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The Primitives - Lovely (RCA. 1988)

Esta semana quiero recuperar uno de mis vinilos de juventud, concretamente de 1988, un año en que la música de bandas con “chica rubia al frente” o “blonde pop” estaba muy de moda. Se trata del primer álbum de The Primitives, grupo que formó triada junto a otras dos bandas británicas, Transvision Vamp y The Darling Buds, comandadas por Wendy James y Andrea Lewis respectivamente. Competían con la frágil Tracy Tracy, cantante de The Primitives, banda que a lo mejor no recordáis. Pero si os digo que su gran éxito fue «Crash», Here you go Way too fast Don't slow down Gonna crash , seguro que ya os van sonando. The Primitives nacieron en Coventry en 1984. La formación la componían Paul Court (guitarra y principal compositor), Steve Dullaghan (bajo), Peter Tweedie (batería) y Keiron McDermott (vocalista), que pronto fue reemplazado por la rubia Tracy Tracy. En 1987, Tig Williams tomó el puesto de Pete Tweedie en la batería.​ Por entonces eran un grupo de singles que sacaban con su

Pink Floyd - Animals (Harvest/EMI. Columbia Records. 1977)

Siempre pasé de Pink Floyd. El rock progresivo me parecía un tostonazo, huía de los teclados y de las canciones largas. En la música buscaba energía, rapidez y urgencia y no me gustaban los virtuosismos. 2017 fue para mí un año de descubrimientos musicales, gracias en especial a un amigo y mentor, sin cuyas enseñanzas no estaría yo escribiendo ni una línea sobre Pink Floyd (Gracias). El descubrimiento de la banda inglesa comenzó por una de sus catedrales «Echoes», que incluso fue banda sonora de un relato que escribí, continuó con mi presencia el concierto de Roger Waters en Madrid de mayo de 2018 y ha culminado con el repaso de la discografía en estudio de la banda que comencé en agosto de este año y que en estos días estoy finalizando. Inmersa en esa odisea que ha sido la carrera de este grupo enorme, me atrevo a elegir mi disco preferido, que no es el mejor de ellos pero sí el que más me gusta por diferentes motivos. Se trata de “Animals”, publicado en enero de 1977, el último en

Barrabas - Bestial (Columbia, 1982)

Por aquí solemos traer nuestros discos favoritos; los ensalzamos, reivindicamos, defendemos. Adoramos compartir la música que nos gusta. Hoy traigo yo uno de mis discos menores. Tal cual. Recuerdo perfectamente cuándo compré este Bestial : en uno de los saldos por cierre de una tienda musical de las que surtieron mi despensa durante muchos años. Te llevabas tres y te regalaba otro, te llevabas seis y te regalaba tres (o algo así). Me gustó la portada. Conocía (de lejos) al grupo, alguno de sus éxitos y debí pensar ¿por qué no? A casa. Lo pagué aún en pesetas y quizá sea, con la de hoy, la tercera o cuarta vez que lo he pinchado.  Bestial es una mezcla de Carlos Santana aburrido un domingo a mediodía y un pastiche Bee Gees el sábado por la tarde, un ratito antes de que les entrara la fiebre. Ritmos repetitivos, letras estúpidas, percusiones insulsas y una producción muy plana. ¿Tan malo? pensarás, no puede ser. Bueno, quizá Dolores y su rollo spanglish o Leather queen y sus

Cecilia - Cecilia 2 (CBS, 1973)

Hoy, como cada viernes, es #FFVinilo, gloriosa costumbre donde las haya a la que hoy además se le suma una de las más maravillosas efemérides habidas y por haber: día de santa Cecilia, dedicado a los músicos. Pensando en todo ello ha desfilado por mi mente la imagen de Evangelina Sobredo. Firmó sus tres LPs de estudio con el nombre de Cecilia haciendo referencia a la canción de Simon & Garfunkel, una de sus mayores influencias, antes de dejarnos demasiado pronto a esa edad maldita en la música que son los 27 años. De Cecilia me gusta absolutamente todo. Mis padres la han puesto en mi casa desde siempre, y muchos de mis recuerdos tienen canciones suyas por banda sonora. Muchos bonitos y otros algo más grises, pero si Cecilia forma parte de mí es precisamente por ese motivo. Podría haber elegido cualquier disco, pero a este en concreto le profeso un cariño especial por razones varias, fundamentalmente una, para qué nos vamos a engañar: es el primer LP que me compré

Ramoncín - Al límite vivo y salvaje (1990, BMG)

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que este sábado tengo una Cita con mi chica para irnos de concierto a ver y escuchar al señor José Ramón Márquez , os traigo uno de los directos más importantes del rock español. Muchos denostan y menosprecian la figura e impronta de Ramoncín en nuestro rock patrio por su época de adalid de los derechos de autor a la cabeza de la infame SGAE, por su etapa de tertuliano y protagonista del papel cuché e, incluso, por su largo periplo como presentador de un concurso de televisión (mis amigas se pegaban por ir de público para verlo, todo hay que decirlo). Bien, pues no saben separar el polvo de la paja. Yo paso de todo aquello, y me quedo con la música que es lo que todos aquí amamos. Me voy a quitar desde el principio la parte técnica e histórica. Grabado en el 90 durante unos recitales en los que no presentaba ningún disco nuevo lo que le quitaba un poco de presión. Luego nos enteramos de que eran una despedida: en aquel m

Iron Maiden – Killers (EMI Records - 1981)

Hola amigos. Descubrí a los Maiden con Run to the hills y la cinta de The number of the beast fue lo primero que tuve de ellos. El Piece of mind ya fue el acabose y con Powerslave me contagié para siempre con la fiebre maideniana . Sin embargo, me faltaban sus lanzamientos anteriores por lo que rapidamente me hice con sus dos primeros álbumes en estudio. En su debut aparecía en portada Eddie The Head , con un aspecto de zombie punky desaliñado. Pero en este Killers que hoy os presento –por cierto, reedición de 1985 de la serie Fama de EMI-ODEON S.A.– ya se nos mostraba un Eddie más definido, además de violento, con su apariencia heavy habitual –utilizada tanto en el mencionado The number of the beast como en el Maiden Japan – hasta que comenzaron a cambiarla en cada lanzamiento. Musicalmente, aunque paradójicamente fue compuesto antes del inicial Iron Maiden , suponía una transición entre su primer trabajo oficial y el seminal The number of the beast , ya con Bruce Dickinso

Gruppo Paralelo - Gruppo Paralelo (Rumble Records, 2012)

Este viernes doy un giro de timón, con un 7” de un grupo ya desaparecido y probablemente desconocido fuera del circuito punk. Se trata del trabajo de debut de Gruppo Paralelo, una formación nacida en Madrid a principios de 2011. El elegido es un single de elegante factura, llamado como el grupo y que incluye dos canciones en español en la cara A y dos en italiano en el lato B. Salió en el verano de 2012 y fue editado por Rumble Records, sello independiente que pronto cumplirá treinta años. Dirigido por Pablo López, inició su historia grabando a grupos de punk y hardcore, aunque con los años se abrió a otros estilos musicales. Calificado como grupo de “punk oscuro”, Gruppo Paralelo estaba formado por tres chicos madrileños, Arturo, Guillermo y Crespo con experiencia en una larga lista de bandas y la italiana Valeria a la voz. Valeria se estableció en Madrid en 2007 e hizo sus primeras incursiones musicales como cantante en el grupo Acción Reacción. Los créditos indican que está

Queen - A kind of magic (EMI, 1986/Virgin Records, 2019)

Quizá no haya un álbum de Queen más unido a mi acervo cultural. Porque con este disco "descubrí" a la banda. No directamente, si no por su participación en una película que me marcó: Los inmortales (The highlanders). En 1986 aluciné en el cine con las aventuras de Connord McLeod y sus trifulcas con el Kurgan, el "solo puede quedar uno", las decapitaciones (light) y sus historias de amor eterno y moderno. Pocos años después, gracias a un Erasmus, visité algunos de los escenarios, como el castillo de Eilean Donan o Glen Coe. La banda sonora de la película mezcla la música incidental de Michael Kamen (otro imprescindible de la época) con canciones compuestas e interpretadas por Queen. Ahí comenzó mi "acervo cultural" en relación a la banda. Poco tiempo después se editó este A Kind of Magic  que contiene aquellas canciones en una versión diferente, más elaborada y, quizá, completa. De las nueve canciones del disco, seis aparecían en la película de un modo

Fleetwood Mac – Tango in the night (Warner Bros. Records-1987)

Desde muy jovencito, Fleetwood Mac llamaron mi atención. Bueno, llamó mi atención ese temazo titulado Gypsy . Luego escuché el Rumours , que es muy superior al Mirage ... y con el tiempo descubrí que lo que a mi me gustaba no eran los Fleetwood Mac , que también. Lo que me tenía enamorado realmente era la voz de Stevie Nicks . De esta me compré The wild heart –lo escuché tantísimo que acabó destrozado y dejó de estar en mi colección– y más tarde el recopilatorio Timespace . Pero antes cayó este Tango in the night , en el que una vez más encontramos a una soberbia Stevie y esa voz por la que siento debilidad. Es extraño que los Fleetwood Mac no hayan salido nunca en este blog hasta hoy, ni en su primera época bluesera con Peter Green y John McVie ni en la más popular con Lindsey Buckingham y Stevie Nicks en sus filas. Y también será extraño que el primer álbum de la banda que aparezca por este espacio no sea ni el mencionado Rumours ni cualquier otro de la discografía de la