Ir al contenido principal

Alice Cooper – Constrictor (MCA-1986)


El 22 de septiembre de 1986, tras pasar por el Camelback Hospital de Glendale en su última rehabilitación de alcohol y drogas y tres años después de haber editado DaDa –su último álbum con Warner Bros.–, un nuevo, sobrio y diferente Alice Cooper reapareció en las cubetas de las tiendas de discos con este Constrictor que hoy os traigo. Un par de años atrás había conocido a Kane Roberts, guitarrista y compositor con pinta de Rambo, carne de gimnasio y uno de esos tipos que consideran que su cuerpo es un templo mientras se mantienen alejados del alcohol y las drogas. Vamos, el compañero perfecto para la nueva etapa limpia de Vincent Funier y su alter ego con el que, junto a sus antiguos compañeros Neal Smith y Dennis Dunaway, grabó las demos gracias a las que pudo conseguir un contrato con MCA y los servicios de Beau Hill, por entonces productor estrella gracias a los millones de discos que había hecho vender a Ratt
 

Precisamente Hill recuerda la grabación de Constrictor como alegre y divertida, con unos Alice y Kane muy relajados y focalizados en crear música sin presión alguna. Todo un paraíso para el productor, que venía del infierno de lidiar con Ratt –un verdadero suplicio para él–, con quienes estaba trabajando ya en su tercer elepé. Quizás por eso, se dice que no llegó a finalizar la producción del álbum, labor que recayó en Michael Wagener, responsable de las mezclas. 
 
Así pues, entre los neoyorquinos Atlantic studios y los angelinos Amigo studios, Alice Cooper a las voces, Kane Roberts a las guitarras, bajo, teclados, coros y ocasional batería, con la adición de Kip Winger –en la funda interior se le nombra erróneamente como Wringer– al bajo y coros, Donnie Kisselbach al bajo, Paul Delph a los teclados y David Rosenberg a la batería –ignoro cual fue su verdadera labor porque es más que probado que las baterías en este disco eran enlatadas– fueron los músicos encargados de dar forma al renacimiento del intérprete de Halo of flies, Dead babies, School’s out o Elected
 

Con portada de Kevin Schill según diseño de David Hale Associates, el track list de de este trabajo fue: 
 
A 
Teenage Frankenstein 
Give it up 
Thrill my gorilla 
Life and death of the party 
Simple disobedience 
 
B 
The world needs guts 
Trick bag 
Clawlin’ 
The great american success story 
He’s back (The man behind the mask) 
 
El inicio con Teenage Frankenstein deja claro que el sonido habitual –aunque para ser rigurosos, ni DaDa ni Zipper catches skin sonaban al Alice clásico– se ha ido para dar paso a un hard rock angelino a lo Ratt muy resultón, con potente base rítmica, guitarras llamativas y estribillos facilones. Un buen tema. Give it up sigue esa misma senda, acaso con un riff un pelín más rockero pero con un resultado final algo leppardiano. Thrill my gorilla es un temilla bastante simple, con ese sonido característico de las producciones de Michael Wagener, que deja claro que el alemán metió más mano de la reconocida en el trabajo de Hill. Life and death of the party es otro de esos temas típicos de Roberts, con arreglos atractivos, coros y un buen trabajo de guitarra. La cara finaliza con Simple disobedience, un tema anodino, comestible pero sin sabor distintivo, al que resta puntos ese sonido de batería sintetizada que impregna todo el disco en mayor o menor medida. 
 

La cara B comienza con The world needs guts, una de mis favoritas del álbum –con un Roberts muy flashy– pese a romper del todo con el sonido Cooper. Trick bag es hard rock con coros a lo Leppard, estribillos repetitivos y otro ejemplo de canción en la que el sonido electrónico de la batería trabaja en su contra. Sube un poco el nivel con Crawlin’ y The great american success story, otro de esos temas de Roberts con aires desmondchildianos. Y finaliza este disco irregular con la mejor canción del álbum –todo un guilty pleasure para mi–, esa He’s back (The man behind the mask) escrita para la película Viernes 13 VI: Jason vive, tan ochentera como poco hard rockera, con ecos a The Cars, coros, sintetizadores y batería programada. Vamos, nada que ver con el Alice de Billion dollar babies
 






Y eso es todo. La verdad es que, pese a considerarlo más que digno, el disco no es un álbum redondo y mezcla temas interesantes con otros de puro relleno. Pero, aunque no alcanzó las ventas esperadas, fue mucho mejor en ventas que DaDa –lo que tampoco era dificil– y devolvió a Alice a las listas tras años sin aparecer en ellas. En resumen, un buen comienzo de etapa con momentos salvables, que alcanzaría mejores cotas en su muchísimo mejor Raise your fist and yell que ya os presenté aquí. Pero eso, como acostumbra a decirse, es otra historia. 
 
¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla

Comentarios

  1. Salud y metal para ti también 🤘🏼

    ResponderEliminar
  2. El fade out del Frankenstein es para matar al productor ingeniero... Me gusta mucho el Give it Up. El resto del disco muy escuchable como suele pasar con los discos ochenteros del hair metal aunque me quedo con el Trash. Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro de que este haya sido más de tu gusto que otras de mis propuestas. Es totalmente ochentero, aunque el siguiente me gusta más en general. Supongo que ya lo has escuchado, pero el guitarrista editó un discazo en esa época del que ya hablé por aquí. https://ffvinilo.blogspot.com/2012/07/kane-roberts-kane-roberts-1987.html
      Respecto al Trash, tuvo más éxito gracias a las melodías de Desmond Child, pero lo considero menos rockero. Saludos, chavalote.

      Eliminar
  3. Desde que publicaste el Raise your fist and yell le he dado una vuelta a estos discos y he recuperado la discografía de Roberts incluso. Y la verdad que me han gustado más de lo que recordaba. Como bien dices, un retorno bastante digno aunque coincido contigo en que el siguiente (Raise...) fue más redondo. Creo que prefiero los discos en solitario de Kane, fíjate, tanto el homónimo como Saint&sinners. Nos está quedando un #FFvinilo ochentero total. Abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Kane Roberts, gran músico y compositor de una época bastante poco conocido en general, más allá de su imagen con la guitarra metralleta. Me alegra haber contribuido a esa vuelta tuya al pasado. Abrazo de vuelta.

      Eliminar
  4. Pues la verdad es que no soy muy fans de Alice, algunos temas sueltos y poco más, así que no me meto en detalles. Casi todas las portadas de Alice me encantan. Saludos. P

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay muchos Alice. Su primera época, la época en que partió peras con la banda original, la época de perder el mundo de vista, la época ochentera con Kane, la época comercial, la época de regreso al hard rock más crudo... Creo que tendrías que hacerte un recorrido por su vasta discografía. Seguro que encontrabas un montón de temas de tu gusto. Saludos.

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Rainbow – Down to earth (Polydor-1979)

Sin vinilos raros o exóticos para comentaros esta semana, echo mano de mi fondo de armario vinílico y como en mi anterior visita, dedico la reseña de hoy a otra de esas obras incontestables de finales del siglo XX de las que nadie quiere hablar porque todo cuanto pueda decirse, sobra o es redundante. Pero para eso estoy yo, para redundar en lo obvio. Y para dar a la reseña un enfoque diferente, más que del álbum –que también–, os hablaré de su vocalista. Total, que después de saber de él en Alcatrazz [ aquí ] o MSG [ aquí ], hoy os traigo de nuevo al incombustible Graham Bonnet para presentaros otro enorme disco en el que participó aportando su personalísimo estilo. Poneos cómodos.    Érase que se era el británico Graham Bonnet , un adolescente nacido en una localidad costera del condado de Lincolnshire que se ganaba unas libras cantando jingles para la radio. Su primo Trevor había emigrado con sus padres a Australi...

Helloween - Pink bubbles go ape (1991, EMI)

  Aprovecho la reciente visita a nuestro país de la banda multigermánica Helloween para compartir aquí contigo, lector con orejas inquietas, otro de esos discos que me gusta catalogar con la etiqueta de “síndrome del disco de después”: aquella obra musical editada tras un pelotazo, éxito o gloria en forma de DISCARRAL y que palidece a su sombra independientemente de su calidad o éxito. Discos que han sido “un fracaso” porque vendieron la mitad que su predecesor o porque, simplemente, no respondió a las expectativas. En este contexto, queda claro que casi cualquier cosa que nuestros protagonistas hubieran editado después de “Keeper of the seven keys II” (más aún si lo consideramos un solo disco con su primera parte) iba a ser valorado con el rasero de una(s) obra(s) catalogadas aún hoy como Obras Maestras del Discarralismo (OMD para los entendidos). Si añadimos que las acciones (o inacciones) de algunos de los protagonistas de la banda y alrededores contribuyeron a dificultar la pr...

Megadeth – Peace sells... but who’s buying? (Capitol records-1986) [Resubido]

Hay álbumes que se resisten a aparecer por estos pagos porque son obras tan incontestables y sobre las que se ha dicho y escrito tanto que parece que sobra regresar a ellas. Pero hoy me siento en la necesidad de que eso no me afecte y he venido a expresar obviedades. Creo que no miento si os digo que descubrí a los Megadeth con el So far, so good... so what! [ aquí ] y es un disco que adoro, como otros de la banda. Sin embargo, creo que es en este Peace sells... but who’s buying? en el que se sientan las bases de la carrera de Dave Mustaine y sus Megadeth . Y sí, desde un punto de vista comercial o de calidad compositiva o de sonido, quizás otros álbumes están por encima... pero la importancia de esta obra es capital (sí, yo también utilizo mucho los tres puntos), desde su icónica portada hasta su última nota. Por eso, aunque Omar Sandoval ya comentó [ aquí ] hace más de una década este disco desde una apro...

Asteroid B-612 - "Roads, Stars" (2025)

…guitarras distorsionadas, más sutiles y cromáticas creando un paisaje más amable que el poderoso y furibundo bramido de antaño… Por  Jorge García . Cuatro discos como cuatro soles en la década de los noventa, cuatro toques de queda indispensables para aquellos que gustan del rock de fuerte pegada con ascendentes de Detroit y de su Australia natal. Un cuarto de siglo de silencio discográfico, y ahora podemos  decir con pruebas físicas y sonoras en la mano, que  Asteroid B-612   ha vuelto.   Para este retorno, que según palabras de la propia banda  ha nacido del simple deseo de subirse a un escenario con viejos amigos , publican un nuevo álbum titulado  "Roads, Stars"  que ha sido grabado en Australia y España durante el año 2024 y que ha mezclado  Pepe Gomar  y  Mike Mariconda . Por supesto  Johnny Spittless  en la guitarra y el vocalista  Grant McIver  continuan capitaneando la nave junto al batería  Ben Fo...

Mötley Crüe - Too Fast For Love (Leathur Records,1981)

  Mötley Crüe en los días en los que grabaron " Too Fast For Love " vivían como auténticos vagabundos, de casa en casa de quien tuviese las pocas luces de dejarles entrar, lugares abandonados, furgonetas cutres y un sinfín de cuchitriles a cual peor donde los cuatro solían dejarse caer totalmente colgados de caballo.  No era algo exclusivo de ellos, así coexistían muchas de las bandas de la ciudad de los Angeles justo cuando entraron a grabar su debut en Octubre de 1981. La cosa fue muy rápido, en cinco días ventilaron las canciones en una vieja consola API de 24 pistas con Michael Wagener de ingeniero de sonido, el alemán venía directamente de terminar con Accept su tercer disco en estudio " Breaker" .  La grabación se la costeo el propio manager de la banda, y les costó unos cinco mil dólares. Vince, Nikki, Mick y Tommy no tenían casi ni para comprar hamburguesas, pero se las arreglaron para prensar inicialmente 900 copias de Too Fast For Love y venderlas con ...

Extremoduro - Yo, minoría absoluta (DRO, 2002/2014)

  Cuando una banda de rock alcanza el éxito tiende a repetir la fórmula o a dejarse domar por los sonidos que le imponga la discográfica. En el caso de Roberto Iniesta, el Robe, alma, cerebro, venas y corazón de Extremoduro, el éxito le pilló preparado. "La masa es imbécil. Si sales en la tele puedes hacer un libro, un disco o lo que se te ponga en la punta del nabo. A mí eso no me interesa ni vender más discos ni que me conozca más gente. Como estoy ahora estoy bien, pudiendo organizar una gira y no tener que decir «no puedo dejar de tocar en noviembre porque no tengo un puto gil», así me vale". Y continuó haciendo lo que le dio la gana después del éxito de Agila (1996): editaron el directo Iros todos a tomar por culo (1998) y el controvertido Canciones prohibidas (1999), donde daban rienda suelta a su creatividad, con éxito y críticas reguleras.  Y se tomaron un descanso. "Creo que cuando siguen haciendo cosas buenas y nuevas los grupos funcionan, aunque estén dos o...