Si la memoria no me falla, creo que me enamoré conscientemente de la voz de Stephanie Lynn Nicks escuchándola cantar Gypsy , tema aparecido en el álbum Mirage de los Fleetwood Mac que aún hoy me eriza el vello sin remedio después de tantos años cuando suena aquello de I have no fear, have only love. And if I was a child and the child was enough, enough for me to love, enough to love . Me dejó tan prendado que no tardé en comprarme The wild heart , su segundo disco en solitario al margen de la mencionada banda. Por desgracia, lo escuché tanto que acabó rayándose y me deshice de él. Sí, amigos, un error como tantos otros que he cometido a lo largo de mi vida. Con los años he adquirido algo más de conocimiento –no demasiado, no vayáis a creer– y he seguido adorando la voz de esta mujer, lo que me ha llevado a comprar vinilos como este Timespace: The best of Stevie Nicks que hoy traigo al blog.