KISS-ASYLUM (1985-Mercury)

  A mediados de los 80, seguramente que de KISS lo único que quedaba era el nombre. Ace Frehley y Peter Criss no estaban físicamente y Gene Simmons aunque seguía figurando casi que tampoco, vivía más interesado en una carrera cinematográfica que no despegaba o produciendo a bandas del nuevo Glam Metal USA como Keel o Black N Blue.  Si me apuras, The Paul Stanley Band no hubiese sido un mal nombre, ya que el antaño "Chico de las Estrellas" era el único que realmente tiraba del carro en aquellos años. Gracias a él y a Vinnie Vincent disfrutamos de los primeros Kiss "desmaquillados" merced al aplastante por momentos "Lick It Up". Cuando Cusano fue expulsado por sus excentricidades la banda grabó el irregular "Animalize", que bueno, tampoco estaba tan mal y hasta nos brindó con un VHS de la época bastante subido de tono.  Y luego llegó "Asylum" con un nuevo guitarrista llamado Bruce Kulick y otra oportunidad para seguir en la reciente rueda

Cream - Wheels of Fire (Polygram Records, 1968)

Me he llevado una pequeña sorpresa al bucear en el blog buscando este disco, por aquello de no repetir entrada, y comprobar que aun nadie ha reseñado el tercer largo de los ingleses. Imagino que mi predilección por Clapton hace que la mayoría de los clásicos del guitarrista se me antojen imprescindibles, de ahí la sorpresa. Pero bueno, aprovecho yo para dejar aquí mis impresiones sobre este Wheels of fire , además de unas fotos de la edición en vinilo, que me parece espectacular.  Antes de entrar en materia, me gustaría aclarar algo: pese a que conocí a Cream por Clapton, la realidad es que los dos gallos del gallinero eran sin duda Jack Bruce (bajo y voz) y Ginger Baker (batería), hasta el punto que en este disco el guitarrista no aparece acreditado como compositor. Sin duda su mano y su característica voz fueron imprescindibles para el sonido de la banda, pero las fuertes personalidades de los dos personajes mantenían el equilibrio y hacían que Clapton, que podría estar soleando dura