...el álbum extiende sus brazos para acoger una importante diversidad de géneros que empastan con este confortable magnetismo nocturno de pub: folk, jazz, blues e incluso country...
Por Jorge García.
Esta semana se ha cumplido medio siglo de la publicación del álbum de debut de Tom Waits, "Closing time". La efeméride bien merece la revisión de un disco que marca el arranque artístico de uno de los grandes de la música contemporánea: el arrebatador y genial Tom Waits.
El disco de debut es para muchos artistas y grupos un momento determinante en su carrera, un referente de lo que habrá de ser su andadura al menos en los primeros años y, en el peor de los casos, una losa bajo la que languidece una carrera que no consigue superar esa primera explosión juvenil de creatividad.
Primeras experiencias que moldean la geografía musical de un artista y que son aclamadas con nostalgia y una cierta visión bohemia por parte de la crítica especializada, que siempre termina recalando en ese primer instante de enamoramiento cuando de hablar del artista en cuestión se refiere.
Desde luego esto no ocurre con el californiano Tom Waits, que desde siempre ve cómo su debut, "Closing Time", es minusvalorado por muchos, pasando por encima de él cuando de hacer una semblanza a su discografía se trata.
Ciertamente, un servidor no termina de entender este particular, por ello, tras escuchar de nuevo el disco estos días y volver a comprobar que se trata de un delicioso y variado ramillete de hermosas canciones, me he decidido a regresar sobre el mismo aprovechando los cincuenta años que se han cumplido recientemente desde su publicación.
Produce Jerry Yester, quien dota al trabajo de una cierta ligereza y fluidez en el plano instrumental, lo que hace de "Closing Time" posiblemente el trabajo más accesible de todos los que ha facturado Waits (¿tal vez sea este el defecto del disco para muchos?).
El protagonismo del piano (que se evidencia desde la portada) ofrece un ambiente de bar nocturno, no en vano Waits actuaba en pubs en los tiempos en los que arrancaba su carrera, teloneando a Fran Zappa o Martha and The Vandellas.
En ese ambiente se desarrollan unas melodías perfectas que acogen textos sobre amor, la otra cara de este, el desamor o la libertad... también el álbum extiende sus brazos para acoger una importante diversidad de géneros que empastan con este confortable magnetismo nocturno de pub: folk, jazz, blues e incluso country, además de sonrosadas baladas al piano como la preciosa "Little trip to heaven".
Pero la confrontación estilística sobre la que se sustenta el sonido de "Closing Time" se desarrolla entre el folk y el jazz, lo que propicia la aparición de chelos o trompetas que dotan de una iniciática personalidad a todo el metraje del trabajo, premonizando los próximos pasos que daría el autor de "Blue Valentine"
Según avanza la escucha van cayendo, como pétalos de margarita que buscan la consolidación de un amor, temas tan maravillosos como "Martha" (que versionaría posteriormente Tim Buckley) que canta con la voz que más tarde sería parte de su sello musical o la emocionante "Ol' 55" que revisarían años después, con el éxito que a Waits se le negó, los Eagles.
El folk de tonos ocres aparece en "I hope that I don't fall in love with you" o mirando al country en "Old shoes (& picture postcards)". El jazz por su parte se glorifica en "Virginia Avenue" o "Midnight Lullaby".
"Rosie", "Lonely" y "Grapefruit moon" son baladas primorosas, "Ice cream man" un inquieto rock cabaretero y "Closing Time" un instrumental romántico en clave jazzistica ciertamente conmovedor, que cierra de manera brillante el álbum.
Por todo lo apuntado, y siempre bajo mi punto de vista y atendiendo a la reacción cutánea que me provocan no pocos momentos de "Closing Time", defiendo este disco como otra más de las inconmensurables obras de Tom Waits, y me siento encantado de celebrar sus cinco décadas de vida con todos ustedes en La Comunidad del FFVinilo.
Excelente disco. Para mi gusto, el mejor disco de Tom Waits. Quizás uno de los más accesibles, y por eso a veces es injustamente infravalorado. Buenas melodías, buenos arreglos, y su voz inconfundible. Me gusta también el sonido. Se crea un ambiente único. Una maravilla.
ResponderEliminarBásicamente estamos de acuerdo, siempre he tenido la sensación de que el ser un álbum menos truculento le ha hecho caer en injustas valoraciones.
EliminarGracias,
Saludos
Aplauso por compartir la efeméride en el blog. Waits queda fuera de mi radar musical, pero con los como la tuya no tengo más remedio que ponerme las pilas, ablandar las orejas y sosegadamente escuchar este disco. A por ello voy. Un saludo.
ResponderEliminarLo cierto es que Tom Waits tiene su enjundia, aunque una vez que lo asimilas es adictivo. De cualquier manera este es su disco más "sencillo". Espero que lo hayas disfrutado.
EliminarSalud.
La verdad es que afrontaba la escucha de este disco con reparos. Pero después de hacerlo, la experiencia... me ha dado la razón. Y si bien opino que la subjetividad está bien para la alabanza, creo que carga demasiado las tintas cuando se trata de echar por tierra un trabajo artístico. Así que no soy capaz de comentar el álbum. La entrada, estupenda, eso sí. Dan ganas de disfrutar la obra de la que hablas. No ha sido mi caso. KING
ResponderEliminarEstá claro que no es en principio lo que más podría gustarte, pero intentarlo es algo siempre loable, yo también suelo intentarlo siempre.
EliminarGracias por el alago.
Saludos.