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Marea - Revolcón (GOR-2000/El Dromedario Records 2018)


Marea pasa por ser uno de los últimos grupos de rock nacional en conseguir un éxito digamos masivo, es decir, estar en boca de todos, vender discos suficientes para entrar en las listas oficiales y hacer giras multitudinarias, llenando espacios grandes (pabellones y algún recinto al aire libre importante). Estrellas de festivales a lo largo de la primera década del siglo, comenzaron a forjar su estilo con este segundo largo de título Revolcón, consagrado en su siguiente obra y alargado hasta el cansancio en los siguientes años. Tal es el estilo definido de la banda que se dice "esto suena a Marea". 

El grupo lo formaban Kutxi Romero (de profesión bandolero) a la voz y las letras, Kolibrí Díaz y César Ramallo a las guitarras, Edu Beaumont "Piñas" al bajo y Alén Ayerdi a la batería. Lo produjo la banda con la ayuda del jefe Marino Goñi y la pareja formada por Javier y Juan Antonio San Martín (que grabaron, mezclaron y masterizaron el asunto). 

Basta con escuchar tres de las canciones de Revolcón para resumir la totalidad del álbum. La primera, Barniz, una composición con un fraseo de Kutxi en las estrofas sobre un riff cortado a destiempo y un puente-estribilo pegadizo que da paso a un primer solo de Kolibrí; la estructura se repite con una  parte instrumental más larga y cierra con reiteración de estrofa y estribillo. Un clásico del rocanrol de cualquier época. Lo generoso de la entrega sonora de la banda, con la guitarra rápida y aguerrida y la excelente letra da ese punto de personalidad a la canción. La segunda sería Corazón de mimbre, con un comienzo acústico ("yo me quedo aquí a tender mi pena al sol/en la cuerda de tender desolación") que desemboca en un rock cañero ("le hizo un trato al colchón/con su espuma se forró el corazón/anoche era de piedra y al alba era de mimbre/que se dobla antes de partirse"). La tercera en discordia se titula Canto de tierra seca y juega con la (relativa) influencia del cante andaluz y sus letras reivindicativas sobre la gente del campo y los trabajadores mal parados, una tendencia que fue en aumento en las siguientes obras.


Alrededor de estos tres palos se teje una obra con claros y oscuros donde destacan un par de clásicos de la banda como El perro verde o Duerme conmigo. En El perro verde participan El Drogas e Iker Piedrafita y marca muy bien cómo se siente Kutxi en este mundo, como un bicho raro, el que intenta sin éxito mezclar agua con aceite, un tema clásico en su estilo con una letra de contrastes que consigue mantener el pulso de principio a fin. A su lado, Duerme conmigo nos muestra al suplicante enamorado "duerme conmigo/si eres piedra da igual/yo seré pedregoso camino" y tiene un gran trabajo de guitarras.

El resto del disco mantiene el pulso en Incandescente, Amor temporero y Prima tristeza, tríptico tipista del "estilo Marea". Un par de temas más flojos, quizá también por lo acusado de la repetición del estilo o porque no siempre la fórmula va a funcionar, como pasa en Mojama o Si viene la pestañí.

En cualquier caso, uno de los mejores de la banda, salvaguarda de su estilo y primera piedra del camino hacia su éxito. 

La edición en vinilo que traigo hoy es una re-edición de este mismo año, bien acabada, con el encarte correspondiente y los detalles "artísticos" del cedé original. 

Pasad buen fin de semana y, si podéis, daos un buen revolcón. Salud.










Comentarios

  1. Actualmente son los putos amos, siendo influencia en las nuevas bandas de rock nacional. No inventaron nada, pero si supieron sacarle partido a la mezcla de rock, poesía y toques flamencos.Date cuenta como empieza el disco: Barniz, Corazón de mimbre y Canto de tierra seca, tres clasicazos de Marea. Buena entrada man. Abrazos

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    1. Gracias por el piropo. De vez en cuando hay que rescatar a estos tipos que, como dices, no inventaron "nada", pero cuántos grupos no han inventado "nada" y les idolatramos. Tendemos a menospreciar el rock de aquí. Marea es una gran banda; actitud, buenas letras, caña, algunas composiciones perfectas, diversión, eso es el rocanrol. Abrazos de vuelta.

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