Ir al contenido principal

FLESHGOD APOCALYPSE - OPERA (NUCLEAR BLAST, 2024)

 



Hay discos buenos y hay discos malos. Algunos que escuchas hasta la saciedad, por que son realmente buenos. Pero hay discos que literalmente, te cambian la vida. A mi me pasó con el Opera de Fleshgod Apocalypse. No por que musicalmente sea excelente, que lo es, si no por la historia que hay detrás.


Hablar de este disco es hablar del accidente que sufrió su vocalista y líder, Francesco Paoli. Estando de escalada uno de los anclajes falló y sufrió una caída de varios metros. Quedó colgado bocabajo, con un brazo reventado y desangrándose durante horas hasta que los equipos de rescate pudieron acceder a la zona. Casi pierde la vida primero y el brazo después. Este incidente inspira la mayor parte de las canciones de la obra.





El disco abre con Ode to Art (De´ Sepolcri), una introducción operística en la que luce la voz lírica de Veronica Bordacchini acompañando la melodía de piano y violines.


I Can Never Die es un canto al arte, a como una persona puede dejar este mundo, pero su obra seguirá presente hasta el fin de los días. Un tema rápido, furioso, con una batería machacona y unos arreglos orquestales increíbles, donde la alternancia de voces entre Francesco y Veronica casa a la perfección. Esto último será una contaste en todo el disco.


Pendulum relata el tiempo que Francesco pasó colgado de la cuerda, de ahí la analogía. Trata del arrepentimiento y la culpa que sintió al estar tan cerca de la muerte. Tiene un ritmo mucho más pesado, donde los coros brillan con luz propia. Mención especial al “duelo” entre el piano de Francesco Ferrini y la guitarra de Fabio Bartoletti al final.





Bloodclock habla de la lucha contra todo, de agarrarse a la vida hasta el final, de como en el momento más crítico no dejo de repetirse que no estaba muerto todavía. El inicio con la introducción al arpa de Veronica es sobrecogedor, para pasar a un ritmo alto marca de la casa, en el que Eugene Ryabchenko demuestra todo su potencial a la batería, llenando más que dignamente el vacío que dejó Francesco Paoli. Todo esto acompañado de los arreglos de cuerda y coros, que desembocan en el estribillo donde ser repite el ya mencionado “I not dead Yet!!!”.


En At War With My Soul nos habla sobre la lucha interna con uno mismo, lo difícil que es lidiar con los pensamientos intrusivos cuando las fuerzas flaquean y tienes al enemigo en el interior. Es un tema, pesado, denso, en el que acompañan los coros y la orquestación, en un dueto entre su alma y él, en una eterna lucha.


Morphine Watltz es, como su propio nombre indica, un vals a ritmo de Death Metal. Por extraño que suene y que parezca queda genial. Esta vez la voz de Veronica suena más desgarrada, saliendo de su voz habitual y demostrando que tiene más registros. Se nota que estaba escrita para que en principio a cantara el ex-bajista y encargado de las voces limpias Paolo Rossi. Destacar también el solo de guitarra de Fabio Bartoletti a mitad de canción. Va sobre la adicción a la morfina, de como cuando la usaba se olvidaba de todos los problemas y era feliz por un instante.





En Matricide 8.21. sale de la tónica habitual y se atreven con un sonido más accesible, con las guitarras jugando a replicar las voces y con mucha importancia del piano. Es una carta abierta a su madre, mostrando arrepentimiento por ponerse en peligro y hacerla creer que había muerto.


Per Aspera Ad Astra es un viaje hacía la recuperación. Desde el “save the world with one and” que abre la canción deja claro de que va la cosa, de superarse a través del dolor y pelear contra uno mismo por salir adelante. Es Fleshgod Apocalypse en todo su esplendor, velocidad, contundencia y un ritmo más pausado en el estribillo, con un precioso interludio de piano entre medias.


Till Death Do Us Part es el broche de oro para el disco. Cuenta como al fin hace las paces con la esperanza y jura que llegará al final junto a ella. Es una canción más pausada, con Veronica brillando en todo su esplendor acompañada por los guturales en el estribillo. Termina en un final apoteosico con la guitarra de Fabio acompañada del tarareo de Veronica, mientras se va distorsionando como si fuera el final de un vinilo (en este caso, no es como si lo fuera XD)


Opera es la habitual outro de todo disco de Fleshgod, en la que Fabio Ferrini cierra el LP con un corte sólo de piano.


En conclusión, es un viaje de superación, de no rendirse ante la adversidad y mostrar que hay un camino hacia la luz. Mi viaje no ha sido el mismo, mi situación no era ni mucho menos tan grave como la de Francesco. Pero este disco me llegó en un mal momento y me inspiró. Me hizo poner en perspectiva mi vida y luchar por un cambio, por ser feliz y de momento, parece que lo voy consiguiendo. Y por eso, siempre le estaré agradecido a Francesco Paoli.










Comentarios

  1. Por lo que cuentas, el vinilo que nos traes tiene para ti más importancia sentimental que puramente musical. En mi caso, al no existir esa componente, el impacto ha sido menor. Y pese a ser estupendos instrumentistas, lo que queda claro en los pasajes más “comedidos” del álbum, la propuesta de este grupo al que conocía pero no he escuchado a menudo me resulta demasiado extrema. Esa monstruosa batería apisonadora –sobre todo– junto a las voces guturales del tal Francesco me saturan y no me dejan disfrutar como quisiera de las guitarras de Bartoletti o los desvaríos pianísticos de Ferrini. Aún así, muy interesante y más que indicado para comenzar motivados el fin de semana. Y el color del vinilo también muy bonito. Saludos. KING

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro, el disco en cuanto a música me encanta, pero es el componente sentimental lo que lo hace tan especial. Eso sí, con esto empiezas animado tanto un fin de semana como un lunes!!! XD

      Eliminar
  2. Qué barbaridad de ruido 😂 Las guturales me cuestan mucho, pero hay que reconocerles el mérito musical y compositivo. Sobre todo, me ha encantado tu historia. Qué bien hilada. Ven más por el blog que somos una panda de blandengues. Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias!!! Intentaré volver más asiduamente, el problema no es tanto la gente, que se que sois un grupo magnífico, si no que me cuesta la vida escribir. Pero lo intentaré y me buscaré algo más tranquilito XD!!! Un saludo!!!

      Eliminar
  3. Bueno, el término guturalismo lo introduje yo por aquí porque no me llega demasiado: me suele cansar rápido. De todas formas, muy buena entrada. Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mi en su tiempo también me costó acostumbrarme, pero ahora no escucho casi otra cosa XD. Muchas gracias!!! Un saludo.

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Black N Blue-Nasty Nasty (Geffen 1986)

 ...y en estas llegó "Nasty Nasty".  La banda buscó con el segundo "Without Love " superar las 150 mil copias estimadas de su debut y lograr el Disco de Oro, pero la orientación excesivamente melódica de aquellas " Miss Mistery", "Stop the Lightning "... incrustadas en la continuación de las robustas "Autoblast" o "Hold on to 18 " terminaron por confundir a unos seguidores que veían más a unos Honeymoon Suite  en aquellos Black N Blue del 85.  El tercero en discordia trataba de recuperar la potencia del debut sin despojar del todo las melodías Glam poperas del disco producido por Bruce Fairbairn. Para ello encomendaron a Gene Simmons esa labor, y si bien es cierto que las ventas siguieron estancadas (se estima que no superaron las cien mil copias) las canciones merecían y mucho la pena.  El álbum abría con el tema título, un Sleazy Metal con lapo incluido de St James  al comienzo del riff de guitarra que vacilaba cosa mala. ...

Ghost – Skeletá (Loma Vista, 2025)

Debo deciros que Ghost son la única banda actual –es decir, nacida bien entrado el siglo XXI y aún en activo– de la que me compro casi todos los álbumes que edita. La satisfacción que me transmiten su sonido, melodías y concepto se mantiene con cada obra y opino que con cada nuevo lanzamiento han superado al anterior. Hasta ahora... o quizás también. Me explico. Cuando escuché este Skeletá por primera vez no tuve la sensación habitual de que la banda había escalado un peldaño más en calidad desde el disco anterior. Es lo malo de acostumbrarse a recibir dosis cada vez mas altas de genialidad y creatividad. Sin embargo, cada vez me gusta más, es uno de esos discos no tan inmediatos que ganan con cada escucha. Y es que las composiciones de Tobias Forge están llenas de matices diversos y pese a que los puristas del metal acusan a la banda de ser poco menos que ABBA con máscaras, lo que es innegable es que las raíc...

Iron Maiden - Iron Maiden (EMI, 1980)

Si no hace mucho os hablé del primer álbum de Van Halen o del debut en solitario de Ozzy Osbourne , hoy toca traer al blog el primer elepé de los imprescindibles –todos en pie, por favor– Iron Maiden , este igualmente titulado Iron Maiden que acaba de cumplir cuarenta y cinco añitos. Ahí es na. Y, como siempre, cuando presento a un artista o banda y aún más si se trata de su primera obra, toca resumir sus orígenes. Los de la doncella se remontan a principios de los 70, cuando un adolescente del norte de Waltham Forest tan enamorado del fútbol como de la música de Genesis que responde al nombre de Steve Harris decide comprarse un bajo y acaba tocando con amigos hasta crear una banda llamada Influence que no tarda en cambiar su nombre a Gypsy’s Kiss y que pese a ganar un concurso de talentos, no tarda en desaparecer. Entonces, Harris entra en Smiler , cuyos miembros son bastante más mayores que é...

Liar - Set the world on fire (Bearsville Records, 1978)

  Hoy os voy a contar la pequeña historia de una pequeña banda que pudo reinar hace muchos, muchos años en un reino junto al mar, pero que acabó siendo tan conocida como cualquier otra banda de null-hit-wonder. Aunque, en su caso, los malvados genios de la industria musical deben recibir la culpa de su fracaso y olvido, pues su música está a la altura de la leyenda que quisieron alcanzar. Liar se formó en una pequeña ciudad inglesa llamada Maidenhead comandada por el jovencísimo bajista Dave Taylor. Corría el año 75 y el picor roquero gemía por sus venas. Con el baterista Clive Brooks, el guitarrista Paul Travis y Dave Burton a la voz grabaron un iniciático Straight from the hip dos años después. Tras el fichaje de Steve Mann se embarcaron en una intensa gira con Slade por Europa que completaron con un curioso periplo de tres semanas por la Hungría comunista de la mano de Piramis (banda local). De vuelta a casa, su mánager les consiguió un contrato con la pequeña Bearsville Rec...