Se suponía que esta semana Alan Parsons iba a subirse a escenarios de varias ciudades de nuestro país. Pero, al final, ha cancelado la gira por los problemas asociados al COVID, tales como la subida de casos con las restricciones de público y, sobre todo, las cuarentenas obligatorias a las que debían enfrentarse para entrar y salir de nuestras fronteras. La verdad es que, a día de hoy, aventurarse a comprar con antelación (de meses e incluso años) entradas para grandes conciertos, es un ejercicio de fe casi al mismo nivel que creerse que un ente supremo manda a su hijo a la tierra para que le ejecuten o pensar que un gobierno de izquierdas va a luchar a brazo partido por los trabajadores y oprimidos en vez de beneficiar a los de siempre.
En fin, como todos sabemos, Parsons fue ingenierio de sonido en los estudios Abbey Road, blah blah blah. Aparece en los créditos de discos esenciales de la historia de la música blah blah blah. Luego se monto un grupo de lo que se dio por llamar prog rock y a hacer discos conceptuales a punta de pala blah blah blah. Lo siento pero tampoco creo que sea necesario repetir lo mismo que en todas las reseñas del señor Parsons.
Vamos directos a la publicación de su sexto disco, el primero que no seguía esa estructura conceptual, el mas exitoso de su carrera con el que conquistó listas de ventas. Por eso mismo existen muchas criticas contrarias a este trabajo pero yo creo que tampoco que bajaran su calidad compositiva, arreglista o técnica. Para nada. Pero ya sabemos la alergia que el éxito genera en muchos críticos.
Esta claro que tanto Alan como su colaborador habitual, Eric Woolfson, tomaron la decisión de cambiar de táctica porque, aunque no les iba nada mal, querían subir un escalón en su trayectoria. Y lo consiguieron con la canción que da titulo al LP.
La icónica portada del ojo de Horus, diseñada por el colectivo Hipgnosis, con los que ya habían trabajado con anterioridad, nos da la bienvenida a este disco que se podría calificar de soft rock pop prog (toma ya). Por cierto, este fue el primero de sus discos que fue grabado en equipos analógicos pero mezclado directamente a master digital. Los tiempos empezaban a cambiar. Y nada más bajar la aguja, un pequeño tema instrumental que es casi imposible que no hayas escuchado en alguna ocasión, ya sea en un anuncio, en una película o, incluso, viendo la NBA pues durante años, los Chicago Bulls lo usaron a modo de presentación e introducción a sus partidos. Personalmente, "Sirius" (la estrella más brillante del cielo nocturno, el ojo en el cielo) me genera un muy buen rollo.
La segunda canción también la conoce todo el mundo. La voz de Eric Woolfson funciona muy bien aunque Parsons ha reconocido en múltiples ocasiones que estuvieron a punto de desechar el resultado pues no estaban contentos con el trabajo de Eric. Que levante la mano quién no haya tarareado el "I am The eye in The sky, looking at yoouuuu, i can read your mind".
"Children of the moon", con la voz de David Paton, es un medio tiempo rockero progresivo con unos exquisitos arreglos orquestales a cargo de Andrew Powell, el tercer "integrante" del Project. Las cuerdas y los metales suenan geniales. Cuando la canción se desvanece, unos coros etéreos continúan para fusionarse con "Gemini", donde Chris Rainbow es el protagonista con una gran interpretación vocal.
Terminamos la cara A con, posiblemente, el tema más progresivo, "Silence and I", donde Powell dirige una orquesta sinfónica al completo. El inicio y final de la canción es una balada interpretada por Woolfson, pero la sorpresa está en la secuencia central donde usan la orquesta para dotarla de energía. Dicen los entendidos que es una de las mejores canciones orquestadas,no sólo de APP, sino de siempre.
Lenny Zakatek es el vocalista escogido para el tema que abre la cara B,con "You've gonna get your fingers burned", un típico pop rock ochentero, muy al estilo ELO. Curiosamente, no fue escogido como single a pesar de su innegable comercialidad y ser muy pegadiza.
En cambio,como segundo sencillo de sacó "Psychobabble", donde sobresale la sección rítmica, con una línea de bajo simple pero efectiva y unos teclados poderosos. Se convirtió en uno de sus clásicos, con un gran uso de capas y efectos de sintetizadores aprovechando a tope los últimos adelantos digitales de aquellos tiempos. La voz de este tema es de Elmer Gantry.
El instrumental "Mammagamma" también aparece en todos los recopilatorios de los Project. Muy al estilo Vangelis o Jarre, con teclados programados.
De nuevo tenemos a Lenny Zakatek para cantar en "Step by step", aunque el protagonismo se lo lleva la guitarra. Según Alan, el sonido entre acústica y eléctrica lo consiguieron conectando directamente la guitarra a la mesa de mezclas,sin ningún tipo de amplificación. Sin embargo,creo que esa el tema más flojo del vinilo.
Se cierra el plástico con la melódica balada "Old And Wise", donde el ex vocalista de The Zombies, Colin Blunstone, nos regala una melancólica interpretación de unas sentimentales letras a las que el solo de saxo de Mel Collins pone un broche final de muchos quilates.
Felices vacaciones a todos, estéis o no disfrutándolas.
Estupenda entrada y... ¡discazo! No tengo más que añadir jejeje. ¡Felices vacaciones!
ResponderEliminarIba a salir cara o cara jeje. Disfruta, vayas donde vayas.
ResponderEliminarA estos tipos los tengo abandonados. Pero ha sido pinchar los primeros cortes y escaparse una sonrisa en mi cara. Siempre he adorado la facilidad para componer melodías de esta gente, por no hablar de la calidad de sus producciones. Nunca van a ser un imprescindible en mi vida, desde luego (que tengo el corazón de roble metálico, vaya), pero siempre me va a encantar volver a pinchar sus canciones. Este álbum, en concreto, es el que más he escuchado de ellos. Por algo será. Un abrazo.
ResponderEliminarBueno, si te ha servido para volver a pincharlos tras un largo periodo, genial. Lógicamente, no pretendía descubrir nada a nadie. Para eso hay que ser tan valiente como Tina, jeje.
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