Tengo en alta estima este disco de Muddy Waters publicado en el año 68. Lógicamente, mi copia, la tengo en casa y en vinilo, como ha de ser.
Soy Sanfreebird, melómano y enfermo del blues rock que se parió en los años 70. Y esta es mi primera entrada para este blog (pueden levantarse y aplaudirme). Agradezco la invitación recibida de sus administradores. Vamos a ello.
Justo cuando la fiebre de artistas de blues norteamericanos que habían enamorado a los teenagers británicos llegaba a su fin, el sello Chess le propone a Muddy grabar un temario mezclando psicodelia y blues. Muddy no quedó contento tras escuchar la grabación. Consideraba que la electrificación y sobre todo el guitarra solista del combo de acompañamiento en cuestión para ese disco (la “Rotary Connection”) parecía “literalmente”, un gatos callejeros peleándose, o quizás herido. Visto en perspectiva es normal pensar que el propio oído del talentoso Muddy Waters no estuviera acostumbrado a ese sonido tan imperante por la época (para citar unos ejemplos, Cream, Zeppelin que justo en ese 1968 grabaron su primer álbum del que se cumplen ya 50 años). Ese tono rural de los temas de Muddy originarios había desaparecido por completo y eso, al bueno de Muddy le sobrecogió.
Fue el sello de Chess Record quien propuso a Muddy Waters grabar ese álbum con esa banda de acompañamiento y mezclar el blues con la psicodelia. Para un servidor, ese es uno de los vinilos más preciados de Muddy. Puedo reconocer que el espíritu o llámenle, la esencia del artista puede quedar tapada por los músicos que lo acompañan. Realmente, “Electric Mud”,que considero es un discazo, no puede definirse como un álbum propiamente de Muddy Waters. Pero esa es quizás la gracia del álbum. El sello quería relanzar la carrera del artista y pensó en modernizar el sonido. De traca la intepretación del “Let’s Spend the Night Together” versionando a los Rolling Stones. Curiosa también la interpretación del clásico “Mannish Boy” llena de Groove, de atmósferas y sí, psicodelia. O “I am your hoochie coochie man”, una de las versiones más raras que habréis oído jamás que incluso acercan el tema, al jazz fusión.
Hay que pasar por caja y adquirir ese trabajo.
Belive me!
Pues otro que pongo en escuchas pendientes. Waters forma parte de mis orejas, pero los discos más clásicos, ya me entiendes. A ponerle remedio. Bienvenido a la Comunidad vinilera y que te veamos mucho por aquí. Un saludo.
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