Ir al contenido principal

The Temperance Movement - A deeper cut (Earache 2018)



Me encanta descubrir música nueva. Y debo decir que por aquí ando muy feliz con la música que he descubierto estos últimos meses. La que poco a poco voy recuperando de años anteriores (hay tantos miles de excelentes canciones por ahí sueltas en sesenta años de rock...). La que se va editando nueva. Porque, aunque le rock, y el metal, como fenómeno cultural y artístico no está muerto, conviene recordar que económica y socialmente hace muchos años que desapareció del mapa. No pasa nada. Mientras grupos nuevos y viejos se esfuercen en ofrecer sus canciones al mundo y queden orejas como tú y yo que les presten atención (y un poco de dinero) el rock, y el metal, no morirán, realmente, nunca.

Y ¿por qué nos cuentas esto, abuelito? Porque de vez en cuando uno se encuentra con discos que le arrancan una sonrisa, como el tercer largo de estos escoceses, joyita de hard rock blues, que hoy traigo.


Comienzan con Caugh in the middle, aguerrida, Built in forgetter, salvaje, y Love and devotion, vacilona al estilo Black Crowes, para caer en la acústica y sensible A deeper cut. Solo con eso ya han enganchado tu atención. Pero aún faltan los mejores temas. Blackwater zoo y Beast nation con su inspiración southern, Another spiral y Children con ese poso blues acústico, o la fantástica There's still time.

Que sigan empapándose de buenas influencias y componiendo barbaridades como esta.

El grupo lo forman Phil Campbell a la voz y el piano, y principal compositor, Nick Fyffe al bajo, Simon Lea a la batería y Paul Sayer y Matt White a las guitarras. Lo grabaron con Sam Miller a los mandos. El arte, sencillo pero elegante, corre a cargo de Stewart Chown.

La edición viene muy bien acabada, con portada gatefold, encarte con letras y créditos y un acabado del vinilo bueno.

Dadle una escucha, si aún no lo habéis probado, y disfrutad del fin de semana.








Comentarios

  1. Lo he escuchado entero y... no es mi estilo. Y es que nunca me atraparon los Crowes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso lo suponía, pero está bien intentarlo al menos. Nunca se sabe.

      Eliminar
  2. Lo único que no me mola es la portada, porque el disco es cojonudo. Los Black Crowes ahora mismo me parecen palabras mayores en comparación con estos, pero en unos años quién sabe...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es un parecido. Los Crowes consiguieron editar varios discos enormes hasta que para mí perdieron la inspiración. Este álbum está a muy buen nivel y no tendría mucho que envidiarles si se hubiera editado a la par. O eso creo. Claro que el tiempo da perspectiva. En fin, un saludo.

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.

Extremoduro - Yo, minoría absoluta (DRO, 2002/2014)

  Cuando una banda de rock alcanza el éxito tiende a repetir la fórmula o a dejarse domar por los sonidos que le imponga la discográfica. En el caso de Roberto Iniesta, el Robe, alma, cerebro, venas y corazón de Extremoduro, el éxito le pilló preparado. "La masa es imbécil. Si sales en la tele puedes hacer un libro, un disco o lo que se te ponga en la punta del nabo. A mí eso no me interesa ni vender más discos ni que me conozca más gente. Como estoy ahora estoy bien, pudiendo organizar una gira y no tener que decir «no puedo dejar de tocar en noviembre porque no tengo un puto gil», así me vale". Y continuó haciendo lo que le dio la gana después del éxito de Agila (1996): editaron el directo Iros todos a tomar por culo (1998) y el controvertido Canciones prohibidas (1999), donde daban rienda suelta a su creatividad, con éxito y críticas reguleras.  Y se tomaron un descanso. "Creo que cuando siguen haciendo cosas buenas y nuevas los grupos funcionan, aunque estén dos o...

Ramoncín - Al límite vivo y salvaje (1990, BMG)

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que este sábado tengo una Cita con mi chica para irnos de concierto a ver y escuchar al señor José Ramón Márquez , os traigo uno de los directos más importantes del rock español. Muchos denostan y menosprecian la figura e impronta de Ramoncín en nuestro rock patrio por su época de adalid de los derechos de autor a la cabeza de la infame SGAE, por su etapa de tertuliano y protagonista del papel cuché e, incluso, por su largo periplo como presentador de un concurso de televisión (mis amigas se pegaban por ir de público para verlo, todo hay que decirlo). Bien, pues no saben separar el polvo de la paja. Yo paso de todo aquello, y me quedo con la música que es lo que todos aquí amamos. Me voy a quitar desde el principio la parte técnica e histórica. Grabado en el 90 durante unos recitales en los que no presentaba ningún disco nuevo lo que le quitaba un poco de presión. Luego nos enteramos de que eran una despedida: en aquel m...

Medina Azahara - En directo (Avispa, 1990)

  Ya lo he escrito en este blog: a veces no escucho música, escucho recuerdos. Las canciones se pegan a los momentos en los que vivimos y al volver a ellas es inevitable revisar las imágenes y las emociones que las acompañaron. En otras ocasiones, uno se siente hasta protagonista, como si el músico las hubiera compuesto para nosotros, pensando en "eso" que nos sucede. Y en otras, literalmente, sin tocar ningún instrumento, somos esa canción. Esto último sucede con este Medina Azahara en directo : yo estuve en ese concierto, por lo que, de algún modo, cuando escucho el disco, ahí al fondo, está mi voz. Fan de "los Medina" ni fui ni me considero, pero un concierto de ruido al lado de casa había que disfrutarlo. El álbum se grabó un 30 de junio de 1990 en el anfiteatro Egáleo de Leganés, Madrid, escenario al aire libre mítico aquellos años; allí vi también a Panzer, Burning, Sangre Azul y alguno más. Por cierto, a la banda la presentó aquella noche José Carlos Molina (...

Judas Priest – Killing machine (CBS, 1978)

Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero ...

Los Relámpagos – Nit de llampecs (Novola-1965)

Y tras el hiato estival y la visita de Hetfield & co . de hace quince días, hoy toca reseña de la serie “ Los singles de mami ” en la que, como ya sabéis los habituales, aúno mi amor a la música en formato vinílico con el recuerdo a mi madre –fallecida hace poco más de un año– y a su gusto por la música pop de su juventud. Los protagonistas de hoy son Los Relámpagos , un grupo de rock instrumental que –como muchas bandas e intérpretes en aquella época– surgieron a raíz de un concurso musical en el que coincidieron José Luis Armenteros (guitarra), Pablo Herrero (órgano), Ricardo López Fuster (batería) y los hermanos Ignacio y Juan José Sánchez-Campins (guitarra y bajo, respectivamente). Los cinco darían forma a Dick y los relámpagos , que no tardaron en perder de su nombre a Dick , fuese quien fuese el tipo.    En 1962 comienzan a tocar en un club a cambio de vales de consumición y propinas y dedican los domin...