Ir al contenido principal

Van Morrison - "Wavelength" (1978)

omo muchos sin duda sabéis, acabo de llegar de un viaje a Berlín que me ha resultado beneficioso para ojos, mente y cuerpo, estupenda ciudad bajo varios puntos de vista y con un importante poso cultural y vanguardístico, el mercado de segunda mano no podía quedarse atrás, y además de otras beneficiosas dádivas espirituales y personales que me traigo envueltas en apabullantes dosis de tristeza me traigo también unos cuantos vinilos adquiridos a muy buen precio...si los que tenemos vicio...


De todos me ha hecho especial ilusión este que traigo hoy a la comunidad para proceder a su comentario: "Wavelength" del León de Belfast Van Morrison.
Considerado una obra menor en la discografía del autor, esto siempre me ha parecido cuando menos injusto, pues el haber sido un disco de éxito gracias a la repercusión obtenida por el single de título homónimo y el álbum mas vendido de toda su carrera no ha dado precisamente al Lp esa dosis de esencia cool que si tienen otros trabajos del irlandés.
Caracterizado por el uso de sintetizadores, aunque estos suenan de gloria, nada que ver con el prototipo de sonido sintetizado que todos tenemos por culpa del abuso al que estos artilugios se vieron sometidos unos años después, la presencia de Peter Bardens (Them) como teclista fue definitiva para conseguir el sonido pretendido por Morrison, consistente en clonar aquel que el escuchaba en las emisoras de radio de su juventud.


En el resto del elenco de músicos se encontraban mas amigos del artista como el teclista de The Band: Garth Hudson o el guitarrista de Streetwalkers: Bobby Tench. Huía así de la experiencia de grabar con desconocidos temerosos de su famoso mal genio.
Para paliar esta fama, la portada la firma el fotógrafo Norman Seeff, quien pretende mostrar a un Van Morrison en pose mas desenfadada recordando a James Dean, con un rostro menos severo de lo habitual, pantalones blancos y sujetando un cigarrillo cerca de la boca pretendiendo un efecto de mayor cercanía.
Musicalmente el disco suena americano, tal vez el mas americano de su carrera, esto acarreo críticas a las que el respondió que era el resultado de sus experiencias de los últimos tiempos.
Nueve temas forman el disco, nueve canciones que en opinión de quien suscribe esta reseña no tienen nada que envidiar a ninguna aparecida en cualquier otro disco de la década en cuestión, si bien es cierto que el conjunto no alcanza la grandeza de masterpieces como las grabadas por Van y que inauguran los setenta.


El primer single fue "Wavelength", abre la cara B del vinilo y sorprende el fondo del tema a base de sintetizadores creando efectos sonoros poco habituales hasta la fecha y que dan una modernidad muy americana al corte y que fueron claves para convertir al sencillo en un éxito, aun así este es el tema que al menos a mi, menos me gusta, rarito que es uno.
Una cara A sin desperdicio desde la inicial y estupenda "Kingdom Hall", un soul de excepcional penetración melódica que te pone en marcha ipso-facto pasando por la mas ácida instrumentación de la americana "Checkin'It Out" cantada magistrálmente y que da paso a la maravillosa y nerviosa calidez de "Natalia".
Acordes reggae y teclados lisérgicos para la magnífica "Venice U.S.A.", otro tema muy americano y no solo por el título.
Se cierra esta cara con "Lifetimes", tema de amor mas oscuro y de envolventes coros y metalícidad en los vientos.
"Santa Fe/Beautiful Obsession", medley que da continuidad a la cara B tras el exitoso "Wavelength" ya comentado, la primera parte compuesta por Jackie DeShannon y la segunda por Van de Man y da paso a la conocida, gracias a su aparición en la casposa película ochentera de éxito mundial "Oficial y Caballero", "Hungry For Your Love" y en la que Morrison toca el piano eléctrico, se ha convertido en el tema mas famoso del álbum junto a "Wavelength" y se trata de un bonito tema.
Y culmina el disco con la joya, el diamante del disco, la sublime "Take It Where You Find It"Scott Floman comento que era: "una carta de amor a América que mejoraba según avanzaba, añadía que estaba entre las mejores de todos los tiempos de Van y que cuando la escuchaba le daban ganas de abrazar a alguien y balancearse mientras la cantaba", opinión que suscribo en todos sus aspectos viéndome incapaz de añadir algo mas a lo apuntado por Floman.
Joyita para mi colección y álbum que aprovecho para reivindicar como obra menor de artista mayor y dejo así claro mi amor por disco y artista, siendo este vinilo además sonoro y precioso recuerdo de mis inolvidables vacaciones en Berlin.
Hasta la próxima.








Comentarios

  1. Obra menor en eso estoy de acuerdo ciero que los menores de Van son cumbres en otros. Por si es de interes el cd de Jackie Deshannon .- JACKIE incorpora parte de las seiones y temas que la autora y Van grabaron y al final no cayeron en el disco. Igualmente el doble Philosopher stone incluía otro outtake mas aqui http://mitocadiscosdual.blogspot.com.es/search?q=van+morrison

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mi no me parece tan menor bernardo, creo que solo el tema que culmina el disco hace del album algo grande.
      Visito el enlace que cuelgas ahrora mismo.
      Gracias por tus comentarios como siempre atinados.
      Salud.

      Eliminar
  2. No soy muy de Van Morrison, algunos temas sueltos. Desde luego lo escuchado aquí sin duda suena a americano. Interesante entrada. Le daré una oportunidad a Van. Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Van es muy grande Paco, seguro que te gusta.
      Saludos.

      Eliminar
  3. Si es que los vicios no se pueden dejar en casa... Como Paco, tampoco he ahondado en la discografía del amigo Van. Quizá ya sea hora. Buena entrada, como de costumbre. Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te digo como a Paco, intentalo, el Van de los setenta es muy grande.
      Saludos.

      Eliminar
  4. Tampoco soy muy seguidor de VM, aunque en vinilo tengo el Moondance que me parece un discazo. Éste ni lo conocía, pero como comentan más arriba, una obra menor de este genio siempre es un gran disco para muchos otros grupos.

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. "Moondance" es una obra maestra de las gordas, esto no es tan grande pero me parece un muy buen disco y además puede resultar iniciatico a la obra de Van.
      Saludos.

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Paice Ashton Lord - Malice in Wonderland (Polydor, 1977)

Esto no estaba previsto. Este disco no estaba en la lista de títulos para reseñar en #FFVinilo. Pero es que el fin de semana pasado por fin pude hacerme con él, y tenía ganas de compartirlo. Los que leéis esto ya conocéis esa sensación de ir pasando discos y encontrar de repente esa portada que tienes en la cabeza desde hace tiempo. Qué sensación. Se que vosotros me entendéis, así que no encuentro mejor foro para compartir ese momento que este blog, lleno de melómanos “vinileros”. Lo curioso es que no solo encontré una, sino dos copias, una francesa (“gatefold”) y una inglesa (sencilla). Con buen criterio, me quedé con la inglesa. Y claro, eso se nota en el sonido. ¡Como suena esta maravilla! Si os gustan esas producciones típicas de los 70 con mucha profundidad y dinámica lo vais a disfrutar (nada que ver con las producciones actuales, cada vez más “planas”). A la producción, la leyenda, Martin Birch (Deep Purple, Whitesnake, Black Sabbath, Iron Maiden, …). ¿De dónde sale este grupo?

Scorpions – Love at first sting (Harvest-EMI, 1984)

Y si hace unas semanas os hablé aquí del inmenso 1984 de Van Halen , hoy toca comentar el no menos imprescindible Love at first sting de los alemanes Scorpions , otro que este año también celebra su 40º aniversario. La banda venía de una gira internacional presentando Blackout , el pedazo de disco que finalmente los había puesto en el mapa –yo mismo los descubrí gracias a él, os lo conté aquí – y tenían la misión de superarse, algo nada fácil no sólo en el aspecto creativo. Una de las razones era la mala relación entre el bajista Francis Buchholz y Dieter Dierks , dueño de su compañía de discos y productor del grupo desde 1975. Por eso, cuando la banda –que empezaba a tener dinerito del bueno– pidió grabar el nuevo álbum en un estudio que no fuese el del productor, Dierks se los llevó a los Polar studios de Estocolmo –exacto, los de Björn y Benny de ABBA – pero dejó en Hannover al bajista, contratando como músico d

Boikot - Los ojos de la calle (Discos Barrabás, 1990)

  Hay música que corresponde a un momento concreto de nuestra vida y que, por edad usualmente, por cuestiones personales a veces, queda ahí anclada, como un bonito recuerdo. Música a la que no suelo volver casi nunca. Y ese caso lo representa perfectamente el debut de Boikot. En el devenir de la cultura rock madrileña se conformó, en la segunda mitad de los ochenta, un grupo de bandas jóvenes con unas sonoridades muy particulares, emparejadas con eso del rock urbano, pero tintado de una manera particular en la que escuchábamos las raíces de Leño o Burning junto con ramalazos unas veces punk, otras más metaleras, otras más seventies, incluso algo de blues. Ahí puedes meter a Esturión, Casablanca, Porretas o los mismos Boikot.  En medio de ese “fregao” musical cobró protagonismo Mariano García, polémico personaje, especialmente en sus últimos años. Generó negocio, oportunidades y ayudó a crear y mantener “la escena” madrileña a través de varias salas (Canciller, Barrabás), su labor promo

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.

Firehouse - Firehouse (CBS, 1990)

El pasado 5 de abril falleció el cantante de Firehouse, Carl Jeffrey Snare, por un fallo cardíaco en un proceso cancerígeno que le había llevado unos días antes a pasar por un quirófano. Además de ser un seguidor fiel de la banda, les he visto dos veces en directo; una de ellas la recuerdo con especial felicidad por lo que disfruté (tocaron junto a unos fantásticos TNT).  Casualmente, la semana pasada en este blog hablaba, en los comentarios de un post, del legado de algunos músicos más o menos desconocidos por el "gran público" comparándolo con otros del mismo o menor valor idolatrados, quienes reciben homenajes y se les dedican calles. Con esa reflexión me quedé enganchado. Al repasar la discografía de Firehouse, me di cuenta de algo obvio: existen músicos que han dejado un legado en nosotros. Da igual lo importante que sean más allá de nuestras orejas. Nos pertenecen. Y C. J. Snare es, para mí, uno de esos músicos. Desde este debut que hoy comparto su voz me ha acompañ